Mayor carga clínica, deterioro funcional, dolor, nódulos y afectación radiográfica en la osteoartritis erosiva de mano

Investigadores del Instituto Nacional de Rehabilitación «Luis Guillermo Ibarra Ibarra», en la Ciudad de México, México, encontraron que los pacientes con osteoartritis erosiva de mano presentan mayor carga clínica y daño articular que aquellos solo con osteoartritis de mano, aunque en ambos trastornos se observa deterioro funcional.[1]

La osteoartritis erosiva de mano es la manifestación más agresiva de la osteoartritis de mano y se presenta principalmente en mujeres con posmenopausia. Se caracteriza por la presencia de erosiones óseas centrales subcondrales, destrucción cortical y cambios reparativos posteriores, que pueden incluir anquilosis ósea con destrucción articular grave, deformaciones importantes y restricción de la movilidad.

Las principales manifestaciones clínicas son dolor, presencia de nódulos y gravedad de la afección mostrada en la radiografía, hallazgos publicados en Reumatología Clínica, de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y el Colegio Mexicano de Reumatología.

El Dr. León Ponce, médico especialista en reumatología del Hospital General del Estado de Sonora, en Hermosillo, México, comentó: «La osteoartritis erosiva de mano no se considera un empeoramiento, sino más bien una presentación o fenotipo distinto que la de sus manifestaciones no erosivas. Se han documentado factores de riesgo, sobre todo genéticos y serológicos intraarticulares, donde se documenta un proceso inflamatorio más marcado en la osteoartritis erosiva de mano, por lo que no hay tratamientos para evitar un empeoramiento, pero es de suma importancia diferenciarla».

Aunque se conoce el impacto clínico de la osteoartritis erosiva de mano en términos de dolor y función articular, pocos estudios han evaluado cómo se relacionan las características clínicas de un paciente con la presencia de una enfermedad radiográfica más grave. De existir dicha asociación, sería posible captar a los pacientes de mayor riesgo a partir de herramientas de cribado sencillas de aplicar cuando no se cuenta con acceso a una radiografía.

Los objetivos del estudio fueron evaluar las características clínicas y radiográficas de la osteoartritis de mano, examinar si hay diferencias en dolor y deterioro funcional en los pacientes con osteoartritis erosiva de mano en comparación con quienes sufren manifestaciones no erosivas y responder si existe asociación entre el deterioro funcional y las manifestaciones clínicas, la presencia de dolor y la gravedad radiográfica de los pacientes con osteoartritis de mano.

Participaron en total 119 adultos mayores de 40 años con osteoartritis de mano, de los cuales 52,1% presentaba osteoartritis erosiva de mano. Se tomaron en cuenta los criterios del American College of Rheumatology (ACR) para el diagnóstico de osteoartritis de mano: dolor o rigidez junto con agrandamiento del tejido duro que involucre al menos dos de diez articulaciones seleccionadas y menos de tres articulaciones metacarpofalángicas inflamadas y agrandamiento del tejido duro de al menos dos articulaciones interfalángicas distales. La osteoartritis erosiva de mano se definió por la presencia de al menos una articulación en fase erosiva o de remodelación de la placa subcondral, según el método de puntuación de Verbruggen-Veys.

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Factográfico de salud: América del Norte. Indicadores de salud

La Biblioteca Médica Nacional pone a su disposición el boletín Factográfico de Salud, el cual brinda información actualizada organizada por países y enfermedades, a través de datos estadísticos y gráficos y de acuerdo con los objetivos, propósitos y directrices del Ministerio de Salud Pública de Cuba.

El Número 7 del Volumen 8 del mes de julio de 2022 tiene como tema: América del Norte. Indicadores de salud.

América del Norte o Norteamérica es un subcontinente que forma parte de América, situado en el Hemisferio Norte, casi por completo en el Hemisferio Occidental. Limita al norte con el Océano Glacial Ártico, al este con el Océano Atlántico, al sureste con el Mar Caribe y al sur y al oeste con el Océano Pacífico y La depresión de Chiapas en México. Está unido a América del Sur por el estrecho puente territorial que representa América Central.

En la región de América del Norte el estado general de salud de la población es bueno, aunque desigual. Los indicadores de esperanza de vida aumentaron y la mortalidad infantil y materna disminuyó.

De luto la Pediatría cubana por el fallecimiento del Dr. Juan José Marchena Bécquer

Dr. Juan José Marchena Bécquer

La Pediatría cubana está de luto por el deceso del Dr. MSc. Juan José Marchena Becker, nuestro querido y admirado profesor.

Nació en la ciudad de Trinidad, provincia de Sancti Spíritus, el 8 de marzo de 1961 en el seno de una familia humilde y trabajadora, de padre técnico de la industria azucarera y madre maestra alfabetizadora, formada también por dos hermanos mayores que él.

Muy temprano durante su educación secundaria y preuniversitaria mostró gran inclinación por la medicina la cual comenzó a estudiar en La Habana en 1980 en el ISCBP «Victoria de Girón» y culminó estudios en la Facultad de Ciencias Médicas «Comandante Manuel Fajardo», realizando su internado en la hermana República de Nicaragua.  Comenzó su especialización en Pediatría en el Hospital Pediátrico «Pedro Borrás Astorga» la cual culminó en 1989, tras lo cual realizó su servicio médico social en la provincia de Las Tunas, donde inició su labor docente, formando numerosos profesionales de la salud de dicha provincia.

En La Habana, la mayor parte de su vida profesional la realizó en el Hospital Pediátrico Centro Habana (HPCH) como Máster en Infectología y Enfermedades Tropicales (1988), Especialista de II Grado en Pediatría y Profesor Auxiliar desde 2008.  En este Hospital desempeñó durante 15 años el cargo de vicedirector de asistencia médica, presidente de la comisión de antimicrobianos y del Comité Médico Auditor; secretario del PCC durante varios años, ganándose el respeto y admiración de todos.

El profesor Marchena fue miembro titular de la Sociedad Cubana de Pediatría, fundador del capítulo Habana y su tesorero durante los últimos tres años. Fue además árbitro de la Revista Cubana de Pediatría, miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, del grupo provincial de infectología pediátrica y de APUA-Cuba, del comité académico de la maestría Enfermedades infecciosas de la Facultad Calixto García y del comité académico de la especialidad de Pediatría.

Durante su meritoria carrera profesional destacan los numerosos reconocimientos otorgados por la Dirección Provincial de Salud, la Universidad de Ciencias Médicas, la Revista Cubana de Pediatría y los directivos de la FEU (Profesor Alma Mater y Tiza de Oro).

El profesor Marchena realizó un total de 20 publicaciones científicas, impartió más de 20 cursos de posgrado y numerosas capacitaciones sobre uso de antimicrobianos.

Es muy difícil poder resumir en palabras la vida de una persona que dedicó su fructífera vida a la atención de niños enfermos con tal devoción que lo consagró como un pediatra ejemplar. Profesor de excelencia, especialista destacado, ejemplo para estudiantes y residentes, muy querido por sus compañeros y pacientes, formador de generaciones de médicos, inigualable hijo y amigo, descanse en paz.

«La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida».

Sociedad Cubana de Pediatría

Semana de la lactancia materna 2022: Impulsemos la lactancia materna

– La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef recomiendan iniciar la lactancia en la hora siguiente al nacimiento, que sea exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continúe hasta los dos años y más, complementada con alimentos nutricionales adecuados y seguros.
– La Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados realizada en 2019 evidenció que en Cuba la lactancia exclusiva antes de los seis meses es del 40.9%, la iniciación en el primer día de nacimiento es del 92.5% y el porcentaje de niños amamantados por primera vez durante la primera hora después del nacimiento es del 64.1%.

 

 

La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, es una campaña mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados con la lactancia materna.  Se celebra en más de 170 países, del 1 al 7 de agosto, aniversario de la Declaración de Innocenti, firmada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en agosto de 1990.

Este año, el tema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM 2022) es Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando. Desde 2016, la SMLM se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En 2018, una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud respaldó a la SMLM como una importante estrategia de promoción de la lactancia materna.

La SMLM 2022 se centrará en fortalecer la capacidad de los actores que tienen que proteger, promover y apoyar la lactancia materna en diferentes niveles de la sociedad. La lactancia materna es clave para las estrategias de desarrollo sostenible pospandemia, ya que mejora la nutrición, garantiza la seguridad alimentaria y reduce las desigualdades entre y dentro de los países. El tema está alineado con el área temática 1 de la campaña WBW-SDG 2030, que destaca los vínculos entre la lactancia materna y la buena nutrición, la seguridad alimentaria y la reducción de las desigualdades.

El embarazo y la lactancia son un momento especialmente vulnerable para las mujeres trabajadoras y sus familias. Las mujeres embarazadas y lactantes requieren protección especial para prevenir daños a su salud o a la de sus bebés, y necesitan tiempo suficiente para dar a luz, recuperarse y amamantar a sus hijos. Al mismo tiempo, también necesitan protección para garantizar que sus puestos de trabajo no se ven amenazados por el embarazo o la licencia de maternidad.

La protección de la maternidad es clave para permitir la lactancia materna y empoderar a los padres para una implementación exitosa de las prácticas recomendadas de lactancia materna. La OPS/OMS recomienda que los países implementen y apliquen el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna a todos los niveles. Es vital garantizar que las madres lactantes no sean blanco de la industria, el marketing o los profesionales de la salud pública que quieren poner en peligro su lactancia materna mediante la promoción de la alimentación con fórmula.

Impulsemos la lactancia materna – apoyando y educando

La pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos han ampliado y profundizado las desigualdades, llevando a más personas a inseguridad alimentaria. La leche materna está perfectamente diseñada para las necesidades nutricionales e inmunológicas del niño y la niña y ayuda a prevenir las infecciones. La lactancia materna promueve el vínculo entre la madre y su bebé, independientemente del entorno, y proporciona seguridad alimentaria al infante, desde el principio de su vida, contribuyendo a la seguridad alimentaria de toda la familia.

El apoyo a la lactancia materna involucra a muchos actores y niveles. Las mujeres necesitan el apoyo de los servicios de salud, los centros de trabajo y la comunidad para amamantar de forma óptima, pasando de un nivel a otro.

La educación y la transformación de los sistemas existentes, respaldada por políticas nacionales basadas en la evidencia, ayudarán a garantizar instalaciones de salud amigas de la lactancia materna, comunidades y lugares de trabajo de apoyo, y restablecerán y mejorarán las tasas de lactancia materna, la nutrición y la salud, tanto a corto como a largo plazo.

Lactancia materna durante la pandemia de COVID-19

La OPS/OMS sigue recomendando que se cumplan las pautas estándar de alimentación infantil durante la pandemia de COVID-19. Las pautas estándar de alimentación infantil son:

– Inicio de la lactancia materna dentro de una hora después del nacimiento,
– Lactancia materna exclusiva hasta que los bebés tienen seis meses de edad, y
– continuación de la lactancia materna junto con alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, hasta los dos años de edad o más allá.

Los beneficios de la lactancia materna y la crianza de la interacción madre-bebé para prevenir la infección y promover la salud y el desarrollo son especialmente importantes cuando los servicios de salud y otros servicios comunitarios se ven interrumpidos o limitados.

Se debe apoyar a las madres y los bebés para que permanezcan juntos y practiquen el contacto piel con piel y/o el cuidado de canguro, independientemente de que ellos o sus bebés tengan o no una infección por el virus COVID-19 sospechosa, probable o confirmada. Se debe proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo práctico de alimentación a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.

Más información:

 

Olas de calor y salud

Se ha observado un aumentado en la frecuencia, duración y magnitud de las olas de calor. El número de personas expuestas a las olas de calor entre los años 2000 y 2016, aumentó en alrededor de 125 millones. Solo el 2015, 175 millones de personas adicionales estuvieron expuestas a las olas de calor en comparación con el promedio de años anteriores. Durante el verano de 2018-2019, siete países de las Américas (Argentina, Brasil, Chile, Perú, Paraguay, Uruguay, y México en el norte del hemisferio) se vieron afectados por las olas de calor, algo nunca antes visto en la región.

Si bien las olas de calor no son tan destructivas como otras amenazas naturales, tales como los huracanes e inundaciones repentinas, pueden causar mortalidad y morbilidad que no son evidentes de forma inmediata debido a varias causas, incluida la falta de sistemas de vigilancia para enfermedades crónicas. Por ejemplo, las olas de calor que afectaron Europa en el verano de 2003 fueron responsables de la muerte de 70 mil personas.

Los impactos negativos de las olas de calor son predecibles y prevenibles a través de acciones de salud pública. Por lo tanto, la OPS/OMS insta a los países de la Región de las Américas a:

  1. Fortalecer las capacidades del sector salud, mediante el desarrollo de planes de acción contra las olas de calor que incluyan mejoras en los preparativos y la respuesta frente a esta amenaza, y por medio de ello, reducir el exceso de enfermedades, muertes y trastornos sociales ocasionados por las olas de calor; y
  2. Fortalecer las capacidades de los servicios meteorológicos para generar proyecciones y predicciones relevantes para el bienestar humano, y para promover una estrecha coordinación entre estos servicios y el sector de salud, de modo que la información meteorológica sea usada para la toma de decisiones, antes, durante y después de una ola de calor.

¿Cuál es la definición de ola de calor?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Mundial de Meteorología (OMM), no hay un consenso en la definición de ola de calor, sin embargo, como definición operacional se entiende como un periodo inusualmente caliente, seco o húmedo, de día o de noche, que se inicia y termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos días a tres días, con un impacto discernible en los seres humanos y los sistemas naturales.

¿Cómo responde el cuerpo humano al calor?

El mecanismo de respuesta fisiológico del cuerpo humano al calor incluye el aumento de la temperatura corporal. El incremento temperatura detectado por los termorreceptores dispara la respuesta del centro termorregulador, que reacciona accionando la vasodilatación periférica y el sudor. Se activa el transporte masivo de sangre a la periferia para facilitar el enfriamiento, ocasionando una sobrecarga del sistema cardiovascular. La sudoración excesiva, que puede llegar a dos litros por hora, ocasiona la pérdida masiva de líquidos y electrolitos.

¿Cuáles son los determinantes de la vulnerabilidad frente a las olas de calor?

Los mayores determinantes de la vulnerabilidad de una población a temperaturas extremas se relacionan con aspectos que tienen que ver con la población expuesta y su capacidad de responder y adaptarse a las condiciones de temperatura en el corto y largo plazo. Las categorías de determinantes de vulnerabilidad pueden ser categorizados en demográficos, del estado de salud, físicos, socioeconómicos e institucionales. Varios de estos determinantes se interrelacionan entre sí.

  • Determinantes demográficos: La fisiología de las personas mayores e infantes los hace más vulnerables a temperaturas extremas. Ellos también deben ser menos hábiles para adaptar su comportamiento o condiciones ambientales y ser más dependientes que otros.
  • Determinantes del estado de salud: Muchas condiciones físicas y condiciones de salud mental aumentan la vulnerabilidad a las temperaturas adversas, mediante un efecto directo en la fisiología corporal o a partir de la interacción con ciertas medicaciones.
  • Determinantes físicos: La mayoría de las personas pasan aproximadamente el 80% de su tiempo dentro de las instalaciones. Los ancianos y personas aquejadas por enfermedad pasan tiempos más prolongados sin salir al aire libre. La infraestructura de los hogares, hospitales, escuelas y prisiones no siempre está adaptada para manejar temperaturas extremas y pueden tener capacidades de manejo del calor limitadas, baja eficiencia energética o medidas de enfriamiento insuficientes.
  • Determinantes socioeconómicos: Las personas que sufren aislamiento social son más vulnerables al riesgo de temperaturas extremas porque son menos capaces de acceder al apoyo de la comunidad, y también pueden tener problemas de salud u otras vulnerabilidades.
  • Determinantes conductuales/culturales: Cuando las temperaturas se vuelven más extremas, la mayoría de las personas toman algunas medidas para adaptarse a las condiciones. Sin embargo, algunos factores limitan la capacidad de adaptación, como la edad, la enfermedad, las circunstancias económicas, y ciertos sistemas de creencias o valores que pueden llevar a que no se toman las medidas apropiadas en respuesta a las condiciones de temperatura.
  • Determinantes institucionales: Los servicios de salud necesitan planes robustos para estar preparados frente a la amenaza de la ola de calor y el aumento de la demanda durante y después de esta. La capacidad de las instituciones para responder influye en la vulnerabilidad de la población.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los factores de riesgo que acrecientan los efectos del calor en los seres humanos son varios y se detallan en las tablas 1 y 2. Los recién nacidos, niños y ancianos, así como personas en situación de discapacidad, aquellas que reciben tratamiento médico, y usuarios de drogas y alcohol, son más vulnerables durante las olas de calor, y, por tanto, pueden desarrollar con más facilidad efectos adversos.

Así mismo, individuos sanos, que realizan actividad física (trabajo o deporte) al aire libre sin tomar medidas de protección, pueden ser afectados.

¿Cuáles son los efectos del calor en humanos?

La escala y naturaleza de los efectos e impactos en la salud dependen del tiempo, intensidad y duración del evento térmico, el nivel de aclimatación y adaptación de la población local, la infraestructura, el conocimiento y equipamiento disponible, la capacidad y preparativos de las instituciones relacionadas con la respuesta, así como las definiciones, metodologías, procesos y procedimientos en uso. Los umbrales de temperatura para efectos en salud varían en cada región y país, así como los efectos en salud cambian con la variación de un grado de temperatura, sin embargo, los patrones generales de la afectación son constantes.

En el caso de las olas de calor, las muertes y hospitalizaciones ocurren extremadamente rápido (el mismo día) y pueden ser seguidas por un aumento de la afectación, que luego retorna a la normalidad en el transcurso de un par de días (Basu, 2009).

La exposición al calor puede causar edema, sincope, calambres, agotamiento por calor y el golpe de calor que puede llevar a la muerte. Además, el calor extremo puede causar deshidratación severa, accidentes cerebrovasculares y contribuir a la generación de coágulos. Pocas muertes son causadas directamente por el calor, mientras que la mayoría se debe a un agravamiento de enfermedades cardiopulmonares, renales, y psiquiátricas, causado por el calor.

¿Qué tan fuerte es el efecto de las olas de calor respecto a otros desastres naturales?

Si bien las Olas de Calor no causan daños tan evidentes como un terremoto o huracán, afectan la salud, pueden causar la muerte de personas, generar daños en la agricultura y ganadería, y suelen estar acompañadas de cortes de energía eléctrica, incendios forestales y sequías, por lo que pueden afectar la producción de alimentos y medios de vida, y generar disrupciones en el funcionamiento de la sociedad. De acuerdo con los Centros Nacionales de Información Ambiental de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en los Estados Unidos de América, el calor mato más personas que otros peligros relacionados con el clima en los últimos 30 años (de 1988 a 2017).

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