Naciones Unidas

Un informe de ONUSIDA muestra que la defensa de los derechos humanos es vital para acabar con la pandemia de sida

Un nuevo informe de ONUSIDA muestra que el mundo puede alcanzar el objetivo acordado de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, pero sólo si los líderes protegen los derechos humanos de todas las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo. El mensaje del informe se resume en su título: “Sigamos el camino de los derechos para acabar con el sida”.

«A pesar de los enormes progresos realizados en la respuesta al VIH, las violaciones de los derechos humanos siguen impidiendo que el mundo acabe con el sida», declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Cuando a las niñas se les niega la educación; cuando existe impunidad para la violencia de género; cuando las personas pueden ser detenidas por lo que son o por lo que aman; cuando una visita a los servicios de salud es peligrosa para las personas debido a la comunidad de la que son – el resultado es que las personas se ven bloqueadas para poder acceder a los servicios del VIH que son esenciales para salvar sus vidas y para poner fin a la pandemia del sida. Para proteger la salud de todos, tenemos que proteger los derechos de todas y todos».

De los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, 9,3 millones aún no tienen acceso a un tratamiento que podría salvarles la vida. El año pasado, 630 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida, y 1,3 millones de personas en todo el mundo contrajeron el VIH por primera vez. En al menos 28 países, el número de nuevas infecciones por VIH va en aumento. Para frenar la trayectoria de la pandemia, es imperativo que todos los que lo necesiten puedan acceder sin miedo a los programas que salvan vidas.

Cada día de 2023, 570 mujeres jóvenes y niñas de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH. En al menos 22 países de África oriental y meridional, las mujeres y niñas de este grupo de edad tienen tres veces más probabilidades de vivir con el VIH que sus compañeros varones.

«A ninguna niña se le debe negar la educación y la información que necesita para mantenerse a salvo. La discriminación y la violencia contra las niñas deben abordarse como una emergencia sanitaria y de derechos humanos», afirmó Nomonde Ngema, activista de 21 años contra el VIH.

La criminalización y estigmatización de las comunidades marginadas está obstruyendo el acceso a servicios relacionados con el VIH que salvan vidas. En la Declaración Política para Poner Fin al VIH/SIDA de 2021, los países se comprometieron a garantizar que para 2025 menos del 10 % de los países tengan marcos jurídicos y políticos restrictivos que lleven a denegar o limitar el acceso a los servicios relacionados con el VIH.

Sin embargo, en 2023, 63 países siguen penalizando las relaciones entre personas del mismo sexo. Estas leyes están obstaculizando la respuesta al VIH: Entre los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la prevalencia del VIH es cinco veces mayor en los países que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo que en los que no lo hacen. que en los que no lo hacen.

La ciencia sigue innovando contra el sida. Los medicamentos de acción prolongada que sólo necesitan inyectarse un par de veces al año podrían inclinar la balanza, pero sólo si se adopta un enfoque basado en los derechos humanos para compartir la tecnología con el fin de bajar los precios y permitir la producción en todas las partes del mundo.

«Las herramientas médicas que salvan vidas no pueden tratarse como meras mercancías», afirmó Alexandra Calmy, responsable de VIH de los Hospitales Universitarios de Ginebra. «Las revolucionarias opciones terapéuticas y preventivas que se están desarrollando actualmente deben ser accesibles sin demora para lograr un alcance universal».

***

Como cada 1 de diciembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) se une este año a sus asociados y comunidades para celebrar el Día Mundial del Sida 2024. Con el lema «Emprendamos la senda de los derechos: Mi salud, mi derecho», la OMS apela a mandatarios y ciudadanos de todo el mundo a defender el derecho a la salud subsanando las desigualdades que entorpecen los progresos hacia el fin del sida.

De manera general, se observa hoy una ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH, se va aumentando el acceso al tratamiento y se va terminando con las muertes relacionadas con el sida.

Estadísticas mundiales sobre el VIH

  • 39,9 millones [36,1 millones-44,6 millones] vivían con el VIH en todo el mundo en 2023.
  • 1,3 millones [1 millón-1,7 millones] contrajeron la infección por el VIH en 2023.
  • 630 000 [500 000-820 000] personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en 2023.
  • 30,7 millones de personas [27-31,9 millones] tuvieron acceso a la terapia antirretroviral en 2023.
  • 88,4 millones [71,3 millones-112,8 millones] de personas contrajeron la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia.
  • 42,3 millones [35,7 millones-51,1 millones] de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia.

Personas que viven con el VIH con acceso a la terapia antirretroviral

  • A finales de diciembre de 2023, 30,7 millones [27-31,9 millones] de personas accedían al tratamiento antirretroviral, frente a los 7,7 millones [6,7-8 millones] de 2010, pero todavía por debajo del objetivo de 34 millones para 2025.
  • En 2023, el 77 % [61-89 %] de todas las personas que vivían con el VIH tuvo acceso al tratamiento.
    • ­ El 77 % [62-90 %] de los adultos mayores de 15 años que vivían con el VIH tuvo acceso al tratamiento, así como el 57 % [41-75 %] de los niños de hasta 14 años.
    • ­ El 83 % [66-96 %] de las mujeres adultas mayores de 15 años tuvo acceso al tratamiento; sin embargo, solo el 72 % [56-84 %] de los hombres adultos de 15 o más años de edad lo tuvo.
  • En 2023, el 84 % [72-98 %] de las mujeres embarazadas que vivían con el VIH tuvo acceso a medicamentos antirretrovirales para evitar la transmisión del VIH a su bebé.

Vea más datos mundiales sobre el VIH, datos regionales, y terapia antirretroviral a nivel regional.

Para cada niño y cada niña, todos los derechos

El 20 de noviembre es un día importante: se celebra el Día Mundial de la Infancia y se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).

Esta Convención, la más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.

Todos los miembros de nuestra sociedad —padres y madres, personal docente y sanitario, dirigentes gubernamentales, líderes religiosos, personalidades de la política, el mundo empresarial, la sociedad civil y los medios de comunicación— desempeñan un papel clave en el bienestar de la infancia.

Así, este Día Mundial nos ofrece un punto de partida para llevar a cabo medidas inspiradoras para defender, promover y celebrar los derechos del niño a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para los niños.

En este Día Mundial de la Infancia, escuchemos al futuro.

De cara al año 2050, tenemos dos alternativas. Podemos seguir por el mismo camino y arriesgarnos a llegar a un futuro donde millones de niños y niñas se queden atrás, o podemos decidir cambiar de rumbo y optar por un futuro donde todos los niños y niñas sobrevivan, prosperen y desarrollen todo su potencial.

Es posible lograr un mundo mejor para todos los niños y niñas.

Prestar atención a lo que los niños y niñas tienen que decir nos permitirá respetar su derecho a expresarse, entender sus ideas para mejorar el futuro e incluir sus prioridades en nuestras acciones desde este momento. Descubre qué iniciativas se están llevando a cabo y ¡participa!

14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes

El tema para el Día Mundial de la Diabetes 2024-2026 es “Diabetes y bienestar”.

Con un acceso adecuado a la atención sanitaria de la diabetes y al apoyo para el bienestar de los enfermos, todos de las personas con diabetes podrán disfrutar de una vida mejor.

Millones de personas con diabetes se enfrentan a retos diarios para controlar su enfermedad en su hogar, en el trabajo y en la escuela. Deben ser resilientes, organizados y responsables, lo que repercute tanto en su bienestar físico como en el psicológico. La atención a la diabetes suele centrarse únicamente en la glucemia, lo que deja a muchos desbordados. Este 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, pongamos el bienestar en el centro de la atención diabética e iniciemos el cambio hacia una vida mejor con diabetes.

Desde 1980 el número de personas con diabetes en el mundo casi se ha cuadruplicado. Se estima que 425 millones de adultos padecían diabetes en 2017, frente a los 108 millones de 1980. Este preocupante crecimiento también es extrapolable a América Latina, donde los datos hablan por sí solos: la diabetes es la cuarta causa de muerte en esta zona.

Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad. Gran parte de los casos y sus complicaciones podrían prevenirse con una dieta saludable, actividad física regular y un peso corporal normal, y evitando el consumo de tabaco.

Datos y cifras
  • El número de personas con diabetes pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia de esta enfermedad ha venido aumentando más rápidamente en los países de ingresos bajos y medianos que en los de renta elevada.
  • La diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de miembros inferiores.
  • Entre 2000 y 2019, las tasas de mortalidad por diabetes normalizadas por edades aumentaron en un 3%.
  • En 2019, la diabetes y la nefropatía diabética causaron dos millones de defunciones.
  • La alimentación saludable, el ejercicio físico regular, el mantenimiento de un peso normal y la evitación del consumo de tabaco previenen la diabetes de tipo 2 o retrasan su aparición.
  • Es posible tratar la diabetes y evitar o retrasar sus consecuencias por medio de la actividad física y una alimentación saludable, junto con medicación y la realización periódica de pruebas.

La mejor manera de prevenir o retrasar eficazmente la aparición de la diabetes de tipo 2 es cambiar de hábitos.

Para ayudar a prevenir este tipo de diabetes y sus complicaciones, conviene:

  • alcanzar y mantener un peso corporal saludable;
  • mantenerse físicamente activo con al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día;
  • seguir un régimen alimentario saludable, sin azúcar ni grasas saturadas;
  • no fumar tabaco.

7 de octubre, Día Mundial del Hábitat

El Día Mundial del Hábitat, que se celebra cada 7 de octubre, este año 2024 tiene por lema “Involucrar a los jóvenes para crear un futuro urbano mejor”. El objetivo del evento es abordar los retos y oportunidades de la rápida urbanización y se centrará en la participación activa de los jóvenes en la configuración de ciudades y comunidades sostenibles.

La celebración hace hincapié en cómo podemos involucrar a las nuevas generaciones en la planificación de su presente y futuro urbanos mediante procesos participativos y oportunidades de liderazgo local.

El mundo se está urbanizando a gran velocidad, y muchos de los residentes urbanos actuales son gente joven, especialmente en algunos países de África y Asia. Actualmente, los jóvenes del Sur global constituyen el 70 % o más de las ciudades.

Para 2050, se prevé que las ciudades acojan aproximadamente al 70 % de la población mundial, lo que pone de manifiesto la acuciante necesidad de una planificación urbana integradora y un desarrollo sostenible.

A pesar de los esfuerzos mundiales, las Naciones Unidas son conscientes de que persisten las dificultades para avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en lo que respecta a la pobreza, la desigualdad y la inminente amenaza del cambio climático.

Estas y otras cuestiones obstaculizan considerablemente el crecimiento equitativo y la resiliencia de las zonas urbanas de todo el mundo. Es crucial movilizar el apoyo de todos los segmentos de la sociedad, haciendo especial hincapié en la participación de los jóvenes.

Empoderar a los jóvenes e incluirlos en la toma de decisiones urbanas es esencial para desarrollar ciudades inclusivas y resilientes. Aprovechando la energía, la creatividad y las perspectivas de los jóvenes, las ciudades pueden trabajar hacia un desarrollo más sostenible y equitativo, garantizando un futuro mejor para todos.

Esta ocasión presenta una oportunidad única para celebrar las contribuciones de los jóvenes a la urbanización sostenible, y para abordar al mismo tiempo los retos del rápido crecimiento urbano.

En 1985 las Naciones Unidas designó el primer lunes de octubre de cada año como el Día Mundial del Hábitat con el objetivo de reflexionar sobre el estado de la estructura de nuestros pueblos y ciudades y el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También pretende recordar al mundo su responsabilidad colectiva en el futuro del hábitat humano.

Este día internacional se celebró por primera vez en 1986 con el tema «La vivienda es mi derecho». Nairobi fue la ciudad anfitriona para la celebración de ese año. Otros temas anteriores han incluido: «Vivienda para las personas sin hogar» (1987, Nueva York), «Vivienda y urbanización» (1990, Londres), «Ciudades futuras» (1997, Bonn), »Ciudades más seguras» (1998, Dubai); «La mujer en la gobernanza urbana» (2000, Jamaica), «Ciudades sin tugurios» (2001, Fukuoka), «Agua y saneamiento para las ciudades» (2003, Río de Janeiro), «Los objetivos de la Declaración del Milenio y la Ciudad» (2005), «Las ciudades, imanes de esperanza» (2006), «Ciudades armoniosas» (2008) y «Planificando nuestro futuro urbano» (2009, Washington, DC), «Mejores ciudades, mejor vida» (2010, Shanghai, China) y «Las Ciudades y el Cambio Climático» (2011, Aguascalientes, México).

Para obtener más información sobre la situación de nuestros asentamientos, puedes visitar el sitio Octubre Urbano, una iniciativa de ONU-Hábitat que fue lanzada en 2014 para poner de relieve los desafíos urbanos mundiales e involucrar a la comunidad internacional en el desarrollo de la Nueva Agenda Urbana, aprobada en octubre de 2016 en la ciudad de Quito durante la Conferencia de Hábitat III.

Esta Nueva Agenda Urbana es la brújula para hacer frente a los desafíos de las ciudades en las próxima dos décadas y ha de ser vista como una extensión del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 de la Agenda 2030.

Como dejó claro la Cumbre del Futuro el mes pasado, la juventud es decisiva en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible. (…)  [Apoyemos] a la juventud de todas partes del mundo, incluyéndola en las decisiones y construyendo ciudades donde pueda prosperar la gente de todas las edades.»

António Guterres

Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo

Próximo a celebrarse el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo a finales de este mes, en la reciente sesión del 61.º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud se aprobó una nueva Política sobre cuidados a largo plazo, la cual insta a los países a invertir en un mayor acceso a estas atenciones y a los servicios de prevención de la discapacidad a lo largo del curso de vida.

“La creciente demanda de cuidados a largo plazo representa un desafío significativo para los sistemas de salud y protección social en la Región de las Américas”, dijo James Fitzgerald, director de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS. “Esta política proporciona un marco estratégico para garantizar que los países estén preparados para satisfacer estas necesidades a través de servicios de cuidados a largo plazo sostenibles y equitativos”.

Según la nota de prensa de la OPS, en la Región de las Américas, como en muchas otras partes del mundo, la esperanza de vida al nacer ha registrado un aumento importante en el siglo XX. Sin embargo, no se ha logrado el mismo avance en el caso de la esperanza de vida saludable. Esto significa un aumento en el número de años vividos con discapacidad y en situación de dependencia, lo que puede requerir cuidados a largo plazo.

Actualmente, al menos 8 millones de personas mayores en América Latina y el Caribe requieren cuidados a largo plazo, y dado este continuo cambio demográfico, esta cifra podría triplicarse a 23 millones para el 2050.

El trabajo de cuidados, tanto remunerado como no remunerado, es de vital importancia para la sociedad. El crecimiento de la población, el envejecimiento de las sociedades, las modelos de familia cambiantes, el lugar todavía secundario de las mujeres en los mercados de trabajo y las deficiencias en las políticas sociales exigen que los gobiernos, los empleadores, los sindicatos y los ciudadanos adopten medidas urgentes en lo que respecta a la organización del trabajo de cuidados.

Si no se afrontan de manera adecuada, los déficits actuales en la prestación de servicios de cuidado y su calidad crearán una grave e insostenible crisis del cuidado a nivel mundial y aumentarán más aún la desigualdad de género en el trabajo.

El trabajo de cuidados comprende dos tipos de actividades superpuestas: las actividades de cuidado directo, personal y de relación, como dar de comer a un bebé o cuidar de un cónyuge enfermo; y las actividades de cuidado indirecto, como cocinar y limpiar.

El trabajo de cuidados no remunerado consiste en la prestación de cuidados por parte de cuidadoras y cuidadores no remunerados sin recibir una retribución económica a cambio. La prestación de cuidados no remunerada se considera un trabajo, por lo que es una dimensión fundamental del mundo laboral.

El trabajo de cuidados remunerado lo realizan trabajadores y trabajadoras del cuidado a cambio de una remuneración o beneficio. Estos comprenden una gran diversidad de trabajadores de los servicios personales, como el personal de enfermería, el personal médico, y los trabajadores y trabajadoras del cuidado personal. Las trabajadoras y trabajadores domésticos, que prestan cuidados tanto directos como indirectos en los hogares, también integran la fuerza de trabajo dedicada a la prestación de cuidados.

Consciente de la necesidad de invertir en la economía del cuidado y de crear sistemas del cuidado y apoyo que sean sólidos, resilientes, sensibles a las cuestiones de género y de edad e inclusivos de la discapacidad y que respeten plenamente los derechos humanos con miras a reconocer, reducir, valorar y redistribuir el trabajo de l cuidado y doméstico y el apoyo no remunerados, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 29 de octubre como Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo.

Es necesario reconocer y valorar el trabajo del cuidado y a los cuidadores como trabajadores esenciales. Se deben adoptar también medidas que combatan los estereotipos de género relacionados con los cuidados y el apoyo, así como los relacionados con la raza, el origen étnico, la edad o el estatus migratorio, para reducir la segregación ocupacional en el trabajo del cuidado.

Así, la Poltíca recién aprobada reconoce las importantes contribuciones de los cuidadores no remunerados, predominantemente mujeres, que proporcionan la mayoría de los cuidados a largo plazo en la Región. Se insta a un reconocimiento formal, apoyo y capacitación para estos cuidadores, así como a esfuerzos para reducir la carga de los cuidados, permitiéndoles participar más plenamente en el mercado laboral.

Asimismo, el documento busca fortalecer la capacidad de la fuerza de trabajo formal en cuidados a largo plazo. “Las personas que prestan cuidados a largo plazo de forma remunerada deben formar parte de una fuerza laboral formal y acreditada, que debe aumentar, ser sostenible y valorada, y fortalecerse por medio de la capacitación continua y el establecimiento de competencias profesionales mínimas”, agregó Fitzgerald.

La Política alienta a los Estados Miembros a desarrollar mecanismos de financiamiento sostenible y promover la gobernanza intersectorial a partir de la formulación políticas nacionales de cuidados a largo plazo, fortalecer los datos y sistemas de información y asegurar que los servicios de cuidados a largo plazo sean accesibles para todas las personas, especialmente para aquellos en condiciones de vulnerabilidad.

El año pasado la OPS publicó el informe La situación de los cuidados a largo plazo en América Latina y el Caribe con el objetivo de perfilar el conocimiento actual disponible sobre la situación de la salud y el envejecimiento de las personas mayores en la Región de las Américas al comienzo de la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030.

En este informe se brinda información actualizada sobre la situación de los cuidados a largo plazo en la región de América Latina y el Caribe, de la carga y los efectos de la dependencia de cuidados, así como de los sistemas y servicios de cuidados a largo plazo que existen en la actualidad.

El acelerado envejecimiento poblacional en América Latina y el Caribe genera un aumento sustancial de la demanda de servicios de cuidados, al tiempo que se registra una disminución de la oferta de cuidados no remunerados brindados por la familia, que en la actualidad constituye el principal proveedor de atención a la dependencia.

Ante tal realidad, este informe detallado permitirá fundamentar el diseño de estrategias encaminadas a formalizar esta dimensión de la atención de salud de las personas, partiendo de la idea de que establecer sistemas nacionales de atención a largo plazo resulta fundamental para proteger y promover los derechos, la dignidad y el bienestar de las personas mayores en situación de dependencia de cuidados y de sus cuidadoras y cuidadores.

Entre las personas que asumen ese cuidado muchas veces aparece una serie de síntomas que dan lugar al síndrome del cuidador quemado. Este síndrome se caracteriza por la presencia de estrés, ansiedad, depresión, irritabilidad, insomnio, dificultad de concentración, apatía, pérdida de apetito, cefalea, o abuso de sustancias nocivas, entre otros. Estas personas tienen sentimiento de culpa, dejan de lado sus actividades de ocio y diversión, así como a sus amigos, para dedicarse plenamente a la tarea del cuidado; manifiestan también tristeza y tensión ambiental, son incapaces de relajarse y pueden presentar un aislamiento social y sentimiento de soledad.

Recomendamos la presentación de un caso característico del síndrome del cuidador quemado publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia, de España:

Martínez Pizarro Sandra. Síndrome del cuidador quemado. Rev Clin Med Fam [Internet]. 2020; 13( 1 ): 97-100.

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