Ministro de Salud Pública reconoce desempeño de la enfermería cubana

“No podemos lograr una salud próspera y sostenible si antes no tenemos en cuenta el papel que en ello desempeñan los profesionales de la enfermería”, afirmó este jueves el doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública.

Al intervenir en el XIX Congreso de la Sociedad Cubana de Enfermería, señaló que constituyen un puntal invaluable dentro de los sistemas sanitarios y en especial en el quehacer del Sistema Nacional de Salud, desde la labor que realizan en las comunidades y en las más especializadas instituciones médicas.

Como profesión de servicio, y también de muchos retos, entrega y altruismo que es la enfermería, su trabajo resulta fundamental para promover la salud, prevenir las enfermedades y sostener el cuidado a los pacientes, expresó en el Palacio de Convenciones de La Habana.

El titular de Salud Pública agradeció la manera en que, con su hacer cotidiano, los enfermos cubanos respaldan los más diversos programas y reconoció la labor desarrollada durante la COVID-19, tanto en Cuba como en otras naciones.

Acerca del evento, instó a que los debates contribuyan a mejorar la calidad y la gestión de los cuidados de enfermería y a buscar, desde la investigación científica y la superación, herramientas que permitan mejorar la cobertura y la calidad de los servicios.

Como parte de las sesiones del XIX Congreso de la Sociedad Cubana de Enfermería, en la jornada el doctor José Moya Medina, representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud en Cuba, presentó la conferencia magistral “Situación actual de la pandemia por la COVID-19 y consideraciones sobre el rol de los profesionales de la enfermería”.

A su vez, Nora Eloísa Barahona de Peñate, miembro de la junta directiva del Consejo Internacional de Enfermería, ofreció la conferencia “Resiliencia como estrategia en la práctica de la profesión”.

Moya Medina resaltó que la mayor de las Antillas, gracias a que ostenta una elevada cifra de médicos y enfermeras por habitantes -que destaca entre los países de la región- pudo dar respuesta a la COVID-19, y ante ella significó el rol determinante de la enfermería desde la atención primaria.

Por su parte, Barahona de Peñate precisó que la resiliencia está dentro de las competencias de los enfermeros y es considerada un factor de protección de la salud, siendo una herramienta eficaz para la promoción.

El evento, que desde el 7 al 11 de noviembre aglutina a profesionales cubanos y de otras 19 naciones, es una oportunidad para dialogar sobre la resiliencia y la competitividad de la profesión hacia una agenda de salud próspera y sostenible.

Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, 10 de noviembre

La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia tiene, además, un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.

Acercar la ciencia a la sociedad es fundamental para que los individuos tengan los conocimientos necesarios y, de esta forma, puedan elegir sus opciones profesionales, personales y políticas. Además, sirve para atraer a los ciudadanos hacia el apasionante mundo de la investigación.

En este contexto, cada año, el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo promueve que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades más sostenibles, al tiempo que favorece la comprensión sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos.

El Día ofrece la oportunidad de movilizar a todos los actores en torno al tema de la ciencia para la paz y el desarrollo, desde los funcionarios gubernamentales hasta los medios de comunicación y los alumnos de las escuelas. La UNESCO anima encarecidamente a todos a unirse a la celebración del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, organizando su propio evento o actividad ese día.

Ciencias básicas para el desarrollo sostenible

«Las aplicaciones de las ciencias básicas son fundamentales para lograr avances en la medicina, la industria, la agricultura, los recursos hídricos, la planificación energética, el medio ambiente, las comunicaciones y la cultura», afirmó la Asamblea General de las Naciones Unidas el 2 de diciembre de 2021, cuando aprobó la propuesta de un Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible. El tema del Día Mundial de la Ciencia de este 2022 está dedicado a esta nueva celebración.

Como señaló entonces la Asamblea General, «necesitamos más ciencia básica para alcanzar la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible». El porcentaje del gasto nacional en investigación dedicado a las ciencias básicas varía mucho de un país a otro. Según los datos del Informe sobre la Ciencia 2021 de la UNESCO para 86 países, algunos dedican menos del 10% de su gasto en investigación a las ciencias básicas y otros más del 30%.

Disponer de una capacidad en ciencias básicas es beneficioso tanto para los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo, dado su potencial para fomentar el desarrollo sostenible y elevar el nivel de vida de las personas. Por ejemplo, un número creciente de individuos en todo el mundo sufre de diabetes. Gracias a los estudios de laboratorio sobre las formas en que pueden manipularse los genes para fabricar moléculas proteicas específicas, los científicos son capaces de manipular genéticamente una bacteria común, la Escherichia coli, para producir insulina humana sintética.

Participa en las celebraciones del día en las redes sociales con la etiqueta #DíaDeLaCiencia.

Antecedentes

El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo es un evento anual que se celebra en todo el mundo desde el año 2002 para recordar el compromiso asumido en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia, que se celebró en Budapest en 1999, bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Consejo Internacional para la Ciencia (CIC).

Su propósito es renovar el compromiso, tanto a nivel nacional como internacional, en favor de la ciencia para la paz y el desarrollo, y hacer hincapié en el uso responsable de la ciencia para el beneficio de las sociedades, en particular, para la erradicación de la pobreza. El Día Mundial también tiene por objeto lograr una mayor concienciación en la opinión pública sobre la importancia de la ciencia y colmar la brecha existente entre la ciencia y la sociedad.

Desde su proclamación por la UNESCO en 2001, el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo ha generado muchos proyectos, programas y fondos concretos para la ciencia en todo el mundo. El Día también ha contribuido a fomentar la cooperación entre científicos que viven en regiones marcadas por conflictos, como por ejemplo la creación de la Organización de la Ciencia Israelí-Palestina (IPSO), apoyada por la UNESCO.

En la reunión de Budapest se consideró que el establecimiento de este Día constituiría una oportunidad para reafirmar cada año la voluntad de alcanzar los objetivos proclamados en la Declaración sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico y para el seguimiento de las recomendaciones del Programa en pro de la Ciencia: Marco General de Acción.

El Día da paso, además, a la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, que se venía celebrando desde 1986, cuando se observó el Año Internacional de la Paz. La organización de las celebraciones y actividades para la Semana se realizó como una iniciativa no gubernamental.

Al igual que en el Día Internacional, la ONU invita a los Estados Miembros, las distintas organizaciones, asociaciones y particulares pertinentes a auspiciar conferencias y otras actividades que promuevan el estudio y la difusión de información sobre los vínculos entre el progreso científico/tecnológico y el mantenimiento de la paz y la seguridad.

 

Opciones terapéuticas para la viruela del mono

La viruela del mono se manifiesta con una erupción o con lesiones cutáneas que suelen concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Es una zoonosis causada por un virus que pertenece al género Ortopoxvirus, el mismo que incluye al virus variola (causante de la viruela).

El documento, Opciones terapéuticas para la viruela símica: síntesis de evidencia. Revisión rápida, septiembre del 2022, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tiene como objetivo identificar y evaluar todos los estudios disponibles sobre posibles intervenciones farmacológicas terapéuticas para la viruela del mono con diseños que utilizaron al menos un comparador o grupo control. Las poblaciones objetivo incluyeron tanto los adultos como los niños expuestos o con diagnóstico de la viruela del mono confirmado o sospechoso.

Se aplicó una evaluación de riesgo de sesgo a los ensayos clínicos aleatorizados y a los ensayos no aleatorizados, centrados en la aleatorización, la ocultación de la asignación, el cegamiento, la deserción u otros sesgos relevantes para las estimaciones del efecto. Se utilizó el enfoque GRADE (por su acrónimo en inglés: “Grades of Recommendation, Assessment, Development, and Evaluation”) para evaluar la certeza en el cuerpo de la evidencia disponible para cada intervención incorporada a la revisión y se elaboraron cuadros con el resumen de los resultados

Obtener una respuesta rápida a la pregunta de si una intervención en particular es segura y eficaz puede ayudar a los investigadores a orientarse hacia las alternativas más prometedoras. La OPS sintetizará y actualizará de forma periódica esta guía a fin de facilitar la evidencia más actual sobre las posibles opciones terapéuticas para la prevención y el manejo de la viruela del mono.

Convocan en Guantánamo al VIII Taller sobre Violencia de Género

La Cátedra de la Mujer y el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) de la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo invita a estudiantes de medicina, estomatología, enfermería, tecnología, profesionales de la salud, juristas, académicos, e investigadores a participar en el VIII Taller sobre Violencia de Género, a celebrarse en la mencionada institución académica, los días 7,8 y 9 de diciembre del 2022.

El evento propiciará intercambio, reflexión, promoción, divulgación de los resultados y experiencias alcanzadas en cuanto al tema de la violencia, y persigue alcanzar los siguientes objetivos:

– Promover la investigación científica de los más variados temas vinculados a las problemáticas anteriormente señalada.
– Proponer vías y enfoques que posibiliten dar solución a los problemas que afectan los procesos de formación de valores en estudiantes y trabajadores.

Las temáticas a abordar son

1- Igualdad y Equidad. Una mirada desde la contemporaneidad.
2- Violencia intrafamiliar: adulto mayor, infantil.
3- Acoso sexual, una realidad desde la contemporaneidad.
4- Violencia en los medios de comunicación.
5- Violencia y droga.
6- Incidencia de la violencia en la salud bucal.
7- Masculinidades.
8- Género y salud en el contexto de la pandemia de COVID-19.
9- Desigualdades de género durante el periodo de la pandemia de COVID-19.
10- Discriminación y violencia.
11- La mujer en la Historia.

Informe de la UNESCO sobre la Ciencia

El Informe de la UNESCO sobre la Ciencia es una de las herramientas que los países pueden utilizar para monitorear el progreso hacia los objetivos de la Agenda 2030.

Cada cinco años, analiza las tendencias emergentes en las políticas y la gobernanza de la ciencia, la tecnología y la innovación. La última edición se publicó en junio de 2021 y en ella se examina cómo los países están utilizando la ciencia para construir un futuro inteligente, tanto en el plano ecológico como en el digital.

Es sorprendente ver cómo las prioridades en materia de desarrollo se han uniformizado en los últimos cinco años. Los países de toda clase de nivel ingresos están dando prioridad a su doble transición hacia economías “verdes” y digitales. Por una parte, se han comprometido a alcanzar en 2030 los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han fijado, y el cronómetro ha empezado su cuenta atrás. Por otra parte, la mayoría de ellos están convencidos de que su futura competitividad va a depender de la prontitud con la que efectúen la transición hacia la creación de sociedades digitales. El subtítulo del Informe de la UNESCO sobre la Ciencia, “La carrera contra el reloj para un desarrollo más inteligente” hace referencia a esa doble transición prioritaria.

En esta séptima edición del Informe de la UNESCO sobre la Ciencia se efectúa el seguimiento del itinerario de desarrollo que los países del mundo han recorrido en los últimos años desde el punto de vista de la gobernanza de la ciencia. El informe documenta la rápida transformación que está en marcha en las sociedades humanas en su conjunto, lo cual ofrece nuevas posibilidades para experimentos en el plano socioeconómico y al mismo tiempo entraña el riesgo de exacerbar las desigualdades sociales a no ser que adopten medidas de protección.

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