Publicación científica

Colirio de ciclosporina comercial al 0,1% para el tratamiento del ojo seco: resultados clínicos

La enfermedad de ojo seco (EOS) es una entidad frecuente y plurietiológica. La preparación comercial de ciclosporina tópica al 0,1% es un tratamiento indicado para aquellos pacientes con EOS moderada-grave.

El sitio web temático Córnea y cirugía refractiva propone el siguiente artículo publicado en Annals d’Oftalmologia 2021; 29 (2):37-42.

El objetivo del trabajo es evaluar el uso y los resultados clínicos del tratamiento con ciclosporina al 0,1% comercial en pacientes con la enfermedad del ojo seco (EOS) en la práctica clínica habitual.

La prevalencia de esta afección en España se sitúa alrededor del 11%, con mayor predominio en mujeres (11,9% vs 9%) y significativamente asociado a la edad avanzada.

La EOS puede disminuir la calidad de vida teniendo un impacto negativo en la función visual. Según su etiopatogenia, esta entidad se ha clasificado clásicamente en:

  • acuodeficiente o cuantitativa – asociada al síndrome de Sjögren, fármacos o cirugías corneales
  • evaporativa o cualitativa – asociada a la disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM), malposición palpebral, uso de lentes de contacto, déficit de vitamina A, o causas ambientales
  • y mixta

El tratamiento se escalona en función de la gravedad de la EOS, que se mide valorando el grado de tinción corneal y síntomas visuales, entre otros ítems, mediante una escala del 1 (leve) al 4 (grave).

Según las guías clínicas, la ciclosporina tópica estaría indicada en la EOS grado 3 (moderado-grave). La ciclosporina es un antimetabolito fúngico que inhibe la transcripción de la interleucina 2 (IL-2), implicada en la activación de los linfocitos, lo que le confiere actividad inmunomoduladora y propiedades antiinflamatorias. A nivel oftalmológico, puede mejorar la producción y osmolaridad de la película lagrimal y reducir la expresión de marcadores de inflamación.

Además, tiene un efecto antiapoptótico no presente en los corticoides, que permitiría restablecer la relación normal de células epiteliales y linfocitos, alterada en la EOS a favor de los últimos, y favorecer la recuperación de la densidad de células caliciformes de la conjuntiva. Ikervis® es una emulsión catiónica sin conservantes de ciclosporina al 0,1%, introducida en España en junio de 2017 por los laboratorios Santen®, que ha demostrado utilidad en el tratamiento de la EOS.

Se realizó un estudio observacional descriptivo retrospectivo en pacientes con diagnóstico de EOS que recibieron tratamiento con colirio de ciclosporina al 0,1% comercial (Ikervis®) entre abril de 2018 y diciembre de 2019 en el Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona.

Los ojos de 8 pacientes fueron tratados con ciclosporina 0,1% en el periodo de estudio y se halló una mejoría de los signos clínicos y de la sintomatología. Todos los ojos requirieron tratamientos adyuvantes. Los efectos adversos relacionados con el tratamiento fueron leves y de tipo sintomático – molestias, picores y visión borrosa transitoria – excepto en una paciente que abandonó el tratamiento por dolor tras la instilación.

El colirio comercial de ciclosporina al 0,1% puede mejorar los signos y síntomas oculares de pacientes con EOS moderada-grave como tratamiento adyuvante. Son necesarios más estudios y un mayor número de pacientes para determinar características predictivas de respuesta y efectividad al tratamiento.

Descargue y vea el artículo en (pdf, 119 Kb):

B. Romero-Núñez, C. Boquera Ventosa, X. Carreras Castañer, C. Rocha de Lossada, N. Sabater-Cruz. Colirio de ciclosporina al 0.1% (Ikervis®) para el tratamiento del ojo seco: resultados clínicos en la vida. Annals d’Oftalmologia 2021;29(2):37-42

Algunas consideraciones sobre las hepatitis virales crónicas como problema de salud

Hoy día, las enfermedades infecciosas constituyen una de las causas de muerte más frecuentes, de ahí que la actual epidemia de hepatitis sea un problema de salud a escala mundial.

Las hepatitis víricas son enfermedades infecciosas del hígado caracterizadas por necrosis hepatocelular e inflamación. Existe una amplia variedad de virus que pueden causar esta afección, entre los que se encuentran los primariamente hepatotropos, que infectan fundamentalmente al hígado por su marcada afinidad, o tropismo por este órgano (virus de las hepatitis A, B, D, C y E) y los no primariamente hepatotropos (virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, varicela zóster y herpes simple), que pueden afectar al hígado y a otros órganos.

En general, las manifestaciones clínicas e histológicas causadas por los virus de las hepatitis son muy similares, aunque algunos tienen sus particularidades muy bien definidas.

La cirrosis hepática y otras enfermedades crónicas del hígado se encuentran entre las 10 primeras causas de muerte en Cuba. Por ello se ha trabajado intensamente en el desarrollo de un programa nacional con el objetivo de diagnosticar y tratar a todos los pacientes con cualquiera de las hepatitis virales; igualmente, al esquema de vacunación se ha incorporado la vacuna contra la hepatitis B.

En esta revisión, publicada en la revista Medisan Vol. 25, No. 4 (2021), se actualizan algunos elementos sobre las hepatitis virales crónicas.

Se analizan aspectos de las hepatitis virales crónicas relacionados con las estadísticas globales, regionales y locales; también se abordan los indicadores de impacto, la epidemiología, las características de los virus y las formas de trasmisión.

Vea el artículo completo en:

Rojas Peláez Y, Trujillo Pérez YL, Reyes Escobar AD, Bembibre Mozo D. Algunas consideraciones sobre las hepatitis virales crónicas como problema de salud. MEDISAN [revista en Internet]. 2021; 25(4):[aprox. 0 p.].

Los niños más pequeños tienen más probabilidades de transmitir SARS-CoV-2 a la familia

Los niños pequeños tienen más probabilidades que sus hermanos mayores de transmitir el SARS-CoV-2 en sus hogares, según un análisis de los registros de salud pública en Ontario, Canadá, un hallazgo que cambia la creencia común de que los niños desempeñan un papel mínimo en la propagación de COVID-19.

El estudio realizado por investigadores de Public Health Ontario, publicado en versión electrónica en JAMA Pediatrics, encontró que los adolescentes (de 14 a 17 años) eran más propensos que sus hermanos menores a llevar el virus al hogar, mientras que los bebés y los niños pequeños (hasta 3 años) tenían aproximadamente 43% más de probabilidades que los adolescentes de contagiar a otras personas en el hogar.

Los niños o adolescentes fueron la fuente del SARS-CoV-2 en aproximadamente uno de cada 13 hogares de Ontario entre junio y diciembre de 2020, muestra el estudio. Investigadores de Public Health Ontario analizaron los registros de salud de 6.280 hogares con un caso de COVID-19 pediátrico y un subconjunto de 1.717 hogares en los que un niño de hasta 17 años era la fuente de transmisión en un hogar.

El papel de los niños pequeños en la transmisión parecía lógico para algunos expertos que han estado siguiendo la evolución de la pandemia. «Creo que lo más sorprendente fue cuánto tiempo persistió la narrativa de que los niños no transmitían el SARS-CoV-2», comentó Sam Scarpino, Ph. D., director general de vigilancia de patógenos en Rockefeller Foundation.

Mientras tanto, el menor uso de mascarillas, el regreso a la escuela y las actividades y el ataque de la variante delta han cambiado la dinámica de propagación, destacó el Dr. Andrew Pavia, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de la University of Utah.

«Los adolescentes y los niños en edad de escuela secundaria y preparatoria han tenido tasas de infección mucho, mucho más altas en el pasado. Ahora, cuando miramos las tasas de niños en edad escolar, son las mismas que las de los niños en edad de escuela secundaria y preparatoria, y estamos viendo más y más en los grupos de edad preescolar», indicó.

En todo caso, el estudio puede subestimar el papel que juegan los niños pequeños en la propagación de COVID-19 en las familias, ya que solo incluyó casos sintomáticos como fuente inicial y es más probable que los niños pequeños sean asintomáticos, añadió el Dr. Pavia.

La variante delta aumenta la preocupación; es más del doble de infecciosa que las variantes anteriores y ha provocado un aumento en los casos pediátricos, incluida alguna infección conjunta con otras enfermedades respiratorias circulantes, como el virus sincicial respiratorio.

No obstante, el estudio de Ontario proporciona evidencia valiosa para respaldar la adopción de medidas para proteger a los niños de la transmisión en las escuelas, incluidos los requisitos de usar cubrebocas, realizar pruebas frecuentes y una mejor ventilación, destacó Scarpino.

«No podremos controlar la COVID-19 sin vacunar a las personas más jóvenes», concluyó.

Vea el análisis completo en:

Los niños más pequeños tienen más probabilidades de transmitir SARS-CoV-2 a la familia – Medscape – 23 de agosto de 2021.

Vea el artículo de referencia en:

Paul LA, Daneman N, Schwartz KL, et al. Association of Age and Pediatric Household Transmission of SARS-CoV-2 Infection. JAMA Pediatr. Published online August 16, 2021. doi:10.1001/jamapediatrics.2021.2770

Dolor agudo, crónico y neuropático. Revisión sobre las opciones para el tratamiento

El dolor se clasifica como el «quinto signo vital»; su manejo es clave para mejorar la calidad de vida (CdV) de los pacientes. El dolor se define como una «experiencia desagradable sensorial y emocional asociada o que parece estar asociada con daño tisular real o potencial.»

El dolor tiene varias clasificaciones dependiendo de sus características anatómicas, etiológicas, de cronicidad (duración), intensidad, y fisiopatológicas.

El dolor agudo es una de las causas más comunes de búsqueda de atención médica en el departamento de emergencias (DE). El dolor lumbar (DL) es la principal causa de limitación y ausencia laboral a nivel mundial. Los factores ocupacionales son causales claves de DL. El dolor relacionado con migraña es otra causa importante de discapacidad.

En general, los desafíos en el manejo del dolor se encuentran a nivel de los pacientes (es decir, cultura, experiencia, educación, y estado de salud), los profesionales de la salud y el sistema sanitario. Estos desafíos son múltiples y derivan principalmente del subtratamiento, la incapacidad de evaluar el dolor inicial, la no disponibilidad de guías de manejo del dolor, y la falta de reconocimiento y documentación del dolor. Un factor importante que se suma es el uso indebido y el abuso de opioides a niveles inaceptables.

La naturaleza dinámica del dolor y su intensidad resaltan la importancia de la «atención estratificada», un enfoque para tratar el dolor de acuerdo con la categoría de riesgo (es decir, riesgo bajo, medio o alto de pobres resultados) de los pacientes. En estas circunstancias, las guías de tratamiento pueden ayudar a la toma de decisiones basada en evidencias.

La red médica IntraMed analiza las recomendaciones para el manejo clínico del dolor agudo, crónico y neuropático en Qatar, a través de un artículo científico publicado en Qatar Medical Journal.

El dolor es un gran problema de salud y una de las razones más comunes de consulta hospitalaria en todo el mundo. El manejo del dolor es un área en evolución en Qatar, y hay un tratamiento insuficiente mismo en el país debido al estigma asociado con los analgésicos.

La opción de tratamiento más adecuada para un paciente con dolor agudo es el paracetamol debido a su efecto aditivo.

La opción de segunda línea son los AINEs para el dolor agudo de intensidad moderada y la derivación a un especialista en dolor para el dolor de intensidad severa. Para el manejo del dolor crónico, deben considerarse terapias no farmacológicas y no opioides.

Los médicos deben derivar a los pacientes a un especialista en dolor si el paciente necesita tratamiento con opioides. El especialista en dolor debe discutir con los pacientes los riesgos y beneficios de dicho tratamiento.

Para el dolor neuropático, se recomiendan fármacos antiepilépticos, IRSNs y ATCs como tratamiento de primera línea. La lidocaína tópica y la capsaicina tópica se consideran opciones de segunda línea, mientras que los AINEs no se recomiendan para el dolor neuropático.

Una estrategia de tratamiento estandarizada para varios tipos de dolor podría ayudar a optimizar el manejo del dolor, que actualmente es una necesidad insatisfecha en Qatar.

Y en otros países también.

Lea el análisis completo en:

IntraMed. Dolor agudo, crónico y neuropático – 15 agosto 2021

Vea el artículo de referencia en:

Amr Elmoheen, Abdullah F. Nazal, Osman Zubaidi, Urooj A. Siddiqui, Mohammed Alhatou. Expert review and recommendations for the management of acute, chronic, and neuropathic pain in Qatar. Qatar Medical Journal, Volume 2021, Issue 2, Aug 2021. DOI:https://doi.org/10.5339/qmj.2021.19

También:

Descargue el pdf (473Kb)

Efectos posvirales de COVID-19 en el sistema olfativo

Se desconocen los mecanismos por los cuales cualquier virus de las vías respiratorias superiores, incluido el SARS-CoV-2, altera la función quimiosensorial. COVID-19 se asocia con frecuencia con disfunción olfativa después de una infección viral, lo que brinda una oportunidad de investigación para evaluar el curso natural de este hallazgo neurológico.

Los ensayos clínicos y los estudios prospectivos e histológicos de la disfunción olfativa posvírica de nueva aparición se han visto limitados por los tamaños de muestra pequeños y la escasez de datos avanzados de neuroimagen y muestras neuropatológicas.

Aunque ahora se dispone de datos de muestras neuropatológicas, la obtención de imágenes neurológicas del sistema olfatorio durante la fase aguda de la infección sigue siendo poco común debido a preocupaciones sobre el control de la infección y enfermedades críticas, y representa una laguna sustancial en el conocimiento.

Desarrollos recientes

No se ha probado la replicación activa de SARS-CoV-2 dentro del parénquima cerebral (es decir, en neuronas y glía). No obstante, la disfunción olfativa posvírica puede verse como un déficit neurológico focal en pacientes con COVID-19.

También es escasa la evidencia de una relación causal directa entre la infección por SARS-CoV-2 y los hallazgos cerebrales anormales en la autopsia, y de la propagación trans-sináptica del virus desde el epitelio olfatorio al bulbo olfatorio.

En conjunto, los datos clínicos, radiológicos, histológicos, ultraestructurales y moleculares implican inflamación, con o sin infección, en el epitelio olfatorio, el bulbo olfatorio o en ambos.

Esta inflamación conduce a déficits olfativos persistentes en un subconjunto de personas que se han recuperado del COVID-19.

El campo de la neuroimagen ha revelado inflamación localizada en estructuras olfativas intracraneales. Pero hasta la fecha, la evidencia histopatológica, ultraestructural y molecular no sugiere que el SARS-CoV-2 sea un neuropatógeno obligado.

Hasta 2002, cuando el SARS-CoV cruzó la barrera de las especies para infectar a los seres humanos, los coronavirus se consideraban patógenos humanos menores. El SARS-CoV y el SARS-CoV-2 son coronavirus relacionados y tienen una homología de secuencia de ácido nucleico del 72,8 %. Además, ambos virus utilizan la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) como receptor de entrada, que se acopla a la glucoproteína de pico trimérica ubicada en la superficie del virión.

A pesar de estas similitudes, cada infección viral tiene un curso clínico distinto. A diferencia de la infección por SARS-CoV-2, la infección por SARS-CoV no produce deterioro olfatorio y afecta principalmente al tracto respiratorio inferior.

Las estimaciones de prevalencia agrupadas revelan disfunción olfativa en aproximadamente la mitad a las tres cuartas partes de las personas diagnosticadas con COVID-19, y las estimaciones tienden a aumentar cuando se utilizan herramientas de diagnóstico cuantitativo semiobjetivo, que gradúan los niveles de deterioro para detectar la pérdida subclínica del olfato.

El SARS-CoV-2 es altamente patógeno y posiblemente infecta varios tipos de células y tejidos. Como resultado, la infección por SARS-CoV-2 causa una variedad de síntomas sistémicos. Sin embargo, no está claro si los síntomas son el resultado de la invasión directa del virus a los tejidos o de una inflamación sistémica y desregulada o una microangiopatía generalizada (a menudo con trombos microcirculatorios resultantes).

El análisis realizado en la red médica IntraMed, concluye que los supervivientes de COVID-19, con o sin deterioro olfatorio persistente, pueden estar en riesgo de aparición acelerada o progresión de una enfermedad neurodegenerativa y deben estudiarse longitudinalmente con imágenes y biomarcadores moleculares, y perfiles cognitivos, para probar este riesgo postulado.

Además, a medida que los esfuerzos de vacunación reducen la mortalidad, también ejercerán un impacto duradero sobre la morbilidad al disminuir las secuelas neurológicas del SARS-CoV-2.

Vea el análisis completo en:

IntraMed. Efectos posvirales de COVID-19 en el sistema olfativo – 16 agosto 2021

Artículo de referencia:

Michael S Xydakis, MD, Mark W Albers, MD, Eric H Holbrook, MD Dina M Lyon, MS, et al. Post-viral effects of COVID-19 in the olfactory system and their implications. The Lancet Neurology DOI:https://doi.org/10.1016/S1474-4422(21)00182-4

  • Categorías de anuncio

    open all | close all
  • Categorías de aviso

  • Categorías de editoriales

  • Categorías de entrevista

  • Categorías de informes y sello

    open all | close all
  • Categorías sello – entidades

    open all | close all
  • Categorías de Noticia

    open all | close all
  • Secciones de noticias

    open all | close all
  • Archivo Anuncios

  • Archivo Avisos

    • Archivo Editoriales

      • Archivo Entrevistas

        • Archivo Informe y sello

        • Archivo Nota Oficial

          • Archivo Noticias

          • Archivo Obituarios

            • Actualidad

            • Salud es el Tema