
“Soy un orgulloso egresado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba, el proyecto más brillante concebido por el Comandante Fidel Castro en 1998, tras el devastador huracán Mitch, que dejó a Centroamérica sumida en el dolor. En medio de la tragedia, la Revolución Cubana extendió su mano solidaria: médicos cubanos llegaron a recoger cuerpos, sanar heridas y salvar vidas. Ese gesto marcó para siempre a nuestro pueblo, y hoy, en nombre de Honduras, reitero nuestra gratitud eterna”, comentó el doctor Luther Castillo Harry, secretario de Estado en el Despacho de Ciencia y Tecnología de la República de Honduras.
Al intervenir en el segmento de alto nivel, en la V Convención Internacional Cuba-Salud 2025, que sesiona en el Palacio de las Convenciones de La Habana, Castillo recordó que, tras el huracán, Fidel Castro impulsó la creación de la ELAM, un “paraíso en La Habana” que desde 1999 ha formado a más de 31 000 jóvenes de 105 países, incluyendo a miles de hondureños quienes, como él, no tenían acceso a estudios médicos por su alto costo. “Hoy, esta hermandad médica —la más diversa del mundo— salva vidas en todos los continentes”, destacó.
Con emoción, relató cómo los egresados de la ELAM se reencuentran incluso en aeropuertos remotos, compartiendo experiencias de su labor solidaria.
“En Haití, tras el terremoto de 2010, 728 médicos de 26 países graduados en Cuba trabajaron juntos. Hoy, muchos dirigen programas de salud globales”, ejemplificó.
El ministro, miembro de la etnia garífuna —único pueblo afroindígena que preserva su lengua en Honduras—, subrayó el impacto de la ELAM en comunidades marginadas: “En 118 años, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras graduó solo un médico garífuna. En 25 años, Cuba formó más que nuestra universidad en un siglo y medio. Es una respuesta contundente a las desigualdades históricas”.
En el contexto de la inteligencia artificial y los retos globales, Castillo llamó a “priorizar la vida sobre el capital” y a construir sistemas de salud con gobernanza regional. “En Honduras impulsamos una ciencia cercana a la gente, que resuelva problemas cotidianos con conceptos como investigación ciudadana y código abierto. No puede haber nadie atrás”, afirmó.
Cerrando su intervención, el ministro homenajeó a Cuba: “Hoy alzamos la voz para defender este legado. No hay oro que pague lo que la ELAM ha dado al mundo. Seguiremos luchando por esa solidaridad que cambia vidas”.
“Nuestra colaboración con Cuba ha permitido que miles de bahameños reciban atención médica de calidad y costo-efectiva, y por ello estamos profundamente agradecidos”, señaló el ministro de Salud de Bahamas, Michael Darville, al intervenir en el segmento de alto nivel, en la V Convención Internacional Cuba-Salud 2025, que sesiona en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
El ministro comentó que junto a la delegación de su país que participa en el evento, el más importante que desarrolla el sector de la salud en Cuba, tuvo la oportunidad de interactuar con numerosas empresas innovadoras de tecnología médica, proveedores farmacéuticos y compañías de investigación médica.
“Esto demuestra una vez más que, a pesar del injusto bloqueo, Cuba sigue produciendo dispositivos médicos de alta calidad y medicamentos, y brindando apoyo médico rentable a pequeños estados insulares en desarrollo como las Bahamas”.
Agradeció al gobierno y al pueblo por su cálida bienvenida y su maravillosa hospitalidad. “Las Bahamas somos un pequeño archipiélago con una población de 100 000 habitantes, compuesto por unas 700 islas, de las cuales 31 están habitadas. Si bien nuestra geografía nos ha bendecido con cientos de millas de playas hermosas, también nos ha planteado el desafío de llevar servicios de salud a las islas menos pobladas”, comentó.
El ministro de Bahamas señaló que los recientes embates del huracán Dorian y la pandemia de covid-19 han exacerbado estos desafíos de manera dramática. “La destrucción causada por el huracán a nuestra infraestructura sanitaria nos privó de la capacidad de responder adecuadamente a la crisis de salud que siguió. Justo después de Dorian, nos golpeó la pandemia, lo que complicó aún más nuestra respuesta multisistémica. Sin embargo, estamos orgullosos de haber dado lo mejor de nosotros para brindar atención médica y de enfermería crítica a nuestra población en el peor momento de la pandemia”, dijo.
“Mientras otros países desarrollados recurrían a medidas de emergencia, me complace decir que, a pesar de los desafíos económicos agravados por los desastres naturales, hemos logrado reconstruir el país”, comentó.
El ministro de Bahamas apuntó que “nunca olvidamos las lecciones aprendidas. En medio de estas adversidades, mi país sigue comprometido con revitalizar su sistema de salud mediante la cobertura universal y el apoyo de naciones aliadas como Cuba”.
En otro momento de su intervención, se refirió a que tras más de tres años de intensas negociaciones, los Estados miembros de la OMS han completado una propuesta histórica para fortalecer la colaboración global en la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias. “Esta iniciativa es crucial para pequeños estados insulares como las Bahamas y será presentada el próximo mes en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra. Les aseguro que estaremos presentes en esas discusiones”, dijo.
Subrayó que el acceso equitativo a recursos financieros, medicamentos, diagnósticos y colaboración con países en desarrollo como Cuba es vital. “Por ello, continuamos abiertos a la contratación de especialistas en salud pública, médicos, enfermeros y profesionales afines de Cuba, África y Filipinas, cuyos recursos humanos capacitados pueden desplegarse sin afectar sus propios sistemas de salud”.
Destacó que la colaboración entre Bahamas y Cuba y la calificó de un éxito. “Durante años, Cuba ha sido un pilar en nuestra asistencia médica. En 2023, mi ministerio estableció el programa de oftalmología Bright Vision con el Ministerio de Salud Pública de Cuba. Este programa financiado por el gobierno ha devuelto la vista a cientos de pacientes, mejorando su calidad de vida y reintegrándolos a la sociedad”.
Comentó también que los pacientes con cataratas o necesitados de cirugías retinianas son evaluados en Bahamas por oftalmólogos cubanos y, tras ser aprobados, viajan a Cuba para ser operados en el Centro de Oftalmología de La Habana. “Todo el paquete —viaje, alojamiento, transporte y alimentación— es organizado por mi ministerio y cubierto por el gobierno bahameño. El éxito de este programa es tan notable que se reanudará el próximo mes”, dijo.
Además, apuntó, “planeamos lanzar iniciativas similares en oncología, ortopedia, cardiología y medicina rehabilitadora”.
Al finalizar sus palabras, señaló que “mientras las Bahamas nos preparamos para la temporada de huracanes, construir un sistema de salud resiliente al clima sigue siendo prioritario. Al igual que otros pequeños estados insulares, luchamos contra los efectos del cambio climático en la salud reduciendo nuestra huella de carbono. La colaboración con Cuba nos ha enseñado que siempre es posible hacer más por la salud de los pueblos”.
“Aprendimos mucho del sistema integrado de salud cubano, y esos conocimientos nos guiarán hacia un futuro más sostenible”, concluyó.
Una sola salud, la vía para construir sistemas resilientes
El ministro de Salud y Bienestar Infantil de Zimbabwe, doctor Douglas T. Mombeshora, resaltó durante su intervención en la V Conferencia Internacional Cuba-Salud 2025 la importancia de la estrategia “Una sola salud” para fortalecer los sistemas sanitarios frente a desafíos globales. El evento, que reúne a expertos en el Palacio de las Convenciones de La Habana, promueve la cooperación internacional en materia de salud pública.
Mombeshora subrayó que este enfoque integral —que vincula la salud humana, animal y ambiental— es fundamental para África y el mundo en la construcción de resiliencia ante futuras crisis.
“El enfoque ՙUna sola salud՚, definido por la OMS como un marco integral que articula políticas, legislación e investigación multisectorial para mejorar los resultados de salud pública, es un modelo que busca equilibrar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, reconociendo su interdependencia”, destacó.
Señaló que los desafíos actuales —enfermedades infecciosas emergentes, resistencia microbiana, seguridad alimentaria— exigen colaboración entre sectores. “ՙUna sola salud՚ aborda el espectro completo del control de enfermedades, desde la prevención hasta la gestión, fortaleciendo la seguridad sanitaria global. Su aplicación es relevante en todos los niveles: comunitario, nacional y regional, mediante gobernanza compartida, comunicación y coordinación”.
Subrayó que África prioriza este enfoque. “El Centro Africano para el Control de Enfermedades (África CDC) lo adoptó en 2018 para enfrentar amenazas como zoonosis, enfermedades vectoriales y resistencia antimicrobiana. Contamos con un Grupo de Trabajo Técnico multisectorial que integra vigilancia e inteligencia epidemiológica, respuesta médica y prevención y control”.
El ministro apuntó que “entre nuestras acciones clave destacan la fuerza de tarea de la Unión Africana sobre resistencia antimicrobiana, el refuerzo de capacidades diagnósticas en laboratorios humanos y veterinarios, el programa de formación profesional”.
“Zimbabwe ha avanzado significativamente”, dijo al señalar que “en 2023, participamos en un taller regional con 15 países para desarrollar una estrategia a largo plazo. Hemos logrado avances notables contra el VIH/SIDA y fortalecido nuestra infraestructura de laboratorios —14 centros mejorados con apoyo del Fondo Global—. Además, actualizamos nuestros planes de preparación ante pandemias y colaboramos activamente en iniciativas globales”.
Al concluir, reiteró el compromiso de su país con el principio de ՙUna sola salud՚. “Invertiremos en investigación para comprender los impulsores de las amenazas sanitarias y seguiremos trabajando con la OMS y socios internacionales. Este enfoque no es opcional: es la vía para construir sistemas de salud resilientes en África y el mundo”.
No es posible “Una sola salud” sin cobertura sanitaria universal
El ministro de Salud Pública José Ángel Portal Miranda subrayó el compromiso de Cuba con la salud como derecho humano y bien público global y como expresión concreta de solidaridad entre los pueblos, al intervenir este martes en el panel “Cobertura Universal de Salud: La contribución desde el enfoque Una sola salud”.
En el panel de alto nivel, que sesionó durante la V Convención Internacional Cuba Salud 2025, el ministro resaltó la importancia de la cobertura sanitaria universal y el enfoque “Una sola salud”, que integra la salud humana, animal y ambiental.
“La interdependencia entre estos ámbitos exige soluciones intersectoriales y coordinadas”, afirmó, añadiendo que la pandemia de covid-19 evidenció las desigualdades globales en acceso a vacunas y medicamentos. Destacó que, pese a desafíos como las enfermedades crónicas, el cambio climático y las crisis sanitarias, la cooperación internacional y la innovación tecnológica son clave para construir sistemas sanitarios resilientes.
Entre los retos urgentes, mencionó desigualdades en acceso a salud, agravadas por brechas entre países ricos y pobres; el aumento de enfermedades crónicas y emergentes, como diabetes y zoonosis, en un contexto de “sindemia”; el impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades y la seguridad alimentaria.
“Vivimos tiempos en los que la interconexión del mundo no solo acelera los riesgos, sino también multiplica las oportunidades para actuar colectivamente. Esa realidad concede una mayor importancia al diálogo sobre cómo avanzar hacia sistemas sanitarios más resilientes, equitativos y sostenibles, que sean capaces de garantizar el acceso universal sin dejar a nadie atrás”, dijo Portal Miranda.
El ministro enfatizó que lograr “salud para todos” requiere mayor inversión, colaboración intersectorial y políticas públicas centradas en la equidad. “Cuba demuestra que es posible avanzar, incluso en tiempos complejos”, dijo, citando décadas de trabajo en salud universal.
Señaló que “a la luz del actual contexto que vive la humanidad, con la experiencia acumulada de una pandemia global como lo fue la covid-19, con las lecciones que nos deja la cooperación internacional en Salud, y con la visión transformadora que impulsa esta Convención, tenemos la oportunidad de avanzar en la construcción de un pensamiento crítico y aportador, compartir experiencias y generar propuestas que tengan impacto real en la salud”.
Por su parte, el director general de la Organización de Salud de África Occidental, Melchior AISSI, abogó por priorizar la salud como base del desarrollo económico.
En su discurso, AISSI resaltó el compromiso de su organización durante 47 años en priorizar la salud como pilar fundamental del desarrollo económico. “Desde 1880 hasta los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015), cometimos el error de centrarnos solo en la enfermedad. Hoy redefinimos la salud como bienestar físico, mental y social, con la participación comunitaria como eje esencial”, afirmó.
El alto funcionario subrayó la importancia del apoyo internacional para capacitar especialistas que fortalezcan los hospitales regionales, implementar programas de formación in situ para mejorar las capacidades locales y replicar un modelo humano donde “el Estado asuma la salud como determinante económico”.
A su vez, la colombiana Natalia Sediel, integrante del Panel Cuadripartita de “Una sola salud”, resaltó el liderazgo de la isla en la implementación de este enfoque multisectorial.
“El gobierno de Cuba nos está dando un ejemplo muy grande de cómo trabajar en cooperación, colaboración y comunicación desde el más alto nivel”, afirmó Sediel. Criticó que en otros países persiste “falta de voluntad política” para adoptar este modelo, pese a su urgencia tras la pandemia de covid-19.
La mayoría de los sistemas de salud aún no integran el enfoque, alertó. “No ha permeado lo suficiente. No podemos avanzar si no reconocemos la interconexión entre salud humana, animal y ecosistemas”, dijo.
Cada país debe crear sus propios mecanismos de gobernanza: “No es una fórmula única; es un paso a paso que requiere compromiso político”, agregó Sediel.
Destacó la convención como espacio para “hablar el mismo idioma” y generar evidencia sobre implementación práctica.
Subrayó la equidad como pilar: Es un compromiso real con comunidades vulnerables y entre especies. La deforestación y el tráfico ilegal de animales aceleran crisis sanitarias”.
Enfatizó que la pérdida de biodiversidad y la contaminación son “impulsores clave” de nuevas pandemias. Como sobreviviente de covid-19 y neumonía severa, Sediel prometió divulgar los aprendizajes del evento: “Socializaré todo lo aprendido aquí para replicarlo en Latinoamérica y el Caribe”.
De acuerdo con los panelistas, la cobertura sanitaria universal no es solo un objetivo técnico, sino un imperativo ético y político, especialmente bajo el enfoque “Una sola salud”, que reconoce la interdependencia entre humanos, animales y medioambiente. Este enfoque exige romper barreras entre disciplinas y naciones para enfrentar desafíos globales complejos.
La Convención Cuba Salud 2025 reúne a expertos y autoridades sanitarias de todo el mundo para debatir estrategias que garanticen sistemas de salud más resilientes y accesibles, en línea con los principios de cobertura universal y el enfoque integral “Una sola salud”. [Por: Lisandra Fariñas Acosta, para Cubadebate]