Archivos Anuales 2021

La OPS lanza un proyecto para mejorar las políticas sobre trastornos por uso de sustancias en países de América Latina y el Caribe

Grupo de apoyo

Un nuevo proyecto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) brindará apoyo técnico a Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Jamaica y Panamá para mejorar la capacidad nacional de desarrollar e implementar respuestas de salud y sociales para los problemas relacionados con el uso de sustancias.

Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2021 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), 83 millones de personas en las Américas utilizaron drogas en 2018, principalmente cannabis, opioides, cocaína, anfetaminas y otros estimulantes. Se prevé que 87 millones las usen en 2030. Esto podría aumentar la carga asociada a los trastornos por consumo de sustancias en los sistemas de salud de la región, que se concentra de manera desproporcionada en los países de ingresos bajos y medios.

El proyecto, titulado Atención de salud universal para los trastornos por consumo de sustancias en América Latina y el Caribe, tendrá una duración de 18 meses, y se centrará en la formación de trabajadores sociales y de salud. «La idea es desarrollar la capacidad de los países para formular, implementar y evaluar políticas y programas para abordar los problemas de consumo de sustancias con un enfoque de salud pública», sostuvo el doctor Luis Alfonzo, asesor de la OPS en materia de consumo de sustancias.

Las actividades de formación se centrarán en la mejora de las capacidades de los trabajadores de salud y sociales para detectar los trastornos por consumo de sustancias, realizar intervenciones tempranas, gestionar mejor a las poblaciones de riesgo y formular políticas de salud. También se trabajará para mejorar la colaboración entre los organismos nacionales de salud y de control de drogas. Como la formación se impartirá de forma virtual, otros países de la región también se beneficiarán indirectamente de ella.

Las personas que padecen trastornos por consumo de sustancias suelen enfrentarse a la estigmatización, el aislamiento social y la muerte prematura. Sin embargo, la UNODC estima que, a nivel mundial, sólo una de cada ocho personas que requieren tratamiento para un trastorno por consumo de sustancias lo recibe.

La pandemia agrava la presión sobre las personas con trastornos por consumo de sustancias, que a su vez también se enfrentan a un mayor riesgo de malos resultados en su salud relacionados con la COVD-19. «Existe una relación entre los trastornos por consumo de sustancias y la probabilidad de desarrollar complicaciones derivadas de la COVID-19, como resultado de las condiciones de vulnerabilidad en las que viven muchas de estas personas», explicó el doctor Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OPS.

Financiado por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el proyecto está alineado con la Estrategia y el Plan de Acción sobre el Uso de Sustancias y la Salud Pública de la OPS, que promueve «iniciativas de reducción de la demanda que abarcan medidas de prevención, intervención temprana, tratamiento, atención, recuperación, rehabilitación y reinserción social, así como iniciativas y medidas destinadas a minimizar las consecuencias adversas del abuso de drogas en el ámbito social y de la salud pública».

El proyecto también apoya el trabajo de la OPS para fortalecer los enfoques de salud pública con el fin de abordar los problemas de uso de sustancias y fomentará una mayor colaboración entre la OPS y socios relevantes, como la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de Estados Americanos (OEA), la ONUDC, el Plan Colombo y la Red Iberoamericana de Organizaciones No Gubernamentales que Trabajan en Drogodependencia (RIOD).

 

Desiderata desde el filo de la pandemia

Foto: Elisa Mendes / Cultura Inquieta
Foto: Elisa Mendes / Cultura Inquieta

Por: Manuel Calviño

Que el haber impuesto la salud por sobre la malsana presencia de la pandemia, no se quede en un logro. Que sea sobre todo un aprendizaje, para que el exceso de confianza no nos ciegue y podamos ver que aún hay sombras rondado nuestra luz. Aunque la victoria es segura, la lucha continúa.

Que seamos capaces de encender luciérnagas verdes de esperanza si es que el camino se oscurece, para que nos acompañen y guíen, para que podamos sentir la certeza de que nunca estamos solos del todo, que siempre hay compañía, que siempre hay manos amigas que ayudan a construir, y que son capaces de desplegarse como alas en pos de un futuro mejor.

Que la unidad familiar sea la mezcla que una las generaciones para que convivamos en nuestras especificidades, sin menoscabo de las formas propias de ser felices, reconociéndonos en sueños y desvelos. Que las familias cubanas puedan realizar el sentido de su existencia con igualdad de derechos y condiciones.

Que los hijos y las hijas acompañen y aprendan de sus padres y madres, tanto como estos de aquellos. Que la abuelidad sea vivida con ilusión y cariño, con apego a los afectos familiares. La vejez es un privilegio que el bien vivir nos regala y no tiene sentido desperdiciarlo en prejuicios y representaciones obsoletas. La familiaridad compartida es más y mejor familiaridad.

Que la ética de la justicia social y la de las relaciones interpersonales prevalezca. Que las diferencias no conformen abismos, que no sean motivo de exclusión sino de colaboración, que no se tornen hegemonías sino capacidad de apoyo, de compartir, de convivir, dando más los que más tienen y entregando todos lo que no nos ha de faltar nunca: amor al prójimo, al coterráneo, a la cubanía.

Amarnos como lo que somos: hijos e hijas de una historia común, de una cultura común, de un ansia inveterada de ser independientes, esencia de nuestra espiritualidad.

Que seamos capaces de contener la irracionalidad, la biológica y la humana. La que nace de la naturaleza, carente de voluntad consciente, se supera con conocimientos, con creatividad, con audacia intelectual. La otra, la humana, la cultural, también. Asumir la vida con racionalidad sentipensante es el mejor camino para el mejoramiento común, de todas y todos. Y aunque obstáculos naturales y construidos se interpongan en el camino y por momentos parezca que las fuerzas faltan convocando a un cierto desánimo, cultivando la inteligencia se podrán encontrar las redenciones éticas y los empeños comunes que nos devuelvan al camino de la felicidad.

Que cultivemos el optimismo inteligente, con argumentos, con razones. También con dudas y preguntas difíciles. Ellas convocan a la búsqueda de alternativas, y no al encasillamiento, convocan al movimiento, al cambio, y nos hacen superar el más de lo mismo con creatividad y flexibilidad. La complicidad con el pesimismo produce herrumbre y toxicidad. La alianza con el buen optimismo es sanadora y motivante.

Que la distancia no se torne impedimento, que los impedimentos no sean motivos de olvido, que el olvido sea solo el beneficio del arrepentimiento cuando reconozcamos que la distancia no tiene que ser pérdida. Que no se pierde nunca a las personas que se ama, porque el amor es uno y el mismo que vive y renace en nosotros cuando lo alimentamos de buenos sentimientos y las espinas no logran disuadirlo.

Que la solución a las discordias no la busquemos en la violencia, en la devaluación, en el irrespeto. Pensar distinto no es razón para el odio, para la agresión, para la mentira y el ultraje. Los conflictos se dirimen con educación, con tolerancia, buscando en lasfórmulas del bienestar y no las del infortunio. Que la paz sea nuestro destino común, que seamos capaces de convivir en armonía construyendo prosperidad y bienaventuranza.

Que la reconciliación venza al odio, el amor al desamor, la unión a la desarticulación. Que seamos capaces de hacer prevalecer en nuestra identidad, como cubanos y cubanas, los buenos valores construidos por tantas generaciones, que nos juntemos en la defensa del respeto, la honestidad, la honradez, la buena educación, que andemos con paso acoplado en las garantías de los derechos de todas y de todos, que asumamos el reto de vivir con laboriosidad y sensibilidad, con paz y armonía, con mas encuentros que desencuentros.

Que la defensa y el enriquecimiento del alma cubana presida nuestras acciones. Que seamos capaces de construir un mañana mejor que el hoy y el ayer, donde quiera que estemos, cualquiera que sea nuestra contribución. Que sea un mañana pletórico de espiritualidad, de comprensión, de buenos sentimientos, y que la vida que construyamos nos permita repetir una y otra vez, desde lo más hondo de nuestra existencia, que vale la pena.

Otorgan la categoría docente especial de Profesor Emérito a la Doctora en Ciencias Eduarda Ancheta Niebla

Este 23 de diciembre, en el aula magna de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, se le otorgó la categoría docente especial de Profesor Emérito a la Doctora en Ciencias Eduarda Ancheta Niebla. La enfermería cubana se viste de gala y se siente honrada por este reconocimiento.

La profesora Ancheta ha participado en más de 150 jornadas y congresos de carácter municipal, provincial y nacional, así como en eventos internacionales, jornadas estudiantiles y jornadas pedagógicas. Ha fungido como jurado, autora, asesora, tutora, tribunal y oponente en numerosos trabajos de diploma para optar por el título de Licenciado en Enfermería.

Como profesional, ha consagrado su vida a la docencia y la investigación en Enfermería. Es martiana por excelencia y participante como historiadora en diferentes coloquios martianos y de HISTARMED. Destacada en numerosas actividades investigativas y de índole general en el valor de la Carrera y la efectiva seguridad del paciente, ha animado a muchos profesionales de la Enfermería para realizar los mayores esfuerzos individuales encaminados a la solución de los problemas éticos y bioéticos de las  investigaciones.

Ha colaborado en libros de textos de Enfermería desde 1978 hasta la actualidad, en los que ha definido criterios de liderazgo y una actuación más humanista en las acciones independientes de Enfermería, consideradas de referencia para centrar los planes y retos futuros de la profesión, con lo que ha marcado el sentido de la evolución de la Enfermería como Ciencia.

Es autora del libro Historia de la Enfermería en Cuba, editado en 2003 y 2006, que contiene datos de 20 años de su perseverante investigación, para conocer la historia de la Enfermería cubana e internacional, y destaca sistemáticamente su extraordinario sentido cronológico de nombres, fechas y acontecimientos con gran precisión de quien ha buscado minuciosamente en numerosas fuentes (archivos, bibliotecas, documentos) para lograr el respaldo fundamentado a sus indagaciones.

¡Felicidades a la profesora Eduarda Ancheta Niebla!

Cómo disfrutar las fiestas de fin de año protegiéndose de la COVID-19

Al igual que en 2020, las festividades decembrinas estarán marcadas este año por la sombra de la pandemia de COVID-19. El fin de 2021 llega con el mundo acercándose a los 5,5 millones de muertes a causa del coronavirus mientras la variante Delta se sigue transmitiendo y domina Europa y Asia Central, y una nueva variante altamente contagiosa, ómicron, plantea una serie de interrogantes a los expertos en salud.

Aunque entre algunos grupos de población, sobre todo en los países con mayores índices de vacunación, hay cierta sensación de seguridad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido repetidamente que la amenaza del COVID-19 es tan alta como siempre, sobre todo cuando se avecina el invierno boreal y entramos a una temporada en la que la gente viaja y se reúne a festejar, por lo general en sitios cerrados.

En este contexto, las oportunidades de transmisión del virus aumentan y con ello la posibilidad de nuevas mutaciones.

Cinco recomendaciones

Con el propósito de evitar una nueva ola de contagios que pueda sobrepasar nuevamente los frágiles y agotados sistemas sanitarios, la OMS ha emitido una serie de recomendaciones que, combinadas de manera adecuada, pueden ayudar a que se mantenga baja la transmisión del COVID-19 y a que las economías sigan abiertas.

  1. Vacunarse con el esquema completo siempre que la vacuna esté disponible en el país
    Cuando el acceso a la inmunización sea escaso o limitado, la prioridad debe ser proteger a los mayores de 60 años y a las personas con enfermedades subyacentes. Los datos han evidenciado que los cuadros más graves o que requieren hospitalización por COVID-19 son de personas que no han sido vacunadas
  1. Mantener las medidas personales de protección
    Estas provisiones son las mismas que la OMS y los gobiernos en general han promovido desde el inicio de la pandemia y que han probado ser efectivas:
  • Usar un cubrebocas adecuado
  • Respetar una distancia física de al menos un metro
  • Ventilar los espacios cerrados
  • Evitar las aglomeraciones y los espacios cerrados
  • Lavarse las manos a menudo
  • Utilizar un pañuelo desechable o el interior del codo al toser o estornudar
  1. Celebrar reuniones de la forma más segura posible
    La agencia de la ONU llama a encontrarse en espacios abiertos siempre que sea posible y a que los asistentes porten cubrebocas y mantengan la distancia física. Cuando las reuniones sean en sitios cerrados, será mejor que no sean numerosas y que haya buena ventilación.
  1. Evitar los viajes si se corre algún riesgo
    Es aconsejable que las personas enfermas, sin vacunarse o sin anticuerpos por infección del coronavirus, al igual que los mayores de 60 años y quienes padezcan enfermedades crónicas como cáncer, diabetes o males cardiovasculares, pospongan los viajes a lugares donde haya transmisión comunitaria.
    Además, todos los viajeros deben estar atentos a cualquier señal o síntoma de COVID-19 y respetar las medidas preventivas todo el tiempo, independientemente de que hayan sido vacunados.
  2. Acudir a fuentes confiables de información
    La desinformación y la información falsa o errónea coloca en riesgo la salud y la vida de las personas, socava la confianza en la ciencia e impide que la gente tome decisiones sanitarias correctas. Es necesario buscar fuentes de información serias y confiables que brinden evidencias científicas.

OMS: 23 millones de niños quedaron sin vacunas básicas en 2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes que producto de los confinamientos derivados del azote de la COVID-19 más de 23 millones de niños no recibieron sus vacunas de rutina en 2020.

Se trata de la cifra más elevada exhibida en una década, y cerca de 3.7 millones más que en 2019, lo que según señaló en conferencia de prensa el Secretario General de OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, elevó considerablemente el riesgo en menores de edad de contraer enfermedades prevenibles como el sarampión, la meningitis, y la poliomielitis, entre otras.

Agregó el titular del ente sanitario global que la mayoría de los países experimentaron el año pasado caídas en las tasas de vacunación infantil, al punto de que cerca de 17 millones de niños no recibieron una sola vacuna durante el periodo en cuestión, cuestión que calificó de preocupante y la cual exacerbó las notorias desigualdades ya existentes en el acceso a estos fármacos.

A propósito del tema soslayó que en 2020 y como consecuencia de estos patrones desiguales en la inmunización, se contabilizaron 14 millones más de casos de malaria, y 47.000 muertes más por esta enfermedad en comparación con 2019.

En tal sentido ponderó los esfuerzos de China y El Salvador, naciones certificadas por OMS como libres de malaria en este 2021; al tiempo que detalló que otras 25 se encuentran camino a poner fin a su transmisión para 2025.

Pormenorizó además que la entidad de salud diseñó una hoja de ruta global para combatir la meningitis hacia 2030; mientras remarcó que “este año también será recordado por la recomendación de la OMS de un uso generalizado de la primera vacuna contra el paludismo del planeta, que podría salvar la vida de decenas de miles de infantes anualmente”.

En contraposición, destacó que la pandemia del coronavirus forzó reveses en la lucha contra las principales infecciones; y sostuvo que igualmente se vieron afectados los padecimientos no transmisibles, como la diabetes, detección y tratamiento del cáncer, y el manejo y control de la hipertensión arterial.

Sobre la diabetes puntualizó que la inclusión de la insulina en la lista de medicamentos esenciales, así como también sus análogos de acción prolongada y biosimilares de calidad garantizada, persigue marcar una ruta hacia la mayor accesibilidad y menores precios, además de patentar equidad en la distribución de ese fármaco.

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