Cuba: logros en salud

Publica Consejo Nacional de Sociedades Científicas de la Salud trabajos finalistas del Premio Anual de la Salud 2024

El Consejo Nacional de Sociedades Científicas de la Salud publicó los trabajos finalistas del Premio Anual de la Salud 2024, luego de concursar en las instancias provincial y central. A partir de la evaluación de los expertos y jurados nacionales, fueron seleccionados 70 finalistas que optarán entonces, por el Premio Anual en las categorías:

1. Teoría Científica
2. Investigación Básica
3. Investigación Aplicada
4. Innovación Tecnológica
5. Trabajo Científico en Educación Médica
6. Investigaciones de Sistemas y Servicios de Salud (ISSS)
7. Artículo Científico
8. Libro

El Premio Anual de la Salud incluye tres categorías especiales:

1. Trabajos de Terminación de Especialidad (TTE)
2. Tesis de Maestría
3. Tesis de Doctorado

También se concursa en la categoría a Mejor trabajo estudiantil de Ciencias Médicas, premio que se organiza de manera especial para los estudiantes de las ciencias médicas y se otorgará a los trabajos originales que hayan sido publicados en revistas científicas estudiantiles cubanas y a trabajos premiados en la Jornada Científica Nacional de Ciencias Médicas.

Por su parte, el Premio especial al mérito científico por la obra de toda la vida se otorga a profesionales de la salud o de otro sector vinculado al desarrollo científico de la salud pública, que se hayan destacado por la obra científica acumulada en toda su trayectoria.

Vea aquí los trabajos finalistas al Premio Anual de la Salud 2024 (pdf, 132 Kb).

BioCubaFarma entrega reconocimientos a los principales resultados científicos de 2024

El grupo empresarial Biocubafarma entregó reconocimientos a los principales resultados científicos del 2024 en ocasión del día de la ciencia cubana, donde se destaca la ejecución de 396 proyectos, más de cien de ellos de cooperación con entidades nacionales y la introducción de 26 nuevos productos en el mercado cubano.

En el encuentro, ocurrido en Palacio de las convenciones, la presidenta de la organización, Mayda Mauri Pérez, dijo que BioCubaFarma mantiene como prioridad la investigación, desarrollo e innovación aplicada a la obtención de nuevos productos, servicios y tecnologías para la salud humana y la rama agropecuaria.

Foto: cortesía de Biocufarma

Asimismo, destacó que seis de las ocho instituciones calificadas como Empresas de Alta Tecnología, se sometieron de forma satisfactoria al proceso se ratificación de esta condición en el año recién concluido.

Entre los productos sobresale la vacuna contra el neumococo QuimiVio-7, desarrollada por el Instituto Finlay de Vacunas, insertada en el Programa de inmunización del país, el ventilador pulmonar Combiovent para cuidados intensivos de pacientes adultos, de la empresa COMBIOMED; y el ensayo SUMASIGNAL FQ, sistema diagnóstico de Fibrosis quística, del Centro de InmunoEnsayo.

Asimismo, se alcanzó el registro sanitario en Cuba de 22 nuevos productos y se ejecutaron varias investigaciones clínicas en Cuba que aportan evidencias adicionales de seguridad y eficacia de productos novedosos como Jusvinza, para el tratamiento de la artritis reumatoide, NeuralCIM en pacientes con enfermedad de Alzheimer, Biomodulina T en el tratamiento de la hipoplasia tímica en niños y CIGB-845, en ictus isquémico.

“Se lograron 25 nuevos registros sanitarios en el exterior, destacando el de Nimotuzumab en tumores avanzados de Cabeza y cuello en China. En el periodo señalado, se obtuvo la aprobación de comienzo de estudios clínicos de productos novedosos en varios territorios, resaltando el inicio del ensayo Fase III con Heberprot-P en Estados Unidos. Además, se crearon nuevas empresas en China, Rusia y Alemania, diseñadas como instrumentos innovadores para acelerar el desarrollo e introducción de productos biofarmacéuticos novedosos” explicó.

Foto: cortesía de BioCubaFarma

En 2025 se mantendrán entre las principales prioridades de atención de la BioCubaFarma en materia de ciencia e innovación:

– La introducción de nuevos productos y la mejora de procesos tecnológicos y organizacionales que contribuyan a incrementar la satisfacción de la demanda del sistema nacional de salud.

– La diversificación de productos innovadores mediante su registro e introducción en nuevos mercados, con particular énfasis en aquellos que permitan grandes volúmenes de ingresos.

-La creación de nuevas tecnologías e introducir a gran escala las ya desarrolladas, para incrementar la producción de alimentos.

-El incremento de forma acelerada del uso de la inteligencia artificial y otras herramientas de la llamada “nueva biología”, con el objetivo de mantener la competitividad del sector.

-La expansión de la internacionalización de la actividad de investigación-desarrollo.

-La preservación y desarrollo de la fuerza laboral calificada.

Como conclusión, 15 trabajadores de BioCubaFarma recibieron el Sello Hombres de Ciencia y otros ocho, la distinción honorífica Juan Tomás Roig: Iris Odalis Valdés, de Medsol; Raúl de la Nuez Morales, de la ETI; Lorenzo Benedicto Feria, de ENSINES; Darielys Santana, de Instituto Finaly de Vacunas; Madelin López, Empresa 8 de Marzo; Liena Padrón, OSDE OC; Grisel Toledo, de AICA, y Yunia Núñez, de CEMPALAB.

Trabajadores de Biocubafarma
Foto: cortesía de Biocubafarma

Mi camino era la cirugía

El doctor en Ciencias Médicas Juan Raúl Hernández Silva es el autor principal, junto a la doctora Heidy Hernández Ramos, del resultado Cirugía bilateral simultánea de catarata por facoemulsión, merecedor del Premio Especial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, al trabajo de Mayor Impacto Social en 2022.

El doctor refiere que, «con la introducción y asimilación de esa tecnología, que constituye una línea investigativa en países de alto desarrollo, como Canadá, Estados Unidos, Japón, Finlandia y España, hemos dado un salto cualitativo en la cirugía de cataratas.

«Desde 2014 suman más de 15 000 los pacientes cubanos intervenidos con este proceder, con una recuperación inmediata de la visión binocular, en calidad y en cantidad, además de aportar un ahorro económico al Sistema Nacional de Salud, al ofrecer la posibilidad de hacerle la cirugía a un mayor número de casos en menor tiempo, disminuir la discapacidad visual y los tiempos de estadía hospitalaria.

«Nada reconforta más que devolverles la visión a mis pacientes operados de catarata, en apenas 40 minutos. Ver en sus rostros esa alegría por propiciarles nuevamente la oportunidad de incorporarse a la vida familiar, social y laboral, es algo maravilloso que te inspira y alienta cada día.

«Siento una plena satisfacción y el mayor orgullo, al compartir con la doctora Heidy, que es mi hija, la coautoría de tan importante resultado para el desarrollo de la Oftalmología cubana», recalcó el doctor Raúl Hernández.

«La Oftalmología es una especialidad en permanente desarrollo tecnológico. Hoy, por ejemplo, la inteligencia artificial (IA) gana creciente protagonismo en esta disciplina, y en Cuba ya contamos con un estudio realizado por el doctor Iván Hernández, en colaboración con la Facultad de Física de la Universidad de La Habana, sobre la aplicación de la IA para el cálculo de lente intraocular en la población, que obtuvo Premio Nacional de la Academia de Ciencias 2023.

EL MAYOR ORGULLO  

Para el doctor Juan Raúl Hernández constituye un privilegio haber pasado la mayor parte de su vida profesional en el emblemático Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, su segunda casa en toda la extensión de la palabra.

Allí terminó la especialidad de Oftalmología en 1995, ha sido su único centro de trabajo a lo largo de más de 30 años, y realizó la primera operación de catarata siendo aún residente, al lado de la doctora Silvia López Hernández. Supo, a partir de aquel momento, que su verdadero camino era la cirugía.

Investigador y Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Especialista en Segundo Grado en Oftalmología y Cirujano Acreditado de Catarata, Cirugía Refractiva, Trasplante de Córnea y Glaucoma, el doctor en Ciencias Médicas Juan Raúl Hernández se ha desempeñado como presidente de la Sociedad Cubana de Oftalmología, director de la Revista Cubana de Oftalmología y asesor de la Operación Milagro en varios países.

En la actualidad es vicedirector del Pando Ferrer, y en enero de 2024 recibió la condición de Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Tiene publicados alrededor de 140 artículos científicos en revistas arbitradas de impacto.

Presidente del Tribunal de Examen de Oftalmología para Especialista de Segundo Grado en Cuba, y autor principal de varios libros de texto de la especialidad, algunos reconocidos con el Premio Anual de Salud, aseveró disfrutar de la magia de la cirugía.

DESDE LA CASA, EL APOYO INCONDICIONAL

Nacido en el populoso municipio de La Habana Vieja, el doctor en Ciencias Médicas Juan Raúl Hernández Silva refiere haber tenido una infancia muy feliz, en el seno de una humilde familia. Sus padres y abuelos maternos se ocuparon, con sumo celo, de inculcarle desde pequeño el interés por los estudios, y educarlo bajo estrictos preceptos de honestidad, respeto, integridad, disciplina, afán de superación y perseverancia.

«Tuve un apoyo incondicional de ellos. Mi abuela Rosa Nieves Rol me enseñó a leer y a escribir, mientras mi abuelo Francisco y mi tío materno Rafael se esforzaron porque aprendiera a nadar y a pescar, entre otras actividades, con la mira puesta en prepararme para la vida.

«Bajo la orientación permanente de mi mamá y mi papá, me propuse siempre hacer una carrera universitaria. Al principio de estar cursando la enseñanza media superior, en el Instituto Preuniversitario José Martí, quise ser artista plástico, marinero, piloto. Finalmente, al concluir el grado 12, opté por Medicina. Influyó en esa decisión que mi madre la había estudiado hasta el tercer año, y no pudo terminarla, por problemas de salud de mis abuelos.

El joven Juan Raúl Hernández cursó los dos primeros años en el entonces Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, etapa en la que conoció a su esposa, la también hoy doctora en Ciencias Médicas Meisy Ramos López.

«Ya en tercer año pasé a realizar el resto de la carrera en la Facultad de Medicina Calixto García, radicada en el hospital de igual nombre, un centro de larga historia docente en la Medicina cubana, con un claustro de altísima calidad. Tuve la fortuna de recibir clases de los eminentes doctores Antonio San Martín, en Medicina Interna, y de Jorge González (Popi), en Medicina Legal.

«Junto a mi esposa, fungí como alumno ayudante de Oftalmología en el servicio de la especialidad, bajo la guía del profesor Marcelino Río Torres. Debo decir que, gracias a la insistencia de mi compañera en la vida, decidí hacerme oftalmólogo.

«Formé parte del destacamento médico rural Manuel Piti Fajardo, etapa en la que trabajé en el hospital de Taguasco y en el policlínico de Zaza del Medio, Sancti Spíritus. Guardo los mejores recuerdos de esa experiencia, y aquilaté, en mayor grado, lo que significaba el ejercicio de la Medicina fuera de las grandes ciudades».

El doctor Hernández no quiso terminar su conversación con Granma sin resaltar la obra imperecedera, en el plano científico, docente y asistencial, de reconocidos oftalmólogos cubanos, después del triunfo de la Revolución, como los doctores Rolando López Cardet, Jaime Alemañy, Otton Gómez Ruiz, Orfilio Peláez Molina, Justino Arrue Rivero, Elio Marrero, Rolando Hernández Leal, Urbano Rodríguez, Maritza Miquely, Sergio Vidal, Marcelino Ríos y Rosaralis Santisteban, entre muchos otros.

2024: un año de muchos retos para el Programa de Atención Materno Infantil en Cuba

Que al cierre del 2024 la tasa de mortalidad infantil en Cuba se mantuviera en 7.1 por cada mil nacidos vivos, refleja, tanto los esfuerzos tenaces de miles de personas que a lo largo y ancho del país batallaron sin descanso por defender la vida, como los innumerables retos que debió enfrentar el Sistema Nacional de Salud en el transcurso de todo el año.

Detrás de cada cifra, está el empeño constante de una nación que, desde la voluntad política de su Estado y su sistema de Salud, no escatima esfuerzos para proteger la salud de cada embarazada, puérpera e infante en el país.

En tal sentido, no podemos ignorar cómo, tras el negativo impacto dejado por la pandemia de la COVID-19 en nuestro país y el 7.6 de mortalidad infantil alcanzado en el 2021, durante los años siguientes, aun cuando desde el Ministerio de Salud Pública no estamos satisfechos con los resultados, hemos ido logrando disminuir esa cifra.

De acuerdo con datos preliminares proporcionados por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud, en el año recién concluido en el territorio nacional se reportaron 71 mil 374 nacidos vivos, lo cual significa 19 mil 75 nacimientos menos que en el 2023, una realidad que impone retos adicionales a la nación en lo referido a su dinámica demográfica.

En medio de tantas complejidades a las cuales hizo frente el Sistema de Salud cubano en el 2024, asociadas tanto a los efectos del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos, que generó un déficit importante de recursos para el funcionamiento de nuestras instituciones y la agudización de los problemas sociales, como a los provocados por los huracanes Oscar y Rafael, así como a dos sismos, y la desconexión, en tres ocasiones, del Sistema Electroenergético Nacional, los esfuerzos realizados por los trabajadores de nuestro sector permitieron disminuir el número de muertes en menores de un año en 133; también en los menores de cinco años, con 101 defunciones menos, y reducir en seis las muertes maternas.

Nueve fueron las provincias donde descendió la cifra de fallecidos menores de un año: Camagüey, Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila, Las Tunas, Mayabeque, Matanzas y Cienfuegos. Así como siete mostraron estadísticas inferiores a la media del país, en cuanto a la tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos: a las provincias de Sancti Spíritus (3.6), Pinar del Río (4.2), Holguín (5.3) y Artemisa (5.9), con resultados sostenidos desde el año 2023, se unieron en el 2024 las de Ciego de Ávila (5.8), Las Tunas (6.3), Matanzas (6.7) y Granma (7.0).

Con satisfacción podemos mencionar, además, que en 33 municipios no se reportaron fallecidos menores de un año. Asimismo, varios territorios, aun cuando no muestran tasas de mortalidad infantil por debajo de la media nacional, sí mejoraron su comportamiento respecto al 2024: tal es el caso de las provincias de Guantánamo, de 9.0 a 7.3; Camagüey, de 10.8 a 7.5; Mayabeque, de 9.1 a 7.3, y Cienfuegos, de 8.3 a 7.4, así como el municipio especial Isla de la Juventud, de 9.3 a 8.8.

Asociado a la mortalidad materna, es importante reconocer que los territorios de Villa Clara (por dos años consecutivos), Artemisa, Las Tunas y el municipio especial Isla de la Juventud no reportaron ninguna muerte durante el 2024. De manera particular fueron 141 los municipios donde no se produjeron fallecimientos relacionados con el embarazo, parto o puerperio.

No obstante, esa realidad, la tasa de mortalidad materna al concluir el 2024 fue de 40.6, contra la de 38.7 por mil nacidos vivos que se obtuvo en el 2023.

Entre las acciones conjuntas llevadas a cabo entre las instituciones de Salud y otros sectores, para la atención a ese grupo poblacional, se destacan el refuerzo de la atención a las enfermedades preexistentes a la gestación; el manejo integral de la enfermedad hipertensiva de la gestación; las medidas para disminuir la incidencia del parto pretérmino, así como un mayor seguimiento al alto riesgo obstétrico.

Ante los desafíos que tiene por delante el Sistema Nacional de Salud en el camino de perfeccionar y fortalecer el desarrollo del Programa de Atención Materno Infantil, fueron múltiples las acciones llevadas a cabo el pasado año con el propósito de reforzar la atención a las mujeres en edad fértil, embarazadas, puérperas y pequeños.

Entre esas acciones, es importante destacar el desarrollo de una Intervención Sanitaria Compleja, basada en elementos de innovación de procesos, a partir de la cual un grupo de expertos nacionales y provinciales realizó una evaluación integral de todas las gestantes y los lactantes del país.

Ese ejercicio permitió una mayor y mejor definición de los factores de riesgos, tanto de las embarazadas como de los niños menores de un año. A su vez, posibilitó el diseño de interconsultas, acordes con los problemas identificados; se ingresó a las personas que así lo requerían; se aplicaron tratamientos para las principales afecciones diagnosticadas, y desde el trabajo intersectorial se le dio solución a un número significativo de situaciones de riesgo social.

Unido a ello, se continuaron desarrollando estrategias encaminadas a disminuir el embarazo en la adolescencia; perfeccionar los servicios de planificación familiar, así como incrementar la resolutividad de la Red de Reproducción Asistida Humana.

El 2024 se distinguió, además, por lograr la implementación de la actualización hecha al Programa de Atención Materno Infantil; la evaluación constante de los avances en las acciones que respaldan el objetivo número 3 de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencias y Juventudes, así como el inicio del proceso de reorganización de los recursos humanos en la Atención Primaria de Salud, a partir de las premisas aprobadas para garantizar, mantener y dar sostenibilidad a la cobertura de la atención médica a toda la población.

A su vez, se llevaron a cabo 5 mil 900 actividades docentes sobre temas asociados al PAMI, con la participación de más 180 mil profesionales, y se concretó por primera vez en Cuba la vacunación contra el neumococo, lo cual tendrá un impacto en la disminución de los fallecimientos por Infecciones Respiratorias Agudas en los primeros años de vida.

 

Incansable ha sido la labor llevada a cabo por cada uno de los trabajadores del sector que tributa a la materialización del Programa de Atención Materno Infantil, conscientes en todo momento de que en sus manos está la felicidad de muchas familias y el futuro del país.

Así amanecieron también en el 2025 en toda Cuba, perfeccionando estrategias, buscando alternativas para optimizar recursos, y fortaleciendo la prevención como pilar fundamental de nuestro modelo de Salud.

Entre muchos otros retos que tenemos por delante, nuestro pueblo puede tener la confianza de que seguiremos haciendo sin descanso para disminuir la fecundidad en la adolescencia y la incidencia del bajo peso al nacer; incrementar la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes de vida y complementada hasta los dos años, así como elevar el nivel de conocimiento de la población para el cuidado de las embarazadas y de los menores de un año, y de las actividades de superación y capacitación del profesional de la salud para incrementar la calidad de la atención médica.

La integralidad con que múltiples sectores y organizaciones del país se han sumado desde hace décadas a la atención de este sensible programa para la nación, ha resultado vital para la protección de la vida. El compromiso del Ministerio de Salud Pública y de los trabajadores del sector, ha sido y será siempre, el de poner la salud de nuestro pueblo en el centro de nuestras prioridades.

Centro de Inmunología Molecular: 30 años al servicio de la ciencia cubana y la salud del pueblo

El Centro de Inmunología Molecular (CIM) se fundó el 5 de diciembre de 1994. Su origen fue el grupo del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) que a mediados de los años 80 y en un pequeño laboratorio de esa institución, comenzó a producir anticuerpos monoclonales por primera vez en nuestro país y uno de los primeros en el mundo.

Al conocer los primeros resultados, el comandante en jefe Fidel Castro no tardó en entrevistarse con el grupo e indagar todo sobre este proyecto. Con su visión descomunal, el comandante vislumbró el impacto de este campo de la ciencia en la medicina, la salud y el desarrollo económico del país.

Poco tiempo después se pondría en marcha la maquinaria que llevaría este prospecto científico de laboratorio de «buhardilla» a la empresa de alta tecnología que conocemos hoy.

Apenas triunfaba la Revolución y ya Fidel vaticinaba que nuestro futuro sería de hombres de ciencias, y nunca dudó de lo dicho. En aquel momento tan complejo de los años 90, quedaba inaugurada la majestuosa instalación del CIM.

«Es un orgullo en pleno período especial inaugurar este centro, que no es un lujo, es una promesa de salud y bienestar para nuestro pueblo, es una promesa de ingresos para nuestra economía», expresó Fidel al dejar inaugurada aquel 5 de diciembre de 1994, la que sería una institución biotecnológica de vanguardia en Cuba, y el mundo: el Centro de Inmunología Molecular.

Dr. Agustín Lage Dávila, fundador del CIM.

Con el sabio liderazgo del prestigioso inmunólogo Agustín Lage Dávila, fundador y director durante 25 años del CIM, fue la primera entidad de la biotecnología cubana en asimilar la tecnología de producción de proteínas recombinantes en células de mamíferos.

Y es que su colectivo entendió que la buena ciencia no se construye desde individualidades, sino desde un esfuerzo conjunto y una meta común. Esa es la premisa que predicó y defendió el Dr. Lage Dávila, que llevó al CIM a obtener los resultados que hoy ostenta.

En 2021, la institución obtiene la condición de “Centro Distinguido Nacional” por el relevante rol desempeñado en el desarrollo de la ciencia cubana y el enfrentamiento a la pandemia de la covid-19. En esa etapa, sus investigadores trabajaron en la obtención, desarrollo y producción a gran escala de la proteína RDB del virus SARS-CoV-2, para su uso como antígeno en las vacunas anti-COVID-19 Soberana 01 y Soberana 02. En este mismo año, el Consejo de Ministros le otorgó la categoría de Empresa de Alta Tecnología.

En 2022, la vacuna terapéutica cubana contra el cáncer de pulmón Cimavax-EGF, fruto de más de dos décadas de investigaciones con resultados satisfactorios en personas en estado avanzado de la enfermedad, conquista a la comunidad científica estadounidense y a su población, a partir de los logros mostrados en las investigaciones.

En 2023, el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente otorgó su premio especial al trabajo de mayor relevancia científica del año a una investigación del centro sobre el anticuerpo monoclonal humanizado cubano nimotuzumab en el tratamiento de pacientes con COVID-19. El nimotuzumab es una molécula muy segura, que además evidencia una alta tasa de recuperación y permite la reducción de las secuelas pulmonares en pacientes que enfermaron de covid-19.

Perteneciente en este momento al Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (Biocubafarma), el centro se dedica a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de fármacos para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles.

Junto a otras instituciones científicas del país, ha llevado a cabo un proyecto para obtener una eritropoyetina con un bajo contenido de ácido siálico, que no induzca hematopoyesis y que tenga iguales propiedades neuroprotectoras: la NeuroEPO. Así, se llevó a cabo el ensayo clínico de la NeuroEPO para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer con la finalidad de demostrar seguridad y eficacia.

Los resultados alcanzados en el ensayo demostraron que existe una detención de la progresión de la enfermedad y que mejora aspectos relacionados con la esfera cognitiva. Con este mismo fármaco, avanza hacia una fase III de ensayos clínicos en pacientes adultos con ataxias espinocerebelosas. Se trata de un ensayo clínico controlado con placebo, aleatorizado y a doble ciego para evaluar la eficacia y seguridad de la administración nasal de NeuroEPO en pacientes adultos con esta enfermedad.

La licencia para la colaboración en materia de biotecnología que se desarrolla entre Cuba y el Instituto del Cáncer Roswell Park, de Estados Unidos fue renovada hasta el 30 de noviembre de 2027. Ambas instituciones conducen ensayos clínicos con un nuevo modulador inmunológico conocido como VSSP (partícula de tamaño muy pequeño) desarrollado por el equipo del CIM que puede reducir significativamente las células supresoras derivadas de mieloides (MDSC) entre las personas con cáncer de riñón avanzado.

En la actualidad, la institución tiene más de 25 ensayos clínicos en marcha.

El Centro de Inmunología Molecular (CIM) es una institución biotecnológica cubana de esquema cerrado (investigación-desarrollo, producción y comercialización), que hoy exhibe 30 años de experiencia en el sector y que es un referente en el mundo entero de lo que puede lograr un pequeño país que apostó por la ciencia.

Felicitaciones y éxitos futuros a este admirable colectivo.

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