La PediatrÃa está de luto por el deceso del profesor Dr. Santiago Valdés MartÃn. Es muy difÃcil en apretada sÃntesis hacer un resumen de la vida y obra de nuestro querido y respetado profesor de profesores. Sin lugar a dudas es una pérdida sensible de quien fuera el principal promotor e impulsor del desarrollo de la nefrologÃa pediátrica en nuestro paÃs a tal punto que lo consideramos como el «padre de la nefrologÃa pediátrica», independientemente que hubo otros profesores que también fueron importantes en el desarrollo de la especialidad.
El profesor Valdés MartÃn nació el 21 de septiembre de 1931 en Pinar del RÃo, donde cursó la primera enseñanza y en 1943, a los 12 años, ingresó en el instituto de Segunda Enseñanza. En 1948 se traslado al Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao donde se graduó de bachiller en ciencias en julio de ese mismo año.
Estudió Medicina en la Universidad de La Habana desde 1948 hasta su graduación en noviembre de 1955. En 1956 comenzó a trabajar en el Hospital Municipal de la Infancia, que después tomó el nombre de Hospital «Pedro Borrás» como médico honorario en la Sala «L» trabajando con el profesor Dr. José Jordán en la primera sala de enfermedades diarreicas agudas de nuestro paÃs y algún tiempo también en la sala de misceláneas de esa institución. En 1959 comenzó a colaborar en la docencia de pediatrÃa en ese mismo hospital, del cual fue nombrado médico residente en 1960. Fue de los galenos que no abandonaron el paÃs al triunfo de la Revolución, manteniéndose al servicio de su pueblo.
A partir de 1956 trabajó como médico de guardia, en consulta externa y haciendo visitas a domicilio en la clÃnica pediátrica «Fundación Marfán» del Vedado, hasta 1961, cuando cesa en esa labor al comenzar como docente de PediatrÃa en la Universidad de La Habana. En ese año fue nombrado instructor graduado de PediatrÃa de la Escuela de Medicina. En 1962 fue jefe de residentes del hospital infantil “Pedro Borrás», donde más tarde en 1964 fue ascendido a profesor auxiliar y nombrado especialista auxiliar. A partir de entonces fue jefe de servicio hasta el año 1970 en que se traslada al recién inaugurado Hospital Pediátrico Centro Habana.
En el hospital infantil «Pedro Borrás» habÃa ocupado el cargo de subdirector en dos periodos diferentes: 1963-1964 y 1966-1969. En dicho centro comenzó la realización la diálisis peritoneal en pacientes pediátricos en el año 1967. Apoyó la docencia de la asignatura pediátrica en su natal Pinar del RÃo durante 10 meses en 1968.
Al comenzar en 1970 en el Hospital Pediátrico Centro Habana lo hizo como jefe de servicio y subdirector docente y, a partir de entonces, comenzó a desarrollar los estudios de niños con enfermedades renales, realizó las primeras biopsias renales en esta institución y continuó desarrollando la diálisis peritoneal intermitente que habÃa iniciado junto al profesor Carriles en el Hospital «Pedro Borrás», a pacientes con insuficiencia renal aguda y crónica.
En 1971 se le designó jefe del departamento de PediatrÃa de la escuela de Medicina de la Universidad de La Habana por lo cual no pudo seguir al frente de la subdirección del hospital.
En 1977 asume nuevamente la subdirección docente y es nombrado jefe del departamento docente de la facultad No. 1 «Calixto GarcÃa» hasta 1984; desde ese año, hasta 1988 ocupó la responsabilidad de profesor principal de PediatrÃa de dicha facultad.
Fue nombrado también profesor principal del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana en el año 1984, cargo que ocupó durante casi 25 años.
En 1981 impulsó la creación del primer servicio de hemodiálisis pediátrica del paÃs en el Hospital Pediátrico Centro Habana y en 1988 se realizó el primer trasplante renal en esa institución, logro que se debe en gran parte a su iniciativa pues hasta ese momento los trasplantes renales en pediatrÃa se realizaban en hospitales de adultos.
En 1994 organizó y constituyó la Red de NefrologÃa Pediátrica Nacional y creó el centro de referencia nacional de nefrologÃa pediátrica el cual se ha encargado de dirigir y organizar la atención nefrológica pediátrica en todo el paÃs; esto ha permitido optimizar la atención de los pacientes pediátricos con enfermedades renales.
En 1996 fue el presidente del comité organizador del I Congreso Ibero Americano de NefrologÃa Pediátrica y del IV Congreso de la Asociación Latinoamericana de NefrologÃa Pediátrica (ALANEPE), el cual fue reconocido públicamente por esta asociación como el mejor congreso que se habÃa organizado hasta la fecha en nuestra área.
Fue coordinador del grupo nacional de trabajo para la especialidad de nefrologÃa pediátrica desde 1998 hasta el 2004.
El profesor Dr. Valdés MartÃn dirigió todos los planes de enseñanza aplicados en la asignatura de PediatrÃa. Fue tutor y asesor de decenas de trabajos de terminación de residencia y publicó diversos trabajos cientÃficos en revistas nacionales y extranjeras. Escribió temas de la especialidad para muchos textos. Una de sus obras más importante fue justamente la denominada «Temas de PediatrÃa» 1ra edición, publicada en el año 2006 por la editorial de Ciencias Médicas, la cual está dedicada especialmente a los estudiantes de Medicina para su rotación por la asignatura de PediatrÃa. También resalta su participación en el libro de autores cubanos tomo V, capÃtulo de nefrologÃa pediátrica, donde se desempeñó como autor principal y coordinador de ambas ediciones.
Fue miembro titular de la Asociación Latinoamericana de NefrologÃa Pediátrica y miembro del Comité Editorial de la revista Archivos Latinoamericanos de NefrologÃa Pediátrica.
En 1977 obtuvo por concurso la categorÃa de profesor titular de pediatrÃa, en 1981 se le convalidó la categorÃa cientÃfica de doctor en Ciencias Médicas y en la década del noventa la de doctor en Ciencias. Fue nombrado profesor consultante de PediatrÃa en el año 2001 y recibió el tÃtulo de profesor de mérito en el 2004.
No hay duda alguna que en su vida profesional el profesor Dr. Santiago Valdés MartÃn abarcó con igual profundidad e intensidad los aspectos asistenciales, académicos y de investigación; pero no puede obviarse la alta dosis de ética que caracterizó siempre en cada una de sus actuaciones en los tres campos mencionados. En el arte de enseñar demostró ser poseedor de un don especial para la transmitir los elementos teóricos y prácticos de la PediatrÃa. Sus conferencias introductorias, metodológicas y magistrales, impregnadas siempre de un profundo conocimiento y de su gran capacidad para comunicarse, constituyen un modelo a seguir para los que aspiren a la excelencia en tan difÃcil modo de enseñanza y su magistral capacidad para obtener siempre el máximo resultado en las actividades prácticas, como pases de visitas y discusiones diagnósticas.
Por todo ello, no solo se le considera como uno de nuestros más celebres pediatras, sino un verdadero profesor de profesores, excelente padre y amigo y un paradigma de profesional revolucionario en el campo de la salud infantil, que siempre será digno de imitar por las actuales y futuras generaciones de pediatras cubanos y a quien mucho habrá que agradecerle por haberse entregado con absoluta fidelidad a su paÃs. Como muestra de la dimensión de su integralidad extendió, durante décadas, su actividad profesional como colaborador destacado de los servicios médicos del Ministerio del Interior. Militó en las filas del Partido Comunista de Cuba.
Lleguen a su esposa e hijos y demás familiares y amigos, en nombre de la Sociedad Cubana de PediatrÃa, de sus compañeros de trabajo del Hospital Pediátrico Centro Habana del cual fue su fundador, nuestras más sentidas condolencias.
Quienes tuvimos la suerte y el privilegio de conocerlo a través de años de trabajo y dedicación a su profesión lo recordaremos con su carácter jovial, su sonrisa contagiosa y su amistad incondicional; como el ejemplo a seguir para que su legado perdure para siempre.
Sociedad Cubana de PediatrÃa
Recibimos con dolor la noticia del fallecimientos del querido profesor y amigo Santiago Valdes Martin. Nos unieron años de trabajo, primero como uno de mis profesores, cuansdo era alumno de medicina, y despues en el trabajo de nefrologÃa pediátrica. Además, nuestras familias siempre estuvieron muy unidas. LLoramos su sentida perdida y siempre le recordaremos con orgullo de haber estado cerca de él.
Mimi y el dr: Alfonzo