Archivos Anuales 2022

Capítulo Holguín de Medicina Familiar contribuye a perfeccionar el Programa del médico y la enfermera de la familia

En respuesta a las nuevas transformaciones del Sistema Nacional de Salud, el trabajo del Capítulo Holguín de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar contribuye a perfeccionar en el territorio el Programa del médico y la enfermera de la familia, con el objetivo de rescatar sus conceptos fundacionales.

Según explica el doctor Juan Carlos Báster Moro, Presidente del Capítulo Holguín de esta sociedad, como parte de las acciones propuestas por el Ministerio de Salud Pública para hacer efectivo este perfeccionamiento destacan las docentes y científicas. Los capítulos provinciales promueven el desarrollo académico e investigativo de sus integrantes.

En este sentido, señaló además que «se realizan actividades en los municipios con los afiliados y a nivel provincial existe una historia de jornadas científicas provinciales, espacio donde se defienden las mejores investigaciones desarrolladas por nuestros médicos de las familias en las diferentes acciones asistenciales que tienen, ya sean Equipos Básicos de Salud (EBS), Grupos Básicos de Trabajo (GBT) o directivos del sistema sanitario en el territorio».

Con el propósito de evaluar el trabajo de los últimos años en el ámbito de la Medicina Familiar y como parte de las actividades científicas centrales tributarias de este perfeccionamiento, se ha previsto la realización en el año 2023 de un nuevo Congreso Nacional de Medicina Familiar, con participación de profesionales de todas las provincias y foráneos.

Relacionado con lo anterior, el también especialista en Medicina General Integral comentó que, hasta el momento, la magna cita está fijada para noviembre del año 2023 en La Habana. Por este motivo tendrán lugar eventos a nivel de base, en los 42 policlínicos del territorio y un evento provincial que garantiza la continuidad de estos encuentros, con sesiones virtuales y presenciales, como vía de acceso a un mayor cúmulo de investigaciones y para garantizar la participación de la mayor parte de los afiliados a este capítulo.

El Programa de Medicina Familiar, concebido para dar respuesta a las necesidades crecientes de la población, se enriquece a diario con la práctica y experiencia de sus principales protagonistas.

De luto la medicina santiaguera

Le fueron publicados varios trabajos científicos, siendo socializados sus resultados investigativos para ser aplicados por la comunidad científica.

Mantenía su labor asistencial y por su experiencia en la atención integral a los pacientes con VIH-sida y enfermedades infecciosas, obtuvo la condición de experto en la atención médica del programa del control y prevención de las ITS-VIH y las hepatitis.

Fue profesor auxiliar de Medicina Interna, del hospital Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso.

En el momento de su deceso laboraba en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Santiago de Cuba.

Nuestro más sentido pésame para sus familiares, colegas y amigos. Nos ha dejado físicamente, pero su legado perdurará eternamente.

Gracias Dr. Lamotte, no lo olvidaremos.

A pesar del impacto continuado de la COVID-19, los casos de paludismo y las defunciones a causa de esta enfermedad se mantuvieron estables en 2021

Los nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que países de todo el mundo lograron en gran medida evitar que los servicios de prevención, detección y tratamiento del paludismo sufrieran contratiempos adicionales en 2021.

Según la edición de este año del Informe mundial sobre el paludismo, se estima que, en 2021, 619 000 personas murieron de esta enfermedad en todo el mundo, en comparación con las 625 000 víctimas en el primer año de la pandemia. En 2019, antes de que estallara la pandemia, el número de defunciones fue de 568 000.

Los casos de paludismo siguieron aumentando entre 2020 y 2021, aunque a un ritmo menor que entre 2019 y 2020. El cómputo mundial de casos de paludismo alcanzó los 247 millones en 2021, por 245 millones en 2020 y 232 millones en 2019.

«Tras un marcado aumento en el número de casos de paludismo y de defunciones debidas a esta enfermedad en el primer año de la pandemia de COVID-19, los países afectados por el paludismo redoblaron sus esfuerzos y pudieron mitigar las peores consecuencias que los trastornos relacionados con la COVID provocaron en los servicios relacionados con el paludismo,» declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Son numerosos los desafíos a los que nos enfrentamos, pero hay muchas razones para la esperanza. Con el fortalecimiento de la respuesta, y gracias a haber comprendido y mitigado los riesgos, creado resiliencia y acelerado la investigación, nos sobran los motivos para soñar con un futuro libre de paludismo.»

La clave para el éxito es un fuerte compromiso a nivel nacional

Los mosquiteros tratados con insecticidas son la principal herramienta para el control de vectores utilizada en la mayoría de los países donde el paludismo es endémico y, en 2020, los países distribuyeron una cantidad mayor de estos mosquiteros que en cualquier otro año sobre el que se poseen datos. En 2021, el reparto de mosquiteros tratados con insecticidas fue sólido en general y se situó en unos niveles similares a los de los años anteriores a la pandemia: de los 171 millones de mosquiteros que estaba previsto distribuir, se entregaron 128 millones (75%).

Sin embargo, ocho países (Benin, Eritrea, Indonesia, Islas Salomón, Nigeria, Tailandia, Uganda y Vanuatu) distribuyeron menos del 60% de sus mosquiteros tratados con insecticidas, y siete países (Botswana, Chad, Haití, India, Pakistán, República Centroafricana y Sierra Leone) no repartieron ninguno.

La quimioprofilaxis estacional del paludismo está recomendada para prevenir la enfermedad entre los niños que viven en zonas de África donde la transmisión del paludismo está muy ligada a la estación del año. En 2021, una nueva ampliación de esta intervención llegó a casi 45 millones de niños por ciclo de quimioprofilaxis estacional del paludismo en 15 países de África, un incremento importante en comparación con los 33,4 millones que se beneficiaron de esta quimioprofilaxis en 2020 y los 22,1 millones de 2019.

Al mismo tiempo, la mayoría de los países lograron mantener durante la pandemia su capacidad para la detección y el tratamiento del paludismo. A pesar de los desafíos logísticos y para la cadena de suministro que se vivieron durante la pandemia, en 2020 los países donde el paludismo es endémico distribuyeron a los centros de salud una cifra récord de pruebas de diagnóstico rápido. En 2021, los países entregaron 223 millones de pruebas de diagnóstico rápido, un nivel similar al notificado antes de la pandemia.

La politerapia con artemisinina es el tratamiento más eficaz en el caso del paludismo por P. falciparum. Los países donde el paludismo es endémico administraron cerca de 242 millones de dosis de la politerapia con artemisinina en todo el mundo en 2021 en comparación con los 239 millones de 2019.

Un cúmulo de amenazas que convergen y socavan los esfuerzos

A pesar de los éxitos, nuestros esfuerzos se enfrentan a muchos desafíos, particularmente en la Región de África, donde se concentraron alrededor del 95% de los casos y del 96% de las defunciones a nivel mundial en 2021.

Entre las amenazas a la respuesta mundial contra el paludismo cabe destacar los trastornos acontecidos durante la pandemia y las distintas crisis humanitarias que convergen, los desafíos para los sistemas de salud, la financiación limitada, el aumento de las amenazas biológicas y un descenso en la eficacia de las herramientas básicas para abordar las enfermedades.

«A pesar de los progresos, la Región de África sigue siendo la más afectada por esta enfermedad mortal,» declaró la Dra. Matshidiso Moeti, Directora Regional de la OMS para África. «Necesitamos urgentemente nuevas herramientas, y la financiación que permita desplegarlas, para ayudarnos a derrotar al paludismo.»

El total de fondos destinados a combatir el paludismo en 2021 ascendió a US$ 3500 millones, una cifra que, si bien es superior a la de los dos años anteriores, está muy por debajo de los US$ 7300 millones que se estiman necesarios para seguir avanzando en el objetivo de acabar con el paludismo.

Al mismo tiempo, la pérdida de eficacia de los instrumentos básicos para el control del paludismo, sobre todo los mosquiteros tratados con insecticidas, impide continuar progresando en la lucha contra el paludismo. Las amenazas que pesan sobre esta herramienta clave de prevención incluyen la resistencia a los insecticidas; un acceso insuficiente; la pérdida de mosquiteros tratados con insecticidas dado que el ritmo al que se usan en el día a día no permite sustituirlos a la misma velocidad, y cambios en el comportamiento de los mosquitos, que parecen picar antes de que las personas se acuesten y descansar al aire libre, evitando así la exposición a los insecticidas.

Existen otros riesgos que también van en aumento, como las mutaciones de los parásitos que inciden en el rendimiento de las pruebas de diagnóstico rápido; una mayor resistencia de los parásitos a los medicamentos utilizados para tratar el paludismo, y la invasión en África de un mosquito adaptado a las zonas urbanas que es resistente a muchos de los insecticidas empleados en la actualidad.

Oportunidades clave para acelerar los progresos

La OMS ha puesto en marcha recientemente dos estrategias a fin de apoyar a los países del continente africano en el establecimiento de una respuesta más resiliente al paludismo: una estrategia para frenar la resistencia a los medicamentos antipalúdicos (en inglés) y una iniciativa para detener la propagación del Anopheles stephensi (en inglés), un vector del paludismo. Además, un nuevo marco mundial (en inglés) para responder al paludismo en las zonas urbanas, elaborado conjuntamente por la OMS y ONU-Hábitat, proporciona orientaciones a los líderes municipales y a las partes interesadas en la esfera del paludismo.

Entretanto, está lista una sólida línea de investigación y desarrollo que permitirá incorporar una nueva generación de instrumentos para el control del paludismo que podrían ayudar a acelerar los avances para la consecución de las metas mundiales.

Las oportunidades clave incluyen mosquiteros de larga duración con nuevas combinaciones de insecticidas y otras innovaciones en el terreno del control de vectores, como cebos específicos que atraen a los mosquitos, repelentes nebulizables e intervenciones de ingeniería genética con los mosquitos. También se están desarrollando nuevas pruebas diagnósticas, así como medicamentos de próxima generación que salvan vidas para responder a la resistencia a los medicamentos antipalúdicos.

A partir de finales de 2023, se espera además que millones de niños que viven en las zonas en las que el riesgo de contraer el paludismo y morir de esa enfermedad es más alto se beneficien de los efectos salvadores de la primera vacuna antipalúdica mundial, la RTS,S. Otras vacunas contra el paludismo se encuentran en fase de desarrollo.

Según el informe, estas oportunidades solo podrán aprovecharse plenamente si se intensifican los esfuerzos para garantizar que nadie se quede atrás. Los países donde el paludismo es endémico deben seguir fortaleciendo sus sistemas de salud, basándose en un enfoque de atención primaria de la salud, a fin de garantizar el acceso a servicios e intervenciones de calidad para todas las personas que los necesiten.

Entregan a Infomed reconocimientos por el 30 aniversario de su constitución

La Sociedad Cubana de Ciencias de la Información – Socict y el Departamento de Ciencias de la Información de la Universidad de La Habana, entregaron este jueves sendos diplomas a INFOMED, la red de salud de Cuba, que este 18 de diciembre celebra el 30 aniversario de su fundación.

El marco de la Graduación 295 de la carrera Ciencias de la Información fue propicio para reconocer el apoyo y la participación en la formación de sus egresados, de esta red de personas e instituciones que trabajan y colaboran para facilitar el acceso a la información y el conocimiento, necesarios para mejorar la salud de los cubanos y de los pueblos del mundo, durante tres décadas.

La Directora del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, DrC. Ileana R. Alfonso Sánchez, agradeció el gesto y confirmó los estrechos lazos que existen entre esas instituciones en las áreas de la docencia, la investigación y el empleo.

Las comorbilidades marcan el pronóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y actúan de forma recíproca

El estricto control de las comorbilidades en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica disminuye las exacerbaciones, la morbimortalidad y evita los reingresos. Cada vez hay más mujeres con la enfermedad, que cursa de forma diferente a la de los hombres e incluso tiene comorbilidades distintas.

«Las comorbilidades en los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica son más frecuentes en adultos mayores, aquellos con una enfermedad pulmonar más avanzada y en los hospitalizados por una exacerbación aguda». Se han descrito hasta 73 comorbilidades asociadas a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, señaló la Dra. Belén Alonso, coordinadora del Grupo de Trabajo EPOC de la Sociedad Española de Medicina Interna en su presentación en la mesa Comorbilidades en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que tuvo lugar en el transcurso del 43 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrado en Gijón.

Según recoge la nota de prensa de la sociedad científica, la moderadora, Dra. María Gómez Antúnez, señaló:[1] «El abordaje y tratamiento correcto de estas comorbilidades resultan fundamentales para mejorar la calidad de vida del paciente, disminuir las exacerbaciones, evitar reingresos y disminuir la morbimortalidad de las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica».

Los diferentes trabajos publicados, dos de ellos por el Grupo de Trabajo EPOC de la SEMI (estudios ECCO y ESMI), indican que las principales comorbilidades de los pacientes con dicha neumopatía son: hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, cardiopatía isquémica, enfermedad renal crónica, enfermedad arterial periférica y osteoporosis. Son menos frecuentes, hepatopatía crónica, neoplasia pulmonar, depresión o enfermedad cerebrovascular.

Hasta 73 comorbilidades descritas

La Dra. Alonso manifestó a Medscape en español: «De esas 73 comorbilidades, algunas menos conocidas o que llaman más la atención son los trastornos del sueño, según una ponencia que trajimos a la mesa, que incluyen desde insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, apneas o hipopneas del sueño. Otras menos conocidas relacionadas con el deterioro cognitivo, con series que reflejan que hasta 60% puede tener algún grado de dicho deterioro, tienen que ver con fase de la enfermedad, hipoxemia o grado de inflamación. Por otro lado, también se ha relacionado con enfermedad de Parkinson y reflujo gastroesofágico, entre muchas otras que salen de la esfera cardiovascular».

Algún trabajo refleja que más de 78% de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica tiene una comorbilidad asociada, casi 69% tiene dos y 47,9% tiene tres.[2]

«En función del sexo, las comorbilidades son diferentes; en mujeres está bien observado que ansiedad, depresión y osteoporosis son más habituales, sin embargo, hipertensión, cardiopatía isquémica y diabetes son más habituales en hombres con enfermedad pulmonar obstructiva crónica», indicó.

«La enfermedad pulmonar en cuestión cursa también de manera diferente en hombres y mujeres, en estas debuta a edades más tempranas (entre 40 y 50 años, en hombres a partir de los 50); asimismo, parece que la enfermedad evoluciona más rápidamente, lo que incide en una peor calidad de vida, ya que toleran peor la disnea, lo que excede las diferencias anatómicas, donde el influjo hormonal juega un papel preponderante», recalcó la Dra. Alonso.

Importancia pronóstica recíproca

La Dra. Alonso señaló: «La importancia pronóstica de las comorbilidades en la enfermedad es recíproca, es decir, que si hay comorbilidades que no buscamos ni tratamos van a tener una influencia negativa en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que progresa más y eleva el riesgo de exacerbaciones (factor pronóstico más importante de esta enfermedad). A su vez, si no estamos tratando bien la enfermedad, no solo farmacológicamente, tendrá repercusiones negativas en las comorbilidades, pudiendo progresar y tener connotaciones negativas, como una diabetes o una cardiopatía isquémica».

Los estudios mencionados ECCO y ESMI incluyen a pacientes de medicina interna con exacerbaciones donde se ha hecho un mapeo por comorbilidades más habituales, aunque también hay amplia bibliografía de comorbilidades de pacientes que ingresan en otros servicios ajenos a medicina interna. «En cuanto a implicaciones pronósticas, nuestro grupo de trabajo observó muy claramente las comorbilidades y el comorbidoma, ese sistema solar que aparece tanto en los congresos y foros médicos, que implica que la mayor cercanía con el centro de ese sistema solar se relaciona más con mortalidad, ansiedad, depresión, cáncer de mama; otras patologías, como cardiopatía isquémica o dislipidemia, quedan fuera de ese territorio de mayor riesgo, en el cual hemos sido más pioneros que otros grupos», destacó la especialista.[3]

La tendencia actual es que la edad de estos pacientes está aumentando, cada vez hay más mujeres que presentan esta patología. Según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre las enfermedades respiratorias, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en población de 40 años y más se sitúa en 33,9 casos por cada 1.000 habitantes, siendo más del doble en hombres que en mujeres (47,7 frente a 21,3). La prevalencia aumenta con la edad a partir de los 40 años de forma progresiva hasta alcanzar la mayor frecuencia en el grupo de edad de 80 a 84 años.

En el año 2019 los fallecimientos por enfermedad pulmonar obstructiva crónica en nuestro país fueron de 13.808 (9.907 en hombres y 3.901 en mujeres), con una tasa bruta de mortalidad de 29,3 defunciones por 100.000 habitantes, habiendo descendido respecto a 2018. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica causa 2,5 veces más defunciones en hombres que en mujeres. Desde el año 2001 hasta 2019 hay una tendencia descendente de la mortalidad por dicha patología tanto en hombres como en mujeres, disminuyendo 43%: en varones casi 50% y en mujeres 33%.

Muy prevalente el síndrome de superposición

El Dr. Javier Sánchez Lora, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, expuso el tema de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y los trastornos del sueño; concretamente el síndrome de superposición (overlap): enfermedad pulmonar obstructiva crónica más apnea obstructiva del sueño, que según el documento internacional de consenso de apnea obstructiva del sueño debe tener un índice de apneas-hipopneas (IAH) igual o mayor a 15 por hora o bien igual o mayor de 5, con uno o más de los siguientes factores: excesiva somnolencia diurna, sueño no reparador, cansancio excesivo y deterioro de la calidad de vida relacionada con el sueño y no justificada por otras causas.[4]

«El síndrome [de superposición] afecta a 3% a 66% de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y a 7% a 55% de apnea obstructiva del sueño», destacó. Este síndrome tiene efectos importantes en diferentes sistemas, a nivel cardiovascular (hipertensión arterial y pulmonar, insuficiencia cardiaca, ictus, arritmias, cardiopatía isquémica, tromboembolismo pulmonar), efectos metabólicos (resistencia a la insulina, diabetes, síndrome metabólico), efectos neurocognitivos (demencia, depresión) y neoplásicos (pulmón, páncreas, esófago).

«Estos pacientes tienen un peor pronóstico que los que tienen esas patologías de forma aislada. Durante el sueño padecen episodios de desaturación de oxígeno más frecuentemente y tienen un mayor periodo total de sueño con hipoxemia e hipercapnia que aquellos con apnea obstructiva aislada sin enfermedad pulmonar obstructiva crónica», expuso el Dr. Sánchez.

Los eventos apneicos de pacientes con el síndrome tienen una hipoxemia más profunda y más arritmias, además de ser más susceptibles a desarrollar hipertensión pulmonar que los que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica o apnea del sueño solamente. «La buena noticia es que en los pacientes con overlap el empleo de ventilación con presión positiva reducen todas las causas de hospitalización y las visitas a urgencias, así como las exacerbaciones moderadas y graves de la enfermedad».

El Dr. Sánchez se refirió a una serie de recomendaciones en la práctica clínica para diagnóstico y tratamiento del síndrome de superposición: cribado, terapia combinada de medidas higienico-dietéticas y el uso de la presión respiratoria positiva continua. La oxigenoterapia para corregir las desaturaciones nocturnas aisladas no ha demostrado beneficios en la sobrevida, si bien puede realizarse un ensayo de beneficio de síntomas atribuibles a hipoxemia nocturna en pacientes con comorbilidad significativa.

Infradiagnóstico de una enfermedad multisistémica y asignaturas pendientes

«En la mesa también se habló de la importancia de que desde la medicina interna hagamos un esfuerzo para reducir el infradiagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y de sus comorbilidades. Los especialistas en medicina interna tienen que tomar conciencia de que esta patología no es solamente pulmonar, sino multisistémica, compleja, heterogénea y muy variable hasta en un mismo paciente».

La Dra. Alonso señaló: «En lo importante que es diagnosticar esta enfermedad seguimos con un infradiagnóstico mayor de 70% para varones y de 80% para mujeres y en segundo lugar, hay que hacer una búsqueda activa de comorbilidades asociadas a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, incluso aprovechando el ingreso de estos pacientes con las exacerbaciones que son una circunstancia habitual no deseada».

«En cuanto a ensayos en marcha, tenemos un estudio que nos llegó en plena pandemia de COVID-19: ADEG-EPOC, que tiene que ver con la adecuación y el impacto de las exacerbaciones graves y muy graves en los pacientes que ingresan en nuestros servicios», indicó la especialista.

«También desde el grupo estamos pendientes de publicar un tratado actualizado, que ya hicimos en 2014, sobre las comorbilidades más frecuentes e importantes asociadas a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, donde hablamos de las 20 más importantes». Además de un capítulo adicional sobre el tratamiento actualizado a las últimas novedades de la Guía Gold 2023, que apareció en noviembre, aprovechando el mes de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y se publicará de forma inminente.

Tomado de Medscape noticias

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