Desde la OMS

COVID-19: situación actual y recomendaciones

El reporte semanal de nuevos casos de COVID-19, en el mundo, experimentó un ligero incremento de un 2% entre el 7 y el 13 de noviembre de 2022, al compararse con la semana anterior y la cifra de fallecidos disminuyó en un 30%.

Hasta el 13 de noviembre de 2022 se confirmaron  632 millones de casos y cerca de 6.5 millones de fallecidos a nivel global, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El número de fallecidos notificados semanalmente se redujo en África (-86%), Sudeste asiático (-80%), Europa y la región de las Américas (-10%) y se produjo un incremento en la región del Pacífico occidental (+14%) y la región este del Mediterráneo (+7%).

¿Cómo se comporta la COVID-19 en Cuba en la actualidad?

En nuestro país, la tendencia del comportamiento ha sido descendente, promediándose en las últimas cuatro semanas 2,25 casos por día. Respecto a la mortalidad, no se producen defunciones desde el 19 de agosto de este año (91 días).

Se mantiene activada la búsqueda de sospechosos, realizando exámenes de PCR y Test rápidos para diagnosticar los posibles casos, así como la vigilancia genómica para la determinación de las cepas y variantes circulantes en el territorio nacional. En estos momentos la cepa Ómicron, con sus subvariantes BA.4 y BA.5, son las predominantes.

A nivel mundial se comporta de igual manera, según informes de la OMS, entre el 14 de octubre y el 14 de noviembre del 2022, del total de las secuencias de SARS-CoV-2, el 99,2% se corresponden con la variante de preocupación Ómicron.

Prevalencia y diseminación de las variantes de SARS-CoV-2

La variante Ómicron comprende cinco linajes (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5) y los sublinajes derivados de estos. BA.1 fue el linaje mayoritario durante la primera fase de expansión. BA.2, fue aumentando hasta convertirse en el linaje predominante a nivel global entre marzo y junio de 2022. Posteriormente, los linajes BA.2.12.1, BA.4 y BA.5, que mostraban una ventaja de crecimiento sobre BA.2, aumentaron progresivamente su prevalencia a nivel global. Hasta el momento no se han observado diferencias en la gravedad de los casos para ninguno de ellos.

Con un mayor ritmo de crecimiento, BA.5 se impuso finalmente como linaje dominante desde el mes de julio hasta la actualidad. Aunque a nivel global, BA.5 y los linajes derivados de este, sin cambios importantes, siguen siendo dominantes, se han detectado numerosos linajes con mutaciones que podrían relacionarse con una mayor evasión a la respuesta inmune. La prevalencia de estos está creciendo y pudieran causar el reemplazamiento del linaje dominante BA.5 por las más recientes variantes emergentes, BQ.1, y BA.5 con mutaciones adicionales. BQ.1 es un sublinaje de BA.5, con varias mutaciones en sitios antigénicos claves de la espícula. Por otro lado, el sublinaje BQ.1.1 es portadora de otra mutación adicional en la espícula.

XBB es una variante recombinante de los sublinajes BA.2.10.1 y BA.2.75. Sobre XBB, algunas evidencias apuntan a un riesgo mayor de reinfección comparado con otros sublinajes de Ómicron circulantes. Se continúa el monitoreo de la gran diversidad genética de los sublinajes de Ómicron, que actualmente muestran un comportamiento clínico muy similar, pero con diferencias en el potencial de evasión a la respuesta inmune.

Según el último informe del Grupo técnico Asesor de la OMS (TAG-VE, siglas del inglés) sobre la evolución viral del SARS-CoV-2, basado en las evidencias disponibles actuales, no parece que los sublinajes XBB y BQ.1 posean divergencias suficientes entre ellas o con respecto a otras de Ómicron con mutaciones adicionales de escape a la respuesta inmune, que demanden respuesta adicional de salud pública, o que indiquen la necesidad de la designación de una nueva variante de preocupación. Ambas son dos sublinajes que continúan siendo parte de Ómicron, que es ya una variante de preocupación.

¿Cuál es la conducta que debe mantener la población ante la situación actual?

En las condiciones actuales y teniendo en cuenta las festividades que se avecinan, donde se concentran gran cantidad de personas, y se incrementa la migración, tanto interna como proveniente del exterior, es necesario:

  • Acudir de manera inmediata a los servicios de salud ante la aparición de síntomas respiratorios.
  • Ante la presencia de un miembro de la familia con síntomas respiratorios, adoptar las medidas de distanciamiento y protección personal en el hogar.
  • Extremar las medidas de higiene individual y colectiva en el hogar, si alguno de sus miembros presenta algún síntoma respiratorio, dando máxima importancia al uso del nasobuco y el lavado de las manos.
  • No acudir al trabajo, escuela o eventos sociales si se presentan síntomas respiratorios.
  • Mantener el distanciamiento y usar nasobuco, en caso de participar en eventos sociales, uso de transporte público, así como actividades donde se concentren muchas personas.
  • Evitar los espacios cerrados.
  • Mantener actualizado su esquema de vacunación anti covid-19.

Tomado de: Minsap – 18 noviembre 2022

Tercera reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) en relación con el brote multinacional de viruela símica

El Director General de la OMS transmite el informe de la tercera reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) en relación con el brote multinacional de viruela símica.

El Comité de Emergencias reconoció que se han hecho algunos avances en la respuesta mundial al brote de viruela símica en varios países desde la última reunión, incluida la información emergente sobre la eficacia de las intervenciones conductuales y las vacunas. El Comité mantuvo la opinión consensuada de que el evento sigue cumpliendo los criterios del RSI para una Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés) y destaca las principales razones para la preocupación actual. Entre ellas se encuentran la transmisión continua en algunas regiones, la persistencia de la desigualdad en la preparación y la respuesta dentro de los Estados Miembros de la OMS y entre ellos, el potencial emergente de un mayor impacto en la salud de las poblaciones vulnerables, el riesgo continuo de estigmatización y discriminación, la debilidad de los sistemas de salud en algunos países en desarrollo que conduce a la falta de notificación, la falta de acceso equitativo a los diagnósticos, los antivirales y las vacunas, y las brechas de investigación que deben abordarse.

El Director General de la OMS está de acuerdo con el asesoramiento del Comité de la OMS y presenta a los Estados parte las recomendaciones temporales que se presentan al final de este documento (solo disponible en inglés).

La OMS presenta el 4.º Festival de Cine «Salud para todos»

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una convocatoria para presentar cortometrajes a la 4ª edición del Festival de Cine «Salud para todos».

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización, ha señalado: «Nuestro Festival de Cine “Salud para Todos” se ha convertido en una extraordinaria caja de resonancia de todo tipo de problemas de salud a los que se enfrenta la población de todo el mundo, así como de las experiencias de personas que dedican su vida a mejorar la salud de los demás. Las películas brindan una oportunidad de oro a las personas afectadas para conectar con los demás y contribuir a conocer mejor las colectividades a las que servimos».

Para esta convocatoria, que estará abierta del 31 de octubre de 2022 al 31 de enero de 2023, se podrán presentar cortometrajes de hasta 8 minutos de duración. La OMS invita a las instituciones públicas, las ONG, los grupos de pacientes y trabajadores de la salud, los estudiantes de salud pública y las escuelas de cine de todo el mundo a presentar sus obras. Además, el festival está abierto a los cineastas, las productoras y las emisoras independientes.

Las 70 películas preseleccionadas se presentarán al público en abril de 2023 a través del canal de YouTube y el sitio web de la OMS. Posteriormente, un jurado compuesto por destacados profesionales de la OMS, artistas, activistas y expertos de alto nivel elegirá las cintas galardonadas. Al igual que en 2022, la aclamada actriz estadounidense Sharon Stone, conocida defensora de la salud y los asuntos humanitarios, ha confirmado (en inglés) su participación en el jurado.

Se concederán tres grandes premios en tres categorías que correspondientes a los principales objetivos mundiales de la OMS en materia de salud pública: cobertura sanitaria universal, emergencias sanitarias y mejora de la salud y el bienestar. Además, se entregarán premios especiales a obras que traten sobre el cambio climático y la salud y sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos, así como a una película grabada por estudiantes y a un cortometraje breve.

Las películas premiadas anteriormente en el Festival están ayudando a concienciar sobre los problemas de salud y a recabar apoyos a nivel mundial. Cada año se presenta un promedio de 1150 películas procedentes de 110 países, que otras instituciones y asociados emplean de forma creciente para promover la salud y la educación sanitaria. Además, se están estudiando sinergias con la Academia de la OMS y la iniciativa «Ciencias del comportamiento para mejorar la salud» (en inglés) de la OMS.

El Dr. Mike Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS y miembro del jurado en 2021, explica: «Estas películas narran historias de colaboración entre personas, y entre las que producen películas y las que las ven. En eso debe consistir la transformación de la OMS: en cambiar nuestra relación con el mundo. Este festival es un ejemplo de cómo podemos cambiar nuestra mentalidad».

Con motivo de 75.º aniversario de la OMS, en esta convocatoria se admiten también películas históricas y cintas producidas recientemente por estudiantes que presenten su perspectiva sobre cuestiones actuales y soluciones futuras para mejorar la salud. Con el fin de destacar estas historias, se creará una lista de reproducción específica.

Para más información, sírvase visitar el sitio web multilingüe del Festival.

Aumenta la morbimortalidad por tuberculosis durante la pandemia de COVID-19

Doctor treating patients

Ginebra, 27 de octubre de 2022 (OMS)- Según el informe mundial sobre la tuberculosis de 2022 publicado por la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad en 2021 —una cifra superior en un 4,5% a la correspondiente a 2020— y 1,6 millones fallecieron a causa de ella (entre ellas 187 000 seropositivas para el VIH). Además, la carga de tuberculosis farmacorresistente aumentó un 3% entre 2020 y 2021, año en que se detectaron 450 000 nuevos casos de tuberculosis resistente a la rifampicina. Es la primera vez en muchos años que aumenta el número de personas que contraen la enfermedad y que están infectados por bacilos resistentes a los medicamentos. La pandemia de COVID-19 causó interrupciones en los servicios de lucha contra la tuberculosis en 2021 y afectó especialmente a las actividades encaminadas a controlar la enfermedad. Además, los conflictos que afectan a Europa del Este, África y Oriente Medio han agravado aún más la situación de los grupos vulnerables.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha señalado: «Si algo hemos aprendido de la pandemia es que con solidaridad, determinación, innovación y un uso equitativo de las herramientas disponibles podemos superar graves amenazas para la salud. Debemos aplicar esas enseñanzas a la lucha contra la tuberculosis para poner fin a esta enfermedad que ha causado tantas muertes, pero solo podremos hacerlo si trabajamos unidos».

Debido a las continuas dificultades encontradas para prestar servicios básicos contra la tuberculosis y para acceder a ellos, muchos casos no se han diagnosticado ni tratado. El número de nuevos casos pasó de 7,1 millones en 2019 a 5,8 millones en 2020. Aunque en 2021 se diagnosticaron 6,4 millones de casos, estamos todavía muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

Las reducciones en el número notificado de diagnósticos parecen indicar que hay más casos no detectados y sin tratar, lo cual da lugar a un incremento de las defunciones y de la transmisión extrahospitalaria de la infección y, con el tiempo, del número de enfermos.

Además, entre 2019 y 2020 se redujo el número de personas a quienes se trataba con medicamentos contra la tuberculosis resistente a la rifampicina y multirresistente. En 2021, se empezó a tratar solamente a 161 746 personas con tuberculosis resistente a la rifampicina, es decir, solo a una de cada tres que lo necesitaban.

Por otro lado, el informe constata un descenso del gasto mundial en servicios esenciales contra esta enfermedad, que ha pasado de US$ 6000 millones en 2019 a US$ 5400 millones en 2021, es decir, una cifra muy inferior a la mitad de la meta mundial de 13 000 millones de dólares anuales prevista para 2022. Al igual que en los 10 años anteriores, la mayor parte de la financiación utilizada en 2021 (el 79%) provino de fuentes nacionales. No obstante, la financiación de los donantes internacionales sigue siendo esencial en otros países de ingresos medianos y bajos. La fuente principal es el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. El Gobierno de los Estados Unidos de América es el mayor contribuyente al Fondo Mundial y también el mayor donante bilateral; en conjunto, aporta cerca del 50% de la financiación de los donantes internacionales para la tuberculosis.

La Dra. Tereza Kasaeva, Directora del Programa Mundial sobre Tuberculosis de la OMS, ha dicho: «Este informe aporta nuevos datos de gran importancia y demuestra muy a las claras que es necesario aunar fuerzas y redoblar con urgencia los esfuerzos para reactivar la respuesta a la tuberculosis. Solo así podremos alcanzar los objetivos fijados y salvar vidas. El informe ayudará a los países, los asociados y la sociedad civil a conocer los progresos alcanzados y a preparar la segunda reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis que se ha de celebrar en 2023».

Algunos avances positivos

A pesar del estancamiento observado, también se han logrado algunos progresos. Entre 2018 y 2021 se trató a 26,3 millones de personas contra la tuberculosis, si bien todavía falta mucho para llegar al objetivo establecido en la primera reunión de alto nivel de las Naciones Unidas de tratar a 40 millones en el periodo 2018-2022. Entre los 30 países con mayor carga, los niveles más altos de cobertura de tratamiento en 2021 se obtuvieron en Bangladesh, Brasil, China, Uganda y Zambia. El número de personas que reciben tratamientos preventivos repuntó en 2021 hasta niveles cercanos a los de 2019, pero el total acumulado de 12,5 millones entre 2018 y 2021 todavía estaba lejos de los 30 millones previstos para finales de 2022.

Como dato más positivo, el tratamiento preventivo de la tuberculosis para las personas con VIH ha superado con creces la meta mundial de 6 millones fijada para el periodo 2018-2022 y ha alcanzado más de 10 millones en solo cuatro años. Siete países —India, Nigeria, República Unida de Tanzanía, Sudáfrica, Uganda, Zambia y Zimbabwe— agruparon al 82% de las personas en quienes se inició este tratamiento.

Por otro lado, siete países —Etiopía, Kenya, Lesoto, Namibia, República Unida de Tanzanía, Sudáfrica y Zambia— han alcanzado o superado la meta prevista para 2020 de reducir la incidencia de la enfermedad en un 20% con respecto a los niveles de 2015.

Otro aspecto que cabe resaltar es que los países están adoptando de forma creciente las nuevas herramientas y directrices recomendadas por la OMS, lo que agiliza el acceso a la prevención y la atención y permite obtener mejores resultados. La proporción de personas diagnosticadas de tuberculosis a las que se les realizó inicialmente una prueba de diagnóstico rápido pasó del 33% en 2020 al 38% en 2021. En total, 109 países utilizaron pautas farmacológicas más largas y por vía oral para tratar la tuberculosis multirresistente y la tuberculosis resistente a la rifampicina (frente a los 92 de 2020) y 92 países utilizaron esquemas más cortos (frente a los 65 de 2020).

También se amplió el acceso a las pautas más cortas (de 1 a 3 meses) con rifamicina como profilaxis de la enfermedad. En 2021, se trató a 185 350 personas de 52 países con pautas que contenían rifapentina, en comparación con las 25 657 personas de 37 países registradas en 2020.

En el informe se reitera a los países que deben tomar medidas urgentes para restablecer el acceso a los servicios básicos de lucha contra la tuberculosis y se pide incrementar la inversión, emprender medidas multisectoriales para abordar los determinantes más amplios que alimentan la epidemia de tuberculosis y su impacto socioeconómico, y emplear nuevos medios diagnósticos, medicamentos y vacunas. A fin de aprovechar las enseñanzas extraídas de la pandemia, la OMS convocará una cumbre de alto nivel a principios de 2023 con objeto de ampliar el desarrollo de vacunas.

El informe de 2022 engloba datos sobre las tendencias de la enfermedad y la respuesta a la epidemia en 215 países y regiones, incluidos los 194 Estados Miembros de la OMS.

La OMS publica su primera lista de los hongos que constituyen una amenaza para la salud

La OMS ha publicado un informe que incluye su primera lista (en inglés) de «patógenos fúngicos prioritarios»: un catálogo de los 19 hongos más peligrosos para la salud pública. La lista OMS de patógenos fúngicos prioritarios (FPPL) es la primera iniciativa de ámbito mundial para clasificar sistemáticamente por prioridad los patógenos fúngicos, teniendo en cuenta las necesidades no atendidas en materia de investigación y desarrollo (I+D) y la importancia percibida para la salud pública. La FPPL de la OMS tiene por objeto estudiar tales patógenos e impulsar nuevas investigaciones e intervenciones de política para fortalecer la respuesta mundial a las infecciones fúngicas y la resistencia a los antifúngicos.

Los patógenos fúngicos constituyen una amenaza importante para la salud pública, ya que son cada vez más comunes y resistentes al tratamiento; de hecho, actualmente solo se dispone de cuatro clases de medicamentos antimicóticos y hay muy pocos candidatos en fase de desarrollo clínico. Para la mayoría de los patógenos fúngicos no se dispone de pruebas diagnósticas rápidas y sensibles y las que existen no están disponibles de forma generalizada o no son asequibles a nivel mundial.

Las formas invasivas de las infecciones fúngicas afectan con frecuencia a pacientes gravemente enfermos y a personas con importantes afecciones subyacentes del sistema inmunitario. Entre los grupos de población con mayor riesgo de infecciones fúngicas invasivas se incluyen las personas con cáncer, VIH/sida, trasplantes de órganos, enfermedades respiratorias crónicas y tuberculosis posprimaria.

Los nuevos datos científicos disponibles indican que la incidencia y el rango geográfico de las enfermedades fúngicas están expandiéndose por todo el mundo debido al calentamiento global y al aumento de los viajes y el comercio internacionales. Durante la pandemia de COVID-19, se notificó que la incidencia de infecciones fúngicas invasivas había aumentado considerablemente entre pacientes hospitalizados. A medida que aumenta la resistencia al tratamiento de los hongos que causan infecciones comunes (como la candidiasis oral y vaginal), también aumentan los riesgos de que surjan infecciones más invasivas entre la población general.

«Surgidas de las sombras de la pandemia de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, las infecciones fúngicas van en aumento y son más resistentes que nunca a los tratamientos, lo que las convierte en un problema mundial de salud pública», ha señalado la Dra.  Hanan Balkhy, Subdirectora General de la OMS, Departamento de Resistencia a los Antimicrobianos (AMR).

Pese a la creciente inquietud que suscitan, las infecciones fúngicas reciben muy poca atención y recursos, lo que lleva a una escasez de datos de calidad sobre la distribución de las enfermedades fúngicas y los patrones de resistencia a los antifúngicos. En consecuencia, se desconoce la carga exacta de enfermedades fúngicas y de resistencia a los antifúngicos, por lo que la respuesta se ve mermada.

Tres categorías prioritarias

La lista FPPL (en inglés) de la OMS se divide en tres categorías: prioridad máxima, alta y media. Los patógenos fúngicos de cada categoría prioritaria se clasifican principalmente por sus repercusiones en la salud pública y/o el riesgo de que presente resistencia a los antifúngicos. Si bien se reconoce que estos patógenos de máxima prioridad son motivo de preocupación para la salud pública en todo el mundo, la OMS insiste en que la FPPL debe interpretarse y contextualizarse con precaución, ya que algunos patógenos endémicos pueden ser más preocupantes en sus respectivos contextos regionales o locales.

Necesidad de más información y ámbitos de actuación prioritarios

Los autores del informe hacen hincapié en la necesidad de contar con más datos que permitan orientar la respuesta a esta creciente amenaza y comprender mejor la carga, tanto de la enfermedad como de la resistencia a los antifúngicos. En el informe también se subraya la necesidad urgente de actuaciones coordinadas para abordar los efectos del uso de antifúngicos en la resistencia desde todo el espectro de «Una sola salud» y se hace un llamamiento a un mayor acceso equitativo a pruebas diagnósticas y tratamientos de calidad.

«Necesitamos más datos e información sobre las infecciones fúngicas y la resistencia a los antifúngicos para orientar y mejorar la respuesta a estos patógenos fúngicos prioritarios», señaló el Dr. Haileyesus Getahun, Director del Departamento de la OMS de Coordinación Mundial de AMR.

En el informe sobre la FPPL se indican estrategias para los responsables de formular políticas, los profesionales de la salud pública y otras partes interesadas. Las estrategias propuestas en el informe están orientadas, en conjunto, a generar datos y mejorar la respuesta a estos patógenos fúngicos prioritarios, y a prevenir la aparición de resistencia a los medicamentos antimicóticos. Las principales actuaciones recomendadas se centran en lo siguiente: 1) fortalecer la capacidad de laboratorio y la vigilancia; 2) mantener las inversiones en investigación, desarrollo e innovación; y 3) mejorar las intervenciones de salud pública para la prevención y el control.

«Se alienta a los países a adoptar un enfoque gradual, comenzando por el fortalecimiento de sus capacidades de laboratorio y de vigilancia de las enfermedades fúngicas, y garantizando el acceso equitativo a los tratamientos y pruebas diagnósticas de calidad existentes, en todo el mundo», agregó el Dr. Haileyesus Getahun.

La resistencia a los medicamentos antimicóticos se debe en parte al uso inadecuado de antifúngicos en todo el espectro de «Una sola salud». Por ejemplo, el uso imprudente de antifúngicos en la agricultura se ha relacionado con las crecientes tasas de infección por Aspergillus fumigatus resistente a los antifúngicos azólicos. En el informe se exhorta también a impulsar las actividades de colaboración de la OMS con las organizaciones de la Alianza Cuatripartita y otros asociados, a fin de abordar los efectos del uso de antifúngicos en la resistencia desde todo el espectro de «Una sola salud».

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