
El Día Mundial del Agua, que tiene lugar el 22 de marzo de cada año desde 1993, es una celebración de las Naciones Unidas de carácter anual. ONU-Agua, el mecanismo de coordinación interinstitucional de las Naciones Unidas en materia de agua y saneamiento, fija el tema y coordina un equipo de tareas que elabora una campaña mundial.
Con motivo de la campaña se rinde homenaje a este recurso y se fomentan medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua. Uno de los ejes centrales del Día Mundial del Agua gira en torno a respaldar la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: agua y saneamiento para todos de aquí a 2030.
Las Naciones Unidas celebran anualmente esta fecha para destacar la importancia del agua dulce. Las labores de coordinación corresponden a ONU-Agua, mientras que la dirección corre a cargo de uno o varios miembros y asociados de ONU-Agua con un mandato relacionado.
A medida que se acerca el 22 de marzo, particulares y organizaciones participan en la campaña pública mundial, acogiendo actos vinculados al Día Mundial del Agua y promoviendo el tema a través de comunicaciones, actividades de promoción y redes sociales.
El día en sí se publica el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, que se centra en el mismo tema que la campaña y formula orientaciones en materia de políticas a las instancias decisorias.
La campaña llega a una audiencia de miles de millones de personas en todo el planeta gracias a su difusión en línea y propicia que miles de personas sobre el terreno participen en conversaciones y debates, creando conciencia y fundamentando la toma de decisiones en todo el mundo.
¿Por qué hemos de tomar medidas en relación con el agua?
El acceso al agua es un derecho humano. Sin embargo, 2 200 millones de personas carecen de servicios de agua potable gestionados de forma segura, lo cual tiene consecuencias devastadoras para sus vidas y para la sociedad en general.
La buena gestión del ciclo del agua sustenta los avances en toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente en relación con el hambre, la equidad de género, la salud, la educación, los medios de subsistencia, la sostenibilidad y los ecosistemas.
El agua también ocupa un lugar central en la adaptación al cambio climático, al servir de vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad humana y el medio ambiente.
Sin una gobernanza adecuada del agua, es probable que aumente la competencia por esta entre sectores y que se produzca una escalada de crisis hídricas de diversa índole, desencadenando emergencias en diversos sectores que dependen de este recurso.
Salvemos nuestros glaciares
El tema del Día Mundial del Agua 2025 es «Conservación de los glaciares». Los glaciares son esenciales para la vida: su agua de deshielo es vital para disponer de agua potable y para usos agrícolas, industriales y de producción de energía limpia, además de ser esencial para la salud de los ecosistemas.
El rápido derretimiento de los glaciares provoca que los flujos de agua se vuelvan inciertos, lo que acarrea profundas repercusiones para el planeta y sus habitantes. Es esencial reducir las emisiones de carbono a escala mundial y adoptar estrategias locales para adaptarse al retroceso de los glaciares.
Los glaciares se derriten más rápido que nunca. A medida que aumenta la temperatura del planeta, nuestro patrimonio helado se reduce, y el ciclo del agua se vuelve más impredecible. Miles de millones de personas sufren los efectos de los cambios en los flujos de agua de deshielo: crecidas, sequías, deslizamientos de tierra y subida del nivel del mar.
En el contexto de nuestros esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático y adaptarnos a él, la conservación de los glaciares es una prioridad absoluta.
Es vital reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para ralentizar el retroceso de los glaciares y debemos gestionar el agua de deshielo de forma más sostenible.
Salvar nuestros glaciares es una estrategia de supervivencia para el planeta y sus habitantes.
¿Sabías que…?
- En 2023, los glaciares perdieron más de 600 gigatoneladas de agua: la mayor pérdida de masa registrada en los últimos 50 años. (OMM)
- Cerca del 70 % del agua dulce de la Tierra se encuentra en forma de nieve o hielo. (OMM)
- Casi 2 000 millones de personas dependen del agua de los glaciares, el deshielo y la escorrentía de las montañas para el consumo propio, la agricultura y la producción de energía. (ONU-Agua/UNESCO)
- La intensificación del derretimiento de los glaciares contribuye significativamente al aumento del nivel del mar a escala mundial, que hoy se encuentra unos 20 cm por encima del nivel de 1900. (IPCC)
- Limitar el calentamiento global a 1,5 °C podría salvar los glaciares de dos tercios de los sitios considerados Patrimonio Mundial. (UNESCO/UICN)