La tos crónica fue el centro de atención en la sesión del Congreso de la European Respiratory Society (ERS) titulada «Afecciones en las que solo estamos tratando la punta del iceberg en atención primaria: Enfermedades frecuentemente mal atendidas en atención primaria».
«Cuando se trata de la tos crónica, los médicos generalistas a menudo se sienten perdidos», dijo a Medscape el Dr. Miguel Román Rodríguez, médico familiar y profesor asociado de medicina familiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de las Islas Baleares, en Palma, Mallorca, España, y uno de los presidentes de la sesión.
«Los médicos generalistas son fundamentales en el diagnóstico de afecciones como la tos crónica. Aportamos algo que los especialistas no: el conocimiento del contexto, de la familia, la historia progresiva», lo secundó la segunda presidenta de la sesión, Dra. Hilary Pinnock, médica familiar y profesora de medicina respiratoria de atención primaria en la University of Edinburgh, en Escocia.
Comprender la naturaleza polifacética de la tos crónica
Imran Satia, profesor adjunto de la McMaster University de Hamilton, en Ontario, Canadá, guio a los asistentes a la reunión de Milán, Italia, a través de una exploración exhaustiva de la tos crónica. La primera cuestión que abordó fue la definición de esta afección, haciendo hincapié en que se define por su duración, ya que la tos crónica suele durar más de ocho semanas. Satia señaló los trastornos asociados comunes, como el asma, la enfermedad nasal y la enfermedad por reflujo.
Ahondando en la epidemiología, hizo referencia a un metanálisis que indica una prevalencia global de aproximadamente 10% en la población adulta, con una importante variabilidad regional: de 18,1% en Australia a 2,3% en África. En particular, el Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento (CLSA) reveló una prevalencia global de 16% al inicio del estudio. «El factor de riesgo más común era el tabaquismo, pero incluso en los no fumadores la prevalencia alcanzaba 10%», añadió Satia, destacando que aumentaba con la edad y cambiaba en función de la ubicación. «Las comorbilidades asociadas más comunes fueron la insuficiencia cardiaca y la hipertensión, pero también afecciones relacionadas con el dolor crónico, el estado de ánimo y la ansiedad», explicó.
La salud mental se identificó como un factor crucial en la tos crónica, de manera que el malestar psicológico y los síntomas depresivos surgieron como factores de riesgo para la aparición de la tos crónica en los siguientes tres años, contribuyendo con un aumento del riesgo de 20%.
Estrategias de atención eficaces
Satia propuso el uso de algoritmos en atención primaria para ayudar en el cuidado de los pacientes con tos crónica. Presentó un algoritmo canadiense que ofrece recomendaciones específicas tanto para la atención primaria como para la secundaria.
La valoración de atención primaria del algoritmo, paso 1, incluye una evaluación exhaustiva de los antecedentes de la tos (duración, gravedad, factores desencadenantes, naturaleza, localización); síntomas cardiorrespiratorios, digestivos y nasales, y uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y hábito tabáquico. Se insistió en las pruebas diagnósticas esenciales, como las radiografías de tórax (para comprobar si hay enfermedad estructural), la biometría hemática y la espirometría (con o sin reversibilidad broncodilatadora). Los criterios de remisión urgente abarcaban síntomas como hemoptisis, pérdida de peso, fiebre o hallazgos anormales en las radiografías de tórax.
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