
La Organización Mundial de la Salud definió a la osteoporosis en mujeres de etnia blanca posmenopáusicas como la densidad ósea en la cadera o la columna lumbar que es 2,5 desviaciones estándar o menos (puntuación T ≤ –2,5) que la densidad mineral ósea media, medida en ese sitio, para una población de referencia de mujeres de etnia blanca sanas. Con el tiempo, dicha definición se convirtió en la norma de referencia para todos los grupos poblacionales y hasta para los hombres.
Por su parte, las fracturas por fragilidad (también conocidas como «de baja energía» o «de bajo traumatismo») son fracturas sufridas por una caída desde una altura de pie o más baja, que no causaría una fractura en la mayoría de las personas sanas. Además, la fractura osteoporótica mayor se define como una fractura de la cadera, la columna vertebral, la muñeca o el hombro.
El US Preventive Services Task Force (USPSTF) formula recomendaciones publicadas en la revista JAMA. 2025; 333(6): 498–508 sobre la eficacia de servicios específicos de atención preventiva para pacientes sin signos o síntomas obvios relacionados, con el fin de mejorar la salud de las personas en todo el país. Sus recomendaciones se basan en la evidencia de los beneficios y perjuicios del servicio y en una evaluación del equilibrio. El USPSTF no considera los costos de la prestación de un servicio en esta evaluación.
El USPSTF reconoce que las decisiones clínicas implican más consideraciones que la evidencia. Es decir, los profesionales clínicos deben comprender la evidencia, pero individualizar la toma de decisiones según el paciente o la situación específica. De igual manera, el USPSTF señala que las decisiones sobre políticas y cobertura implican consideraciones adicionales a la evidencia de los beneficios y perjuicios clínicos.
Los médicos deben determinar primero, en este grupo poblacional, la presencia de factores de riesgo para osteoporosis y fracturas, que son los siguientes:
- Bajo peso corporal.
- Antecedentes parentales de fractura de cadera.
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
Para las mujeres posmenopáusicas menores de 65 años que tengan uno o más de los factores de riesgo mencionados, la USPSTF recomienda aplicar una herramienta de evaluación de riesgos clínicos. Es decir, una que esté diseñada para identificar la osteoporosis o predecir el riesgo de fracturas y ayudar a decidir si se justifica el cribado.
FRAX es la herramienta de evaluación del riesgo de fractura más estudiada. Existen versiones específicas para cada país, que se han calibrado utilizando datos de incidencia y mortalidad de cada región geográfica. FRAX predice la probabilidad de fractura de cadera a 10 años o de fractura osteoporótica mayor, en personas de 40 a 90 años, mediante el uso de datos demográficos y clínicos solos o en combinación con la densidad mineral ósea medida en el cuello femoral.
El cribado de la osteoporosis para prevenir fracturas debería ser, según la USPSTF, una medición de la densidad ósea con absorciometría central de rayos X de energía dual, con o sin evaluación del riesgo de fractura. Los estudios de cohortes analizados indicaron que la repetición de estas pruebas en un intervalo de 4 a 8 años no producía una precisión adicional en la predicción de las fracturas.
Se recomiendan intervenciones de ejercicio para prevenir las caídas en los adultos de 65 años o más. Ya en su declaración de 2018, la USPSTF desaconsejó la suplementación con 400 UI o menos de vitamina D y 1000 mg o menos de calcio en mujeres posmenopáusicas para prevenir fracturas.
Vea el texto completo en: Recomendaciones para el cribado de osteoporosis. Intramed. Artículos – 30 de marzo de 2025 (debe registrarse en el sitio web).