Actualidad

¿Cuál ha sido la evolución de los arbovirus en el país?

La Doctora en Ciencias María Eugenia Toledo Romaní, investigadora del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), afirmó este jueves en la Mesa Redonda que el chikungunya “puede realmente llevar a la muerte”, al intervenir en el espacio televisivo dedicado a la actualización sobre la evolución de los arbovirus en el país.

La científica explicó que su presentación se centraría en añadir evidencias internacionales y datos nacionales para esclarecer qué se puede esperar respecto a esta enfermedad. En ese sentido, precisó que no es posible actualmente hacer un pronóstico de largo plazo sobre el comportamiento del chikungunya en Cuba, por tratarse de la primera experiencia de exposición al virus que genera una epidemia de gran magnitud y extensión.

“Aunque habíamos tenido reportes de chikungunya por allá por el año 2015 en Santiago de Cuba, no en las magnitudes y en el comportamiento que está teniendo”, dijo. Agregó que, a diferencia del dengue —con el cual se pueden hacer pronósticos por su comportamiento endemoepidémico y los datos acumulados—, con el chikungunya solo se pueden hacer pronósticos de corto plazo, pero no determinar cuándo terminará la ola epidémica.

Para tener elementos de análisis, la investigadora señaló que es necesario comparar con otros brotes epidémicos internacionales. Enfatizó que la epidemia no es exclusiva de Cuba, pues entre 2020 y 2024 más de 119 países y territorios de las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud han reportado brotes de chikungunya, incluyendo casos recientes en el sur de Francia y en la isla La Reunión.

No obstante, la experta destacó que Cuba enfrenta un contexto particular que hace a su población más propensa. Entre los elementos que citó se encuentran la alta susceptibilidad poblacional por no haber tenido una emergencia previa, con tasas de ataque que oscilan entre el 30 y el 70 %; una estructura demográfica envejecida con comorbilidades acumuladas;una mayor movilidad interna e internacional que facilita el intercambio de virus y vectores; y la circulación simultánea de otras arbovirosis como el dengue.

También se refirió a las limitaciones en la efectividad de las estrategias de control, como la fumigación —cuya efectividad no es del 100 %—, a lo que se suman condicionantes socioeconómicos, ambientales y de higiene urbana.

Sobre la duración de la epidemia, Toledo Romaní mostró curvas epidémicas de países como Paraguay, Bolivia y Brasil, donde el chikungunya genera brotes “muy explosivos” que se expanden rápidamente, con un comportamiento estacional vinculado al incremento de mosquitos. Señaló que el aumento significativo de casos en Cuba a partir de la semana 40 del año está relacionado con la reanudación del curso escolar y la concentración de personas en espacios con infestación de mosquitos.

La científica pronosticó que probablemente los próximos brotes en Cuba no sean tan grandes, debido a la inmunidad adquirida por quienes se enfermen, aunque advirtió que la amplia movilidad poblacional puede generar focos aislados que compliquen el control, tal como se ha observado en estudios realizados en Cienfuegos.

Ante la preocupación ciudadana por el alto número de enfermos en poco tiempo, la investigadora recordó la cocirculación de varios arbovirus —dengue y oropouche—, lo que puede generar confusión en la población. Subrayó la importancia de buscar atención médica para un diagnóstico correcto, especialmente en un período de incremento también de infecciones respiratorias y posibles coinfecciones.

Alertó, además, sobre la necesidad de monitorear enfermedades como la leptospirosis tras el paso de eventos climatológicos extremos, lo que podría complicar aún más el escenario epidemiológico.

Respecto a la letalidad del chikungunya, la doctora Toledo Romaní presentó datos de epidemias en Paraguay y Brasil, donde se observa que, aunque se reportan muertes por dengue, una parte significativa de los fallecimientos está asociada al chikungunya, con tasas de letalidad que pueden rondar el 1,1%, similares a las del dengue. Los grupos de mayor riesgo son los adultos mayores y los lactantes menores de un año.

Para finalizar, enfatizó la importancia de la alerta temprana, no solo a través de la búsqueda de atención médica, sino también mediante la vigilancia de indicadores como el ausentismo escolar y laboral por fiebre, que pueden señalar la intensificación de la transmisión en una comunidad.

“El monitoreo de las intervenciones de control debe ser muy sistemático y continuo, porque en estas enfermedades no se puede apostar a un solo método de control”, afirmó. Concluyó que la higiene ambiental, las acciones personales en los hogares, sumadas a las estrategias del Ministerio de Salud Pública y a los métodos novedosos que se implementen, son elementos en los que toda la población puede y debe contribuir.

Vigilancia, diagnóstico y referencia de arbovirosis

La jefa del Centro de diagnóstico del Instituto Pedro Kourí, la Dra. C. María Guadalupe Guzmán Tirado, explicó a los televidentes acerca de la confluencia de estos junto a los virus respiratorios.

Expresó que en estos momentos se registran en Cuba 17 virus respiratorios. Para aclarar más acerca del tema, la especialista mostró en imágenes cómo se hace la vigilancia de laboratorio de dengue y otros arbovirus en Cuba. Explicó que la Red de Laboratorios de Microbiología en Cuba, organizada bajo la rectoría del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), tiene como Laboratorio Nacional de Referencia al Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), y se articula con una amplia infraestructura que incluye los Centros Municipales y Provinciales de Higiene, Epidemiología y Microbiología, así como los laboratorios de microbiología en policlínicos y hospitales.

A esta red se suman otras estructuras especializadas como la Red de Laboratorios de Diagnóstico Molecular a nivel provincial, la Red de Laboratorios SUMA y la Red de Laboratorios de Entomología, conformando un sistema integral que garantiza la vigilancia, el diagnóstico y la investigación en salud pública en todo el país.

Para estudiar con profundidad cualquier nueva enfermedad que pueda aparecer, el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK) cuenta con 23 Laboratorios Nacionales de Diagnóstico y/o Referencia, acreditados por la OMS/OPS, que se organizan en tres grandes grupos:

  1. Virología, dedicada al estudio de hepatitis, enfermedades diarreicas agudas virales, parotiditis, rubéola y sarampión, rabia, influenza y otros virus respiratorios, infecciones de transmisión sexual, arbovirus, poliovirus y enterovirus.
  2. Bacteriología, enfocada en micoplasmas, infecciones respiratorias agudas bacterianas, micología, tuberculosis, leptospiras y brucelas, treponemas y otros patógenos especiales, neisseras y helicobacter, además de la vigilancia de la resistencia antimicrobiana en infecciones asociadas a la atención sanitaria y las enfermedades diarreicas bacterianas; y
  3. Parasitología, que aborda parásitos intestinales, toxoplasma, zoonosis, malaria, leishmania y tripanosoma.

El IPK, además, ostenta el reconocimiento internacional como Centro colaborador de la OPS/OMS para el control del dengue y como Centro colaborador para la tuberculosis, consolidando su papel estratégico en la vigilancia y control de enfermedades transmisibles en Cuba y la región.

Los Laboratorios nacionales de referencia del IPK cumplen un papel esencial dentro del sistema de salud cubano, al encargarse de realizar diagnósticos especializados, introducir nuevos métodos y tecnologías, desarrollar investigación científica y ofrecer capacitación continua.

Además, brindan atención técnica a la red de laboratorios del país, validan diagnosticadores y equipos, garantizan el control de calidad en toda la red y emiten alertas oportunas al sistema nacional de salud, consolidando así su función estratégica en la vigilancia, prevención y respuesta frente a enfermedades transmisibles.

Guzmán Tirado expresó también que el IPK ha desempeñado un rol decisivo en lapreparación y diagnóstico de epidemias y brotes que han impactado a Cuba y la región, acumulando una trayectoria que inicia con las epidemias de dengue desde 1977 y se extiende hasta la actualidad.

Entre los eventos más relevantes atendidos por sus laboratorios se encuentran la pandemia de influenza H1N1 en 2009, el brote de cólera en 2012, la introducción del virus Zika en 2016, la emergencia global del SARS-CoV-2 en 2020, la aparición de Mpox en 2022, el diagnóstico de Oropouche en 2024 y, más recientemente, la detección de Chikungunya en 2025.

Esta experiencia consolidada reafirma al IPK como un pilar en la vigilancia epidemiológica y en la respuesta rápida frente a enfermedades emergentes y reemergentes.

La vigilancia de laboratorio del dengue y otros arbovirus en Cuba se sustenta en la Atención primaria de salud (APS) y articula componentes clínicos, epidemiológicos, virológicos, entomológicos y ambientales, con el IPK como Laboratorio Nacional de Referencia.

En este sistema, la vigilancia serológica se realiza a través de una red de laboratorios con capacidad para estudios de IgM dengue mediante la tecnología UMELISA del Centro de inmunoensayo (CIE), bajo el control de calidad del IPK, lo que permite detectar incrementos de casos de dengue o flavivirus y sospechar la presencia de otros agentes cuando los resultados son negativos. La vigilancia molecular, basada en técnicas de PCR y TR, se aplica para dengue, zika, chikungunya, oropouche, fiebre amarilla, mayaro y otros arbovirus, posibilitando la identificación del virus circulante, el estudio de casos graves y fallecidos, complicaciones neurológicas y cardiovasculares, así como la vigilancia en embarazadas, transmisión vertical, neonatos, niños y viajeros, con extensión del diagnóstico a laboratorios de La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba.

Finalmente, comentó que la vigilancia genómica complementa el sistema mediante la identificación de genotipos y linajes virales, consolidando una estrategia integral que fortalece la capacidad del país para enfrentar epidemias y brotes de arbovirosis, así como identificar la circulación nacional de cualquier enfermedad.

 

¿Qué sucede con los niños?

La doctora Yamirka Montesinos Felipe, jefa del grupo nacional de terapia intensiva pediátrica, explicó en la Mesa Redonda cómo se está comportando la fiebre chikungunya en la edad pediátrica.

«Si bien es verdad que la enfermedad es una enfermedad viral autolimitada, en la edad pediátrica tiene formas típicas y atípicas de presentación, al igual que en los adultos», dijo.

Montesinos Felipe comentó que dentro de las formas típicas de presentación, lo que se publica en la literatura de los países que han tenido la epidemia, y lo que nosotros hemos evidenciado y recopilado con los médicos que asisten directamente a los pacientes, es que la enfermedad cursa con las manifestaciones clínicas descritas.

Entre los síntomas más frecuentes en las edades pediátricas, la doctora mencionó la fiebre, las lesiones de piel, los dolores articulares —que en este caso son más artralgias y no tan artritis discapacitantes como en los adultos—. «También hay manifestaciones en la mucosa oral o exantemas, que se acompañan de úlceras en la boca, de aftas que limitan a veces la alimentación, sobre todo en los niños pequeños. Cursa con conjuntivitis, con manifestaciones gastrointestinales (vómitos, diarreas), con decaimiento».

La especialista insistió en que la enfermedad es una enfermedad infecciosa y sistémica. «La presencia del virus en el niño, en el huésped, genera una respuesta inmune que a su vez genera una respuesta inflamatoria. Y cuando esa respuesta inflamatoria no es bien regulada por el huésped, pueden aparecer complicaciones potencialmente mortales, dadas por manifestaciones que se expresan con disfunción de diferentes órganos».

¿Qué ha pasado en nuestro país? Al respecto, Montesinos Felipe explicó que «todos los grupos de edades se enferman por fiebre chikungunya. Ahora, ¿cuál es el grupo que más ha demostrado evolucionar a formas graves de la enfermedad? ¿En quién lo hemos visto más? En los niños menores de 1 año, principalmente en los menores de 3 meses, y en los adolescentes entre 10 y 15 años de edad, en menor cuantía».

La doctora argumentó que quienes han ocupado con mayor incidencia los servicios de terapia intensiva pediátrica del país han sido los neonatos y los lactantes. «Cuando hablamos de lactantes, hablamos de los niños de un mes, dos meses, hasta los 12 meses de vida. Fundamentalmente, esta enfermedad ataca con mayor invasividad a los niños menores de 3 años», dijo.

¿Y qué pasa en estos niños? Montesinos Felipe dijo que, primero, las lesiones de piel. «En este grupo de edad, las lesiones de piel que en otros grupos pueden ser una eritrodermia o un rash máculo-papular, aquí aparecen lesiones que se caracterizan por un síndrome vesículo-ampollar. O sea, el niño comienza con vesículas que también se convierten en ampollas y, en algunos casos, en flictenas importantes que se extienden por zonas amplias de la piel, haciendo que el niño realmente impresione como un niño gravemente enfermo. Y de hecho lo está.

Es una de las formas de presentación de la enfermedad en ese grupo de edad que hace que estos pacientes vayan a las unidades de atención al grave, porque requieren vigilancia continua y específica, un aporte hídrico adecuado a las necesidades que va teniendo el paciente, y prevención constante de infecciones asociadas, porque al perder la integridad de la piel, pierde un mecanismo de defensa y queda expuesto a la autoinfección o a adquirir alguna otra infección», explicó.

¿Qué otra forma de presentación ha tenido la enfermedad en este grupo etario? Al respecto, la especialista dijo que en este grupo ha aparecido con mucha fuerza la disfunción intestinal. «O sea, estos son niños que comienzan con manifestaciones intestinales y evolucionan muy rápidamente a la falla intestinal aguda. Esto ocurre en el curso de manifestaciones como sepsis o shock séptico, que es otra forma en la que se presenta esta enfermedad en este grupo de edad, e incluso independientemente, como falla intestinal aguda propia».

De acuerdo con Montesinos Felipe, a los centros médicos han llegado niños que han requerido tratamientos quirúrgicos por la falla intestinal aguda.

En las edades pediátricas, también pueden manifestarse formas atípicas de la enfermedad como disfunciones miocárdicas (trastornos del ritmo, inestabilidad hemodinámica y estados de shock) o disfunciones neurológicas (estos niños pueden desarrollar encefalitis, tener convulsiones).

Montesinos Felipe explicó en el programa que teniendo en consideración ese comportamiento clínico y lo revisado en la literatura, el grupo de pediatría, de terapia intensiva pediátrica y el grupo de neonatología —acompañados por el resto de los expertos— han elaborado el protocolo actual de actuación para enfrentar la enfermedad.

«Primero, en ese protocolo, que es para los médicos pero es importante que la población lo conozca, están muy bien identificados los signos de alarma de la enfermedad, porque guardan relación con la probable evolución a formas graves. Mientras más temprano seamos capaces de identificarlos —ya sea la familia, el personal médico o de enfermería que asiste al paciente—, seremos más capaces de intervenir en la prevención de las complicaciones o de tratarlas precozmente para evitar desenlaces no deseados», explicó la especialista.

Agregó que en ese protocolo están muy bien identificados los criterios de ingreso. «Allí se identifica, además, a dónde van los niños menores de 3 meses dentro del centro hospitalario una vez ingresados, porque no cabe duda de que este grupo etario requiere una vigilancia continua diferenciada y una atención diferenciada con relación al resto».
Con relación a los criterios de ingreso en edad pediátrica, señaló Montesinos Felipe que se están ingresando a todos los niños menores de 2 años.

«En el caso de los niños mayores de 2 años, ingresamos a aquellos que tengan alguna alteración del triángulo de evaluación pediátrica. El triángulo de evaluación pediátrica es una herramienta muy rápida que le permite a los médicos (no tienen que ser pediatras) evaluar alteraciones neurológicas, circulatorias o respiratorias en nuestros niños, y esos son niños que requieren ingreso hospitalario».

«También ingresamos a los pacientes que tienen comorbilidades asociadas, o sea, enfermedades crónicas no transmisibles u otra comorbilidad, porque el virus puede descompensar esa enfermedad de base y, por tanto, deben estar hospitalizados», apuntó.

Igualmente, se ingresan a los pacientes mayores de 2 años que presentan signos de alarma y a pacientes con vulnerabilidad social o que geográficamente no estén cerca de centros de atención hospitalaria, decidiendo entonces un ingreso por criterio geográfico para vigilar y conducir la atención de estos pacientes.

¿Qué le recomendaría a los padres? La especialista insistió en que «estamos en presencia de una epidemia, estamos en presencia de fiebre chikungunya. Por tanto, ante todo paciente pediátrico con fiebre, la primera orientación es asistir al médico. El niño debe ser evaluado por un médico, su médico de familia o un pediatra, porque además de que el primer pensamiento va a ser la posibilidad de una arbovirosis (en este caso chikungunya), hay otras infecciones de la infancia que también se deben diagnosticar precozmente».

Además, dijo, recomendamos cuidar del estado de hidratación. «Son niños que, a pesar de no tener pérdidas por vómitos o diarreas, rechazan los alimentos, no ingieren bien, y la propia infección viral provoca la salida de líquido a un tercer espacio que no es visto por los padres, y que deshidrata con mucha frecuencia a los niños. Ese estado de deshidratación altera el equilibrio ácido-base y, con mayor facilidad, pueden evolucionar a formas graves de la enfermedad».

Por último, agregó: «siempre, siempre, siempre tener todas las medidas de prevención, sobre todo para esos niños menores de 1 año. No se trata de aislar a nuestros niños en la casa, pero sí del uso de mosquiteros, y de no salir en horas específicas del día donde sabemos que el mosquito tiene mayor frecuencia y puede infectar a nuestros niños».

Fases y complicaciones del chikungunya

Durante su intervención en la Mesa Redonda, el doctor Daniel González Rubio, investigador y médico infectólogo del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), ofreció una explicación detallada sobre la evolución clínica del chikungunya y sus riesgos particulares para la población cubana.

El especialista recordó que se trata de “una enfermedad viral que no es cuestión de una semana”, sino de un proceso más prolongado que transita por tres etapas: aguda, posaguda y crónica.

Sobre la fase aguda, señaló que “lo más importante es la fiebre, que muchas veces marca el inicio de la enfermedad”, acompañada de artralgia, rash y otras manifestaciones.

Explicó que en este período se observa “una gran variedad de manifestaciones clínicas” y que en Cuba ya se reportan síntomas similares a los descritos en otros países: afecciones oculares, renales, digestivas, respiratorias, además de alteraciones hematológicas, cardíacas y neurológicas, entre otros.

La diversidad de estos cuadros, apuntó, “depende sobre todo de la respuesta individual de cada persona y muchas veces marca la gravedad de los casos”.

En la fase posaguda predominan “el dolor y la inflamación articular”. De acuerdo con el infectólogo, en esta etapa los pacientes pueden presentar también cansancio significativo, sensación de desmayo y temblores en las manos.

La etapa crónica, afirmó, mantiene como eje principal las manifestaciones articulares, que “incluso pueden incapacitar a las personas para hacer su vida normal”.

González Rubio llamó la atención sobre el impacto del chikungunya en un país con población altamente envejecida. “Tenemos una población muy envejecida, una gran cantidad de personas vulnerables a cualquier infección”, subrayó.

Explicó que muchos pacientes ya están encamados antes de enfermarse, o terminan encamándose debido al chikungunya, situación que “deriva en consecuencias que pueden ser letales”. Además, estos enfermos suelen requerir estadías prolongadas en los servicios hospitalarios.

El especialista insistió en la importancia del diagnóstico clínico, la vigilancia y la atención diferenciada para las personas con mayor riesgo, como parte de los esfuerzos integrales para enfrentar los arbovirus en el país.

Confirma Ministerio de Salud Pública fallecimiento por arbovirosis

El Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó este lunes la confirmación de 33 fallecidos por arbovirosis en el país, en medio de una situación epidemiológica compleja, donde el dengue y el chikungunya mantienen una amplia circulación.

En la revista Buenos Días, la viceministra Carilda Peña García, detalló que de ese total, 12 muertes corresponden a dengue (7 de ellos menores de 18 años) y 21 a chikungunya (14 menores de 18 años).

Aunque el sistema de vigilancia de síndrome febril muestra un descenso gráfico general, la viceministra alertó sobre un grupo de territorios donde la tendencia es al incremento. Además, explicó que «el corredor endémico de la fiebre se encuentra en zona de epidemia, excepto el municipio especial Isla de la Juventud y Matanzas, el resto de las provincias muestran un comportamiento hacia la epidemia».

Respecto a las enfermedades específicas, se reportaron 5 717 casos nuevos de chikungunya en la semana, la gran mayoría por sospecha clínico-epidemiológica. El acumulado hasta el cierre de este domingo es de 38 938 casos, de los cuales 37 678 son sospechas clínicas y 1 260 confirmados por PCR.

«El dengue sigue en las 14 provincias, los 43 municipios y las 51 áreas de salud», precisó la Peña García.

Sobre la estrategia de diagnóstico, explicó la particularidad del sistema cubano: «Hemos explicado varias veces que el PCR es la prueba confirmatoria, pero ante una situación epidémica como tenemos en el país, casos con sospechas clínicas epidemiológicas… son casos que nosotros consideramos también positivos».

En el frente de la lucha antivectorial, se reportó un incremento en el índice de infestación, que alcanza 0,89, con las provincias de Camagüey, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus y La Habana mostrando los valores más elevados. No obstante, se destacó una mejora en el tratamiento adulticida, con un cumplimiento que pasó del 79 % al 90 % de lo planificado.

«Eso es lo óptimo, nosotros tenemos que llegar a lo máximo y tenemos que sobrecumplir», recalcó.

La viceministra finalizó haciendo un llamado de alerta a la población, especialmente a las familias, para reforzar las medidas de control y protección, en particular con los grupos más vulnerables como los ancianos solos y los menores de un año.

 

Cuando el dolor no se va: Chikungunya, el virus que se disfraza de artritis

Una entrevista con el Dr. Alberto Alberteris Rodríguez especialista en Reumatología del Hospital Clínico Quirúrgico «Lucía Iñiguez Landín» de Holguín, aparece publicada en los sitios digitales de esta institución. Por su pertinencia Infomed hoy la reseña.

Lo que comienza con la picadura de un mosquito puede convertirse en una batalla de años para muchas personas. La fiebre Chikungunya, conocida por ese dolor intenso que «dobla» el cuerpo, ha dejado de ser una simple infección tropical pasajera para convertirse en un problema de salud mayor.

‎Aunque la mayoría de las personas asocian esta enfermedad con fiebre alta y ronchas en la piel que duran unos días, la realidad médica aborda que: entre el 30 % y el 60 % de los pacientes quedan con dolores articulares que pueden durar meses o incluso años.

‎‎🎙️¿Por qué me siguen doliendo los huesos si ya no tengo fiebre? Esta es la pregunta que más escuchamos en consulta.
👨🏻‍⚕️ La ciencia ha encontrado que, aunque el virus desaparece de la sangre, deja una «huella». Podemos explicarlo de forma sencilla: el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmune) se activa para combatir al virus que transmite el mosquito, pero luego no sabe cómo «apagarse». Se produce una confusión en la que las defensas siguen atacando las articulaciones como si el virus siguiera ahí, generando una inflamación constante muy parecida a la Artritis Reumatoide.

‎🎙️¿Cúales son las señales de alerta: más allá de una simple molestia?
‎👨🏻‍⚕️ Si han pasado más de tres meses desde la infección y usted sigue sintiendo dolor, ya no estamos hablando de la fase aguda, sino de una enfermedad crónica. Los síntomas clave son:
‎-Dolor e hinchazón en manos, muñecas, tobillos y rodillas.
‎-Inflamación de los tendones (tenosinovitis).
‎-Rigidez por las mañanas (sentirse «tieso» al despertar).
‎-Cansancio extremo que no mejora con el descanso.

‎⏺️El chikungunya ha dejado de ser solo una «gripe fuerte» para considerarse una causa real de artritis crónica. La buena noticia es que no hay que resignarse a vivir con dolor. Con un diagnóstico a tiempo y el tratamiento correcto —muy similar al que usamos para el reumatismo—, es posible recuperar la calidad de vida. Así lo expresó el doctor tras culminar la entrevista afirmando que mientras la ciencia avanza hacia una vacuna, la mejor herramienta que tenemos hoy es la consulta oportuna con un especialista en reumatología.

‎🎙️Tras la reciente entrevista la mayor inquietud en los comentarios fue: «¿Qué puedo hacer en mi casa para soportar el dolor mientras espero mi consulta?»
‎🩺Y el especialista ofreció una guía de alivio inmediato con medidas caseras seguras
‎‎🏠 ¿Cómo calmar el dolor en casa?
‎👨🏻‍⚕️El Dr. Alberteris recomienda:
‎-Movimiento suave (no se quede inmóvil): El reposo absoluto a veces empeora la rigidez. Intente caminar tramos cortos dentro de la casa y hacer movimientos suaves de las manos y pies. La clave es: muévase hasta donde el dolor se lo permita, no fuerce.
‎-Hidratación constante: El agua es vital para «lavar» las toxinas del cuerpo y mantener los tejidos lubricados. Beba abundante líquido.
‎-Aliados naturales (fitoterapia): Puede incorporar a su dieta infusiones de jengibre o cúrcuma. Estas raíces tienen propiedades antiinflamatorias naturales reconocidas y son inocuas (inofensivas) para la mayoría de las personas. Funcionan como un apoyo suave para el organismo.

‎Medicamentos: Lo que SÍ y lo que NO debe hacer. Es comprensible buscar alivio rápido, pero el especialista hace advertencias cruciales para esta etapa de recuperación:
‎⚠️Cuidado con los esteroides:
‎Existe la creencia popular de usarlos indiscriminadamente. El doctor aclara que el uso de esteroides puede ser beneficioso después de los 15 días de la fase aguda, pero…
‎ ⚠️ ¡Advertencia médica!
‎Los esteroides nunca deben tomarse por decisión propia. Su dosis y tiempo de duración deben ser estrictamente orientados por un médico o reumatólogo. Un mal uso puede provocar diabetes, hipertensión o daños óseos irreversibles».
‎¿Cuál es el primer paso que debe dar el paciente?
‎Para recibir la atención correcta, siga este flujo sencillo:
‎1. Acérquese a su médico de asistencia (Médico de la Familia): Él es la puerta de entrada.
‎2. Solicite orientación: En su área de salud le indicarán el día y horario de la consulta especializada o el sistema de remisión correspondiente.

‎📢No se automedique ni se resigne al dolor. Aplique estas medidas para aliviar sus síntomas hoy, y acuda a su área de salud mañana. La recuperación total es posible con la guía adecuada.

Cuba refuerza acciones ante el avance del chikungunya y otros arbovirus

En el inicio de la Mesa Redonda sobre el impacto de los arbovirus en la salud de la población cubana, la doctora Ileana Morales Suárez, directora Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap), informó que el chikungunya presenta en 2025 un panorama dinámico con focos muy altos de transmisión en 40 países a nivel mundial.

La directiva señaló que esta enfermedad, al igual que la covid-19, comparte un factor común: un vector que produce “un número importante de casos graves y, en algunos casos, fallecidos”. Explicó que su aparición y propagación en Cuba responden a factores desencadenantes globales.

Entre estos factores identificó, en primer lugar, el cambio climático. “Las altas temperaturas influyen directamente con el vector. Mientras más calor, por supuesto… el calor, la humedad”, precisó. En segundo lugar, mencionó el alto nivel de urbanización existente tanto en el mundo como en Cuba. Como tercer elemento, destacó la gran movilidad poblacional, para lo cual citó el ejemplo de la covid-19: “empezó en un lugar en China y en días y después meses estuvo en el mundo entero”. El cuarto factor lo constituye la presencia de “un vector competente para transmitir la enfermedad con presencia elevada en muchos países”.

Factores que propiciaron la colisión epidemiológica en Cuba

La doctora Morales Suárez explicó que a los factores globales se suman condiciones específicas de Cuba. El país presentaba “un alto nivel de susceptibles. Todos éramos susceptibles porque no nos habíamos enfrentado al vector”. Detalló que la epidemia se produce por una “coalición” donde confluyen el vector y una población particularmente vulnerable.

Esta vulnerabilidad, añadió, está dada por “un envejecimiento poblacional elevado, donde prácticamente ya de cada cuatro cubanos, uno tiene 60 años y más. Generalmente, los adultos mayores tienen una, dos y tres enfermedades”. A esto se une, afirmó, problemáticas ambientales que facilitan la reproducción del vector: “la falta de higiene… la basura acumulada, el agua recogida… y otras prácticas”.

“Cuando esos cuatro factores se unen producen una colisión”, resumió. “Entonces, aquí se encontró esa población tan susceptible y evidentemente… son los números elevados que tenemos de incidencia de la enfermedad”.

No obstante, señaló que se enfrentan a una patología conocida para la cual existe un protocolo de actuación, similar a la estrategia seguida con la covid-19.

Activación del sistema científico y primeras intervenciones sanitarias

Siguiendo el modelo de trabajo implementado durante la pandemia de covid-19, se reactivó el Comité de Innovación.

“A partir de aquí se activa el comité… con una frecuencia tremenda y con una velocidad tremenda, al igual que con la covid”, afirmó la directiva. Este mecanismo garantiza “racionalidad científica” para las propuestas de intervención y estudio, respetando siempre los componentes éticos y regulatorios.

Mostrando un registro, informó que “esta semana se aprobaron cinco nuevas investigaciones y tenemos nuevas investigaciones en preparación”. Entre ellas se incluyen “desarrollo de nuevos productos, estudios clínicos, ensayos clínicos ya propuestos, intervenciones sanitarias complejas” e investigaciones para caracterizar mejor el comportamiento del virus en Cuba.

Las primeras intervenciones sanitarias se centrarán en los adultos mayores y comenzarán en La Habana, estratificando por la situación epidemiológica de cada municipio. Una intervención inmediata será “la aplicación de la Biomodulina T a adultos mayores entre 70 y 74 años”.

Paralelamente, se iniciará la vacunación antigripal para los mayores de 75 años en la capital, así como para residentes en instituciones sociales y de salud. “Decidimos que ese fragmento de 70 a 74 lo cubriéramos con Biomodulina”, explicó.

Otra intervención planificada es con el producto Curmeric, el cual “se va a entregar a un grupo poblacional de La Habana… de 60 a 69 años”.

Todas estas intervenciones irán acompañadas de estudios para recopilar datos sobre su efectividad.

Llamado a la responsabilidad ciudadana y actualización de protocolos

La doctora Morales Suárez hizo un llamado a la población para que evite la automedicación y acuda a los servicios de salud. “La evaluación médica es insustituible”, recalcó. “Usted puede leer una lámina, una información médica, pero los ojos del médico, el examen del médico… no todos los pacientes son iguales. Entonces, no todos tienen el mismo riesgo”.

Alertó sobre los peligros de la automedicación basada en información de redes sociales: «Eso tiene su riesgo y tiene riesgo incluso para la vida… hay personas con mucho riesgo que se está quedando en su casa y su vida corre peligro”.

Respecto a los protocolos de actuación, informó que ya se cuenta con una versión mejorada (protocolo 1.2) que incorpora el conocimiento acumulado en estos meses, incluyendo secciones robustecidas para la atención pediátrica y neonatal. El trabajo actual se centra en reforzar el manejo de la fase crónica de la enfermedad. “La sección de la rehabilitación, la parte crónica, es la que más cambio va a sufrir. Porque es donde nos estamos centrando con más fuerza en qué podemos hacer para el número de pacientes que pueda llegar a esa fase”, concluyó.

¿Cómo se comporta la enfermedad?

En otro momento de la Mesa Redonda, el doctor Osvaldo Castro Peraza, experto del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), explicó que el chikungunya presenta una sintomatología más visible y extendida que otras arbovirosis. “Por cada 10 o 15 casos infectados con dengue, uno tiene síntomas; en el chikungunya, por cada 10 casos infestados, nueve manifiestan la enfermedad”, señaló. Esa diferencia, insistió, provoca “un número de casos significativos” y eleva la magnitud de los brotes, que pueden presentarse en múltiples formas, incluidas las graves.

El especialista subrayó que no se trata de una enfermedad que concluye en siete o quince días, sino que continúa su curso inflamatorio, con afectación de las articulaciones y compromiso potencial de múltiples órganos.

Entre los síntomas característicos, mencionó que la fiebre del chikungunya “es de las más elevadas entre las arbovirosis”, puede estar precedida por dolores articulares y se acompaña de una artritis incapacitante “que afecta de manera simétrica prácticamente todas las articulaciones”. A ello se suman erupciones cutáneas, conjuntivitis y linfoadenopatías en algunos casos.

Como parte de las manifestaciones más graves, el doctor advirtió que también pueden aparecer problemas neurológicos como meningoencefalitis, mielitis y síndrome de Guillain-Barré, así como complicaciones cardiovasculares.

“Un enfermo de chikungunya debe hacer reposo porque sus órganos están dañados. Si realiza actividad física corre riesgo de sufrir una arritmia u otro evento cardiovascular”, afirmó.

Otras posibles complicaciones incluyen afectación hepática, renal, episodios hemorrágicos y lesiones dermatológicas severas.

Castro Peraza insistió en que el autocuidado comienza por la responsabilidad individual: acudir al médico y evitar actividades físicas durante la fase aguda. “Cuando los síntomas articulares incapacitan menos, tendemos a ser más atrevidos con las actividades. Y no debe ser así”, alertó.

Sobre la evolución clínica, detalló que la fase aguda se extiende desde el primer día hasta la tercera semana. Es un período en el que la inflamación es activa, por lo que el paciente requiere vigilancia estrecha y, en muchos casos, ingreso domiciliario.

Deben ser hospitalizados los adultos mayores solos o con comorbilidades, los infantes menores de un año, las embarazadas y quienes presenten fiebre elevada persistente por más de tres días, deshidratación moderada o severa, descompensación de comorbilidades, trastornos de la conducta, desorientación o imposibilidad de valerse por sí mismos.

La etapa subaguda, de tres semanas a tres meses, mantiene los fenómenos inflamatorios articulares sin criterios de gravedad. “La mayoría de las personas mejorará en un período de tres meses”, aseguró el doctor, aunque reconoció que un pequeño grupo puede pasar a la cronicidad, con dolores persistentes o derrames de líquido sinovial.

En cuanto al tratamiento, precisó que la fase aguda exige reposo absoluto, hidratación y alivio de la fiebre y el dolor. El paracetamol y la dipirona constituyen la primera línea analgésica, mientras que el tramadol se reserva para segunda línea. Señaló que la aspirina está contraindicada y que no se recomiendan ibuprofeno u otros similares durante esta etapa.

En la fase subaguda pueden emplearse antiinflamatorios no esteroideos —como el ibuprofeno— por un período de siete a diez días. La prednisona puede indicarse durante cinco días a bajas dosis, aunque “no todos los pacientes la necesitan”.

Para la etapa crónica, apuntó que la atención debe corresponder a equipos multidisciplinarios y especialistas en reumatología, centrados en el manejo del dolor persistente. Añadió que el virus compromete los nervios periféricos, por lo que “las vitaminas del complejo B ayudan a aliviar estos fenómenos”.

Alta vigilancia en la población pediátrica

La doctora Lissette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría, advirtió sobre la necesidad de permanecer alertas ante cualquier síntoma en los menores de cinco años, calificando a la enfermedad como «muy sintomática». Explicó que el protocolo actual establece el ingreso hospitalario obligatorio para todos los pacientes menores de dos años.

Para los niños mayores de esa edad, la decisión de ingresar se basa en la «evaluación pediátrica», una herramienta clínica que permite detectar signos de alarma. «Estas son prácticas médicas cotidianas que no requieren ningún insumo ni tecnología sanitaria, solamente el examen físico», afirmó la especialista.

La doctora López González señaló que los neonatos y, dentro de ellos, los menores de tres meses, cargan con un «peso importante» en la morbilidad y gravedad de la enfermedad, debido a su inmadurez inmunológica, su fisiología y anatomía. «Este es un virus que toca todos los órganos y sistemas, muy sintomático y muy largo en el tiempo su expresión», recalcó.

Entre los casos atípicos más frecuentes en salas neonatales y pediátricas, identificó las convulsiones de difícil manejo y las infecciones del sistema nervioso central. Ante esto, la doctora Lissette López González hizo un llamado urgente a no automedicar a los niños y a priorizar la hidratación, ya que esta «influye sobre el control de la temperatura» y «tiene un impacto importante en disminuir la inflamación y lubricar las articulaciones».

Asimismo, aclaró que «no existe evidencia documentada de que la lactancia materna sea una vía de transmisión del virus», por lo que aconsejó no abandonarla.

Reacalcó que la edad pediátrica es desde el nacimiento hasta los 18 años de edad, y «eso nos da un diapazón amplio de variables clínicas. Los adolescentes tienen muchas similitudes con los adultos, pero los niños pequeños hemos visto que han tenido características muy peculiares».

«La regla de oro en la pediatría radica en poder definir bien entre cuáles son los síntomas habituales descritos en la mayoría de los pacientes y aquellos pacientes que tienen riesgos, signos de alarma o de gravedad», subrayó la especialista.

Por qué los neonatos son un grupo de tanta preocupación. «Pues lógicamente por su inmadurez, por sus pocas herramientas a la hora de enfrentarse a una enfermedad viral que tiene una repercusión sistemica importante», dijo.

Jusvinza: Un fármaco cubano en estudio para el chikungunya

Por su parte, la doctora María del Carmen Domínguez Horta, investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), explicó las potencialidades del Jusvinza, un fármaco creado originalmente para la artritis reumatoide y utilizado luego en más de 15 000 pacientes con covid-19, con una recuperación superior al 85 %.

Domínguez Horta indicó que, dado que el chikungunya se caracteriza por fuertes dolores articulares, el Jusvinza —cuyo principio activo es un péptido inmunomodulador— podría ser de utilidad. No obstante, enfatizó en la responsabilidad ética de no emplear un medicamento sin previos estudios para esa indicación específica.

«Actualmente se realizan ensayos clínicos y estudios con este medicamento […] en el hospital Faustino Pérez de Matanzas», confirmó. «Como científicos consideramos que Jusvinza puede ayudar a reducir el dolor, pero es una hipótesis que tiene que corroborarse con los estudios. Si es así, el Jusvinza se incorpora a los protocolos».

Protocolo integral y lucha antivectorial

Al cierre del programa, la doctora Ileana Morales Suárez, directora Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap, precisó que el protocolo nacional para enfrentar esta arbovirosis se estructura en tres escenarios, al igual que se hizo con la covid-19: preventivo, terapéutico y de rehabilitación.

Se recalcó también que la lucha antivectorial, mediante el saneamiento extradomiciliario y la responsabilidad familiar, es un pilar fundamental de la prevención primaria, especialmente para proteger a los lactantes, identificados como un grupo de alta vulnerabilidad.

Más información

Trabajar desde todos los ámbitos para hacer frente a la situación epidemiológica del país

Mesa Redonda: Directivos del Minsap y expertos en arbovirosis actualizan sobre situación epidemiológica

 

Ceremonia de graduación de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana correspondiente al curso 2024-2025

El pasado 5 de noviembre en horas de la tarde tuvo lugar en el Teatro Karl Marx la ceremonia de graduación de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana correspondiente al curso 2024-2025, en la que recibieron su titulación 1780 nuevos profesionales de la salud.

Estaban presentes el Dr.  Rolando Ernesto Yero Travieso, jefe de Departamento de Atención al Sector Social del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; el Dr. C. Reinol Delfín García Moreiro, viceministro de Salud Pública; el Dr. C. Armando Rodríguez Batista ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; la Lic. Yanet Hernánez Aguilera, miembro del Buró Nacional de la UJC; el Dr. Manuel Rivero Abella, director General de Salud de La Habana; la Dra. Yoandra Muro Valle, rectora de la UCMH y la Dr. C. Leiran Lima Sarmiento, rectora de la ELAM entre otros directivos.

Durante el acto, dedicado al Centenario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fueron reconocidos de manera particular los mejores graduados integrales de la promoción, así como los que alcanzaron el Premio al Mérito Científico.

En su condición de Mejor Graduada Integral de la Facultad Victoria de Girón, Mejor Graduada de la Carrera de Medicina y Mejor Graduada Integral de la Universidad, la Dra. Delia Cabeza Rodríguez, en nombre de sus compañeros, patentizó el compromiso con la salud y con la vida de este nuevo contingente del Ejército de Batas Blancas.

Las palabras centrales estuvieron a cargo de la  Dra. Yoandra Muro Valle, rectora de la UCMH, quien al caracterizar la graduación precisó que del total de egresados 67 provienen de otras 24 naciones con mayor representatividad de Surinam y Colombia,  a la vez que hacía hincapié en  que todos los graduados durante su formación integraron con éxito las actividades curriculares y extracurriculares, entre ellas las labores de promoción y prevención de salud destacando el enfrentamiento a la Covid, las arbovirosis y las movilizaciones de apoyo a Palestina y a la República Bolivariana de Venezuela.

Les expresó su confianza de que sabrán cumplir las tareas presentes y futuras con decoro y responsabilidad.

Participaron como invitados especiales representantes del Cuerpo Diplomático, entre ellos el Embajador de Palestina en Cuba.

  • Categorías de anuncio

    open all | close all
  • Categorías de aviso

  • Categorías de editoriales

  • Categorías de entrevista

  • Categorías de informes y sello

    open all | close all
  • Categorías sello – entidades

    open all | close all
  • Categorías de Noticia

    open all | close all
  • Secciones de noticias

    open all | close all
  • Archivo Anuncios

  • Archivo Avisos

    • Archivo Editoriales

      • Archivo Entrevistas

        • Archivo Informe y sello

        • Archivo Nota Oficial

          • Archivo Noticias

          • Archivo Obituarios

            • Actualidad

            • Salud es el Tema