COVID-19

Se acercan las vacunas combinadas antigripal y antiCovid

Se ha demostrado que una sola vacuna protege a las personas tanto del SARS-CoV-2 como del virus de la influenza, y con mayor efectividad que las vacunas que se dirigen a uno u otro, anunció la compañía farmacéutica Moderna.

Moderna, con sede en Cambridge, Massachusetts, anunció que había completado con éxito los ensayos clínicos de fase III para el fármaco, que, al igual que las vacunas pioneras contra el COVID-19 de la compañía, se basa en ARNm. En una declaración a sus inversores, Moderna dijo que la vacuna era más eficaz para proporcionar inmunidad a adultos mayores de 50 años que las inyecciones contra la gripe y el COVID-19.

Las vacunas combinadas pueden tener grandes beneficios para la salud pública, pero su desarrollo suele llevar mucho tiempo y ser costoso. El último y rápido éxito de Moderna muestra que el ARN puede ayudar a superar algunas de estas dificultades, afirma James Thaventhiran, inmunólogo clínico de la Universidad de Cambridge, Reino Unido. «Este es un gran ejemplo de por qué la tecnología es apasionante», afirma, y ​​añade que las vacunas combinadas que utilizan ARNm son “sólo el comienzo” de la tecnología de ARN.

Crear antígenos es un proceso difícil y la combinación de diferentes antígenos en una vacuna aumenta aún más su complejidad. «Parece que debería ser muy fácil, ¿verdad? Simplemente los mezclas», dice Jacqueline Miller, pediatra y jefa de desarrollo de enfermedades infecciosas en Moderna. «Pero en realidad es mucho más complicado que el desarrollo de componentes individuales».

Vea el texto completo en: Se acercan las vacunas combinadas antigripal y antiCovid. Intramed. Noticias – 4 julio 2024 (debe registrarse en el sitio web).

AstraZeneca retiró de la venta su vacuna contra coronavirus

AstraZeneca realizó un pedido para retirar de comercialización su fórmula vacunal contra el coronavirus. Inicialmente no podrá emplearse en los países de la Unión Europea y luego, paulatinamente, ya no estará disponible en el resto del mundo. Ello constituye un precedente muy importante que podría erosionar la confianza de la población en las fórmulas vacunales, tecnologías que durante la pandemia salvaron millones de vidas.

Días atrás, la compañía anglo-sueca había estado en el ojo de la tormenta al enfrentar una demanda colectiva realizada por ciudadanos británicos que habían afrontado efectos secundarios tras la aplicación.

Según informó The Telegraph, el 5 de mayo AstraZeneca retiró su autorización de comercialización de manera voluntaria y la gestión se volvió efectiva a partir del martes pasado. La noticia que se comunica y que recorre el mundo es el desencadenante de un proceso legal que AstraZenca enfrenta en el presente.

En días previos, la firma había asumido que su vacuna –que sirvió para proteger a buena parte de la población mundial de los efectos graves y muerte frente a la covid– también podía ocasionar “efectos secundarios raros”. La demanda colectiva había sido presentada por ciudadanos británicos afectados por el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), que implica la formación de coágulos y hemorragias, tras recibir las dosis.

Desde el primer lote a la fecha, según la farmacéutica, se distribuyeron 3 mil millones de dosis de Vaxzevria (nombre comercial). A pesar de provocar esa reacción adversa en casos “raros” (es decir, con muy baja frecuencia), las familias que denuncian el fenómeno podrían obtener compensaciones millonarias por los daños causados.

Daniela Hozbor, profesora titular de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP e investigadora principal de Conicet, ofrece su perspectiva a Página 12.

«Desde la semana pasada recibimos noticias de AstraZeneca que hacen generar un poco de desconfianza. Respecto al juicio, la novedad es que la farmacéutica admitió legalmente la asociación potencial de una reacción severa grave después de la vacunación. La trombosis con trombocitopenia es un efecto que ya se había observado». Y completa: «Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la propia enfermedad de la covid está asociada con la trombosis. De hecho, su frecuencia es mucho mayor a esta reacción adversa rara causada por la vacuna».

Luego, la investigadora especialista en vacunas y una voz referente durante toda la pandemia, pone el foco en aspectos comerciales que también pudieron haber motivado la decisión de la firma de sacar su tecnología del mercado. «Según la propia compañía, su vacuna no se actualizó. Sabemos que el virus sigue circulando y evolucionando. Todas las que usamos durante la pandemia estaban formuladas a partir de componentes virales del virus de Wuhan y se fueron poniendo al día de acuerdo a la aparición de las variantes para dar una mejor respuesta. Como AstraZeneca no hizo la actualización de sus fórmulas, la demanda bajó y por este motivo la sacan de circulación».

Los beneficios superan a los riesgos

El síndrome de trombocitopenia o trombocitopenia trombótica inmune inducida por la vacuna constituye un efecto secundario que incluye la formación de coágulos de sangre con un bajo conteo de plaquetas, lo que afecta también a la circulación sanguínea.

Aunque el tema aparece como novedoso, lo cierto es que ya había sido reportado por científicos y científicas de diversos países. Incluso, la situación había sido incluida en un artículo de la revista The Lancet y en otro de The New England Journal of Medicine.

De hecho, en 2021 la vacunación se frenó en varios países de Europa ante el reporte de situaciones anómalas entre diferentes personas. Luego, la inoculación se reanudó en la medida en que los beneficios que se obtenían a partir de la inmunización eran superiores a los efectos nocivos que –potencialmente en casos muy específicos– podía ocasionar.

Así lo relata Hozbor: “En aquel momento, se frenó y se abrió una investigación para ver si esa reacción adversa fue una coincidencia temporal o si realmente estaba asociada. Si bien al principio se negó, luego se estableció que existía un vínculo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud afirmó que la vacuna se podía seguir utilizando porque su beneficio era considerado mucho mayor que el riesgo”

Medir riesgos en relación a beneficios de cualquier fármaco o vacuna constituye un cálculo que se realiza cada vez que una nueva fórmula se escala para su venta masiva y se comercializa. “No hay ningún medicamento para la salud que tenga una seguridad absoluta. Basta con mirar algún prospecto de un medicamento que tomemos, cualquiera sea. Me refiero a los de uso muy corriente, incluso algunos como paracetamol o ibuprofeno. Todos tienen daños colaterales”, observa.

Un antes y un después

Esta decisión que toma AstraZeneca podría afectar la confianza de la población en las vacunas. No obstante, hay matices según las naciones: mientras que Argentina, por caso, tiene una tradición de confianza; Francia se destaca en el viejo continente por una mayor resistencia frente a los pinchazos.

En efecto, los movimientos antivacunas, autodenominados “Convoyes de la libertad”, en el pasado organizaron movilizaciones para frenar políticas como el pase de vacunación que habilitaba a la circulación de los ciudadanos europeos una vez que tuvieran sus dosis aplicadas.

«Las vacunas contra el coronavirus, sin dudas, han significado un antes y un después. Basta con recordar años atrás los miedos con respecto a la enfermedad, la hospitalización y la muerte. Ahora casi que ni pensamos en la covid ni si nos tenemos que dar un refuerzo o no. Eso es por las vacunas», comenta Hozbor. Y agrega: «Según estudios, han permitido salvar en ese primer año de pandemia entre 14 y 20 millones de vidas. A seguir confiando en este insumo que es muy evaluado desde su desarrollo hasta su aplicación».

Fuente: Página 12.

Desarrollan una vacuna eficaz incluso contra la próxima pandemia de coronavirus

Cuatro años después de que un coronavirus provocara una emergencia global, los científicos han desarrollado ya una nueva tecnología de vacunas que, según han demostrado en ratones, protege contra una amplia gama de coronavirus con potencial para futuros brotes de la enfermedad, incluidos algunos que ni siquiera conocemos aún.

Se trata de un nuevo enfoque, denominado “vacunología proactiva”, por el que los científicos crean una vacuna antes incluso de que aparezca el patógeno causante de la enfermedad, informa EFE.

La nueva vacuna entrena al sistema inmunitario del organismo para que reconozca regiones específicas de ocho coronavirus distintos, entre ellos el SARS-CoV-1, el SARS-CoV-2 y varios que circulan actualmente entre los murciélagos y que podrían saltar a los humanos y provocar una pandemia.

La clave de su eficacia es que las regiones específicas del virus a las que se dirige la vacuna también aparecen en muchos coronavirus relacionados.

Al entrenar al sistema inmunitario para que ataque estas regiones, protege contra otros coronavirus no representados en la vacuna, incluidos algunos que aún no se han identificado.

Por ejemplo, la vacuna no incluye el coronavirus SARS-CoV-1, que causó el brote de SARS en 2003, pero aun así induce una respuesta inmunitaria contra él.

Los detalles de la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Oxford y Caltech, se han publicado este lunes en la revista Nature Nanotechnology.

«Hemos creado una vacuna que proporciona protección contra una amplia gama de coronavirus diferentes, incluidos algunos que aún no conocemos», asegura Rory Hills, investigador de la Universidad de Cambridge y primer autor del estudio.

«No tenemos que esperar a que surjan nuevos coronavirus. Sabemos lo suficiente sobre los coronavirus y sus diferentes respuestas inmunitarias como para empezar a construir vacunas protectoras contra coronavirus desconocidos», añade Mark Howarth, de la Universidad de Cambridge y coautor principal.

La nueva vacuna «Quartet Nanocage» se basa en una estructura llamada nanopartícula, una bola de proteínas unidas por interacciones increíblemente fuertes.

Mediante un novedoso «superpegamento proteínico», a esta nanopartícula se adhieren cadenas de diferentes antígenos víricos lo que entrena al sistema inmunitario para dirigirse a regiones específicas compartidas por una amplia gama de coronavirus.

Este estudio demostró que la nueva vacuna suscita una amplia respuesta inmunitaria, incluso en ratones preinmunizados con SARS-CoV-2.

Ensayos clínicos para 2025

El diseño de la nueva vacuna es mucho más sencillo que el de otras vacunas ampliamente protectoras actualmente en desarrollo, lo que, según los investigadores, debería acelerar su paso a los ensayos clínicos.

La tecnología subyacente que han desarrollado también tiene potencial para utilizarse en el desarrollo de vacunas que protejan contra muchos otros problemas de salud.

Se trata de una mejora de un trabajo anterior, realizado por los grupos de Oxford y Caltech, para desarrollar una novedosa vacuna «todo en uno» contra las amenazas de los coronavirus.

La vacuna desarrollada por Oxford y Caltech debería entrar en la fase 1 de ensayos clínicos a principios de 2025, pero su naturaleza compleja dificulta su fabricación, lo que podría limitar su producción a gran escala.

Ver texto completo del artículo en:

Hills, R.A., Tan, T.K., Cohen, A.A. et al. Proactive vaccination using multiviral Quartet Nanocages to elicit broad anti-coronavirus responses. Nat. Nanotechnol. (2024).

Uso excesivo de antibióticos «por si acaso» durante la COVID-19 agrava la resistencia bacteriana

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de antibióticos osciló entre el 33 % para los pacientes de la región del Pacífico Occidental y el 83 % en las regiones del Mediterráneo Oriental y África. Entre 2020 y 2022, las prescripciones disminuyeron con el tiempo en Europa y América, pero aumentaron en África.

La agencia de salud de la ONU afirmó recientemente que durante la pandemia se produjo un «uso excesivo de antibióticos» en todo el mundo entre los pacientes hospitalizados por el coronavirus, sin que ello mejorara los resultados clínicos, a la vez que aumentaba potencialmente la ya grave y creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos provocada por las «superbacterias».

En una alerta, la OMS señaló que, aunque sólo el 8 % de los pacientes hospitalizados por coronavirus tenían también infecciones bacterianas que pueden tratarse con antibióticos, a tres de cada cuatro se les administraron «por si acaso».

En ningún momento de la pandemia mundial, la agencia sanitaria de la ONU recomendó el uso de antibióticos para tratar el coronavirus COVID-19, insistió la portavoz de la agencia de la ONU, la doctora Margaret Harris.

Viral, no bacteriano

«El consejo fue muy claro desde el principio, que se trataba de un virus. Así que no es que hubiera ninguna directriz o recomendación de que los médicos fueran en esta dirección, pero quizás como la gente estaba tratando con algo completamente nuevo, buscaban lo que creían que podía ser apropiado», explicó.

Los datos recopilados por la OMS también indicaron que la mayoría de los antibióticos se administraron a pacientes COVID-19 gravemente enfermos, con una media mundial del 81 %. El uso de antibióticos en infecciones leves o moderadas mostró una considerable variación entre regiones, con el mayor uso en África, con un 79 %.

Preocupantemente, la agencia de la ONU descubrió que los antibióticos antibacterianos prescritos con más frecuencia en todo el mundo eran aquellos con mayor potencial de resistencia antimicrobiana (RAM) a los antibióticos.

«Cuando un paciente necesita antibióticos, los beneficios suelen superar los riesgos asociados a los efectos secundarios o a la resistencia a los antibióticos. Sin embargo, cuando son innecesarios, no ofrecen ningún beneficio a la vez que plantean riesgos, y su uso contribuye a la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos», explicó la doctora Silvia Bertagnolio, jefa de la Unidad de Vigilancia, Pruebas y Fortalecimiento de los Laboratorios de la División de RAM.

Sin impacto positivo

El informe de la OMS sostiene que el uso de antibióticos «no mejoró los resultados clínicos de los pacientes con COVID-19». Por el contrario, su prescripción sistemática «podría crear perjuicios para las personas sin infección bacteriana, en comparación con las que no reciben antibióticos», señaló en un comunicado.

«Estos datos exigen mejoras en el uso racional de los antibióticos para minimizar las consecuencias negativas innecesarias para los pacientes y las poblaciones», asegura la agencia.

Las conclusiones se basaron en datos de la Plataforma Clínica Mundial para la COVID-19, una base de datos clínicos anónimos de pacientes hospitalizados por esta enfermedad. Los datos procedían de 450.000 pacientes de 65 países entre enero de 2020 y marzo de 2023.

Declaración sobre los resultados del taller conjunto ICMRA-OMS sobre el cambio de cepa de las vacunas COVID-19

El pasado 17 de abril se publicó el informe del Taller sobre actualizaciones de cepas de la vacuna COVID-19, organizado por la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (ICMRA en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El taller virtual se celebró los días 26 y 27 de febrero de 2024 con el objetivo de facilitar el intercambio de perspectivas sobre el proceso, el momento y los requisitos reglamentarios de la actualización de los antígenos de la vacuna COVID-19.

Casi 200 participantes se unieron al taller, incluidos representantes de autoridades reguladoras de todo el mundo, industrias y expertos de los departamentos de Preparación y Prevención de Epidemias y Pandemias de la OMS; Regulación y Precalificación; e Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos.

También participaron expertos de los Grupos Asesores Técnicos de la OMS sobre Composición de Vacunas COVID-19 (TAG-CO-VAC); Evolución del virus SARS-CoV-2 (TAG-VE); y el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE).

Según la noticia, la ICMRA y la OMS acordaron continuar su diálogo colaborativo con el objetivo de facilitar un proceso global estructurado y alineado para las recomendaciones de composición de antígenos de la vacuna COVID-19 y la aprobación regulatoria de vacunas con una composición actualizada que garantice la disponibilidad oportuna de vacunas actualizadas.

La OMS reconoce el equilibrio que supone actualizar la composición de las vacunas para mejorar las respuestas inmunitarias inducidas por las vacunas a las variantes circulantes del SARS-CoV-2, pero subraya la importancia del acceso y la equidad en el uso de todas las vacunas COVID-19 aprobadas disponibles que sigan brindando protección contra enfermedades graves.

La OMS hace recomendaciones globales para la composición de antígenos de la vacuna COVID-19. En la actualidad no existen diferencias aparentes en la circulación y transmisión del SARS-CoV-2 en los hemisferios norte y sur. La OMS seguirá vigilando la situación epidemiológica y virológica y revisará la necesidad de actualizar las vacunas al menos dos veces al año.

ICMRA es una coalición internacional a nivel ejecutivo de casi 40 reguladores de medicamentos de todas las regiones del mundo con la OMS como observadora. Esta coalición informal proporciona direcciones estratégicas para mejorar la colaboración, la comunicación y los enfoques para abordar conjuntamente desafíos comunes, como la pandemia de COVID-19.

Descargue el informe desde aquí (ICMRA).

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