Está en el noroeste africano, es dominado por el desierto del Sahara, donde la arena es la gran protagonista. Pasan los años y no llueve, hace un calor extremo durante el día y en la noche hay que usar abrigo. Fue el último país del mundo en abolir la esclavitud, pertenece al mundo islámico, se reza 5 veces al día y se toma mucho té.
Atentos a todos estos detalles, y todo cuanto define su cultura e historia están los 52 colaboradores que integran la Brigada Médica Cubana en la República Islámica de Mauritania. Son 21 médicos y el resto: enfermeras y especialistas en Laboratorio clínico, Imagenología, Citohistopatología y Electromedicina.
Para llegar, desde Cuba necesitaron tres días de itinerario aéreo por Estambul, Turquía y una travesía de 500 kilómetros por carretera. Todos laboran en el hospital de la ciudad de Nuadibú, al norte de la capital mauritana.
El Dr. Wilfredo Lorenzo Felipe es el Jefe de la Misión. Con él conversamos:
—»Si llegas al país y dices que buscas el Hospital donde trabajan los cubanos todos saben llevarte; cada día vienen más pacientes a atenderse incluso desde la capital o países vecinos como Marruecos, Senegal o Las Palmas de Gran Canaria. El indicador reciente de mayor impacto ha sido el 97 % de vidas salvadas en los servicios de terapia intensiva del hospital en un período de 19 meses. También se reduce la mortalidad infantil y la materna en más de un 30 % en la región donde trabajamos. Hemos logrado un adecuado control y seguimiento de la hipertensión arterial y la diabetes mellitus en los casos atendidos, hay un impacto positivo de los procederes de enfermería en los pacientes hospitalizados y cero escaras en ancianos con estadías prolongadas en la institución».
Al Dr. Wilfredo le fluyen las palabras con una rapidez que le delata. Es admirador acérrimo de lo que hace y crea, pero también de todo aquello que le circunda, a pesar de ser agreste y difícil. Sé que esta es su segunda misión en África. Le pregunto por qué le apasiona…
—»Nuestros pacientes aquí son muy honestos, sinceros, agradecidos, necesitan mucho de nosotros, ellos dicen que en lo único que creen es en Alá en el cielo y en los cubanos en la tierra. Todos los días en sus rezos oran por los cubanos. Sus prioridades son la familia y la salud, tienen un alto concepto de la amistad. Nos sentimos muy valorados por la población, para lo cual recibimos el apoyo de muchos de los sarahuies que estudiaron en Cuba, pues nos sirven de traductores durante las entrevistas médicas. Aquí se habla árabe y francés, pero la mayoría de las personas usa el dialecto hassaniya. Entre sus costumbres está no permitir fotografiarse cuando están siendo atendidos, pero la gratitud sí nos la transmiten. El gobierno y el propio presidente manifiestan satisfacción por la labor que realizamos. La Ministra de Salud ha visitado el hospital y ha emitido criterios muy favorables de nuestro desempeño».
Cuba inició la colaboración médica en Mauritania en el año 2017. El esfuerzo y la experticia de quienes actualmente allí se desempeñan prestigian la historia altruista cubana en el cuerno africano, entre dunas
infinitas, temperaturas extremas, rigores, encantos y fraternidad humana.
Por: Mylenys Torres Labrada.