En el año 2021 se generó constantemente nuevo conocimiento en la especialidad de infectología. Podríamos afirmar que cada día del año tuvimos nuevos aportes científicos para el manejo de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, el campo de enfermedades infecciosas es extenso, así como sus avances.
En este resumen publicado en Medscape se enumeran algunos de los artículos más relevantes sobre enfermedades infecciosas publicados en 2021.
Cuba registra una tasa de mortalidad infantil de 7,6 por mil nacidos vivos, en un año complejo debido a la pandemia de la COVID-19
Preservar el bienestar de todas las embarazadas, puérperas e infantes del país ha sido una prioridad mantenida durante décadas por el Estado Cubano y su Sistema Nacional de Salud, mediante el Programa de Atención Materno Infantil, un programa al que se consagraron en el año 2021, nuestros profesionales con tal de arrebatarle cada vida al SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la COVID-19.
El contagioso virus, impuso en el año que concluyó un complejo escenario epidemiológico, con un incremento acelerado en la cifra de enfermos, los que también impactaron en estos grupos poblacionales considerados como de alto riesgo.
En 2020, cuando aún el patógeno era desconocido, se atendieron 103 gestantes, 17 puérperas y no se reportaron muertes maternas; mientras que en 2021 seis mil 947 embarazadas y puérperas fueron diagnosticadas con la enfermedad y 93 de ellas murieron a causa de complicaciones asociadas, lo que representa un 98.7% de supervivencia.
Los cambios en el patrón de contagio de estas mujeres se debieron a la entrada en el territorio nacional de variantes del SARS-CoV-2 con mayor carga viral. A partir de los meses de febrero y marzo del pasado año, con la circulación en el territorio de la variante Beta (notificada por primera vez en Sudáfrica), empezaron a cambiar las características de la enfermedad.
Más del 70% de las gestantes pasaron a manifestar síntomas –antes eran asintomáticas en su mayoría–, además presentaban neumonía severa e insuficiencia respiratoria, señaló el Doctor en Ciencias Danilo Nápoles Méndez, Jefe del Grupo Nacional de Ginecología y Obstetricia del Ministerio de Salud Pública.
A raíz de la variante Delta (aislada en India) la evolución se tornó aún más desfavorable, con un incremento notable de embarazadas positivas que transitaban al estado crítico, por lo que fue necesario ventilarlas e interrumpirles el embarazo y en algunos casos, a pesar de los esfuerzos, no fue posible salvarles la vida.
Los meses de julio, agosto y septiembre mostraron los mayores picos de infecciones en gestantes y también de fallecimientos: 22 en julio, 39 en agosto, 18 en septiembre y ocho en octubre, cuando se detuvo la mortalidad, debido, en gran medida, a la incidencia de la vacunación.
En cuanto a la población en edad pediátrica, hubo un incremento de niños que enfermaron, pasando de mil 308 pacientes positivos en 2020 a 176 mil 708 en 2021, de ellos 11 mil 692 fueron menores de un año y ocurrieron 18 fallecidos como consecuencia de la COVID-19, asociadas a otras enfermedades que agravaron su pronóstico, lo que representa una supervivencia del 99.9 % en este grupo poblacional.
¿Por qué las embarazadas son tan vulnerables a la COVID-19?
Aunque el embarazo no predisponen a una mayor frecuencia de adquirir la enfermedad, durante la gestación las mujeres experimentan cambios en su anatomía y fisiología, los cuales provocan disminución de la respuesta inmune y de la capacidad del sistema respiratorio por la altura uterina, explicó la Teniente Coronel Sara Urgellés Carreras, Jefa del Centro Materno Infantil del Hospital Militar Central “Doctor Luis Díaz Soto”.
Mientras mayor sea el tamaño del vientre más condiciona la insuficiencia respiratoria y en muchos casos hace necesaria la interrupción del embarazo para poderlas ventilar de manera eficiente, agregó la también doctora en Ciencias Médicas y profesora Titular.
A su vez, detalló que estas mujeres son más propensas a las enfermedades y los procesos infecciosos, que en ellas son más graves. También existen otros factores que las hacen más vulnerables como la diabetes descompensada, el sobrepeso, la obesidad y los trastornos metabólicos, estos últimos muchas veces se diagnostican a partir de las pruebas complementarias cuando las pacientes llegan a la terapia intensiva.
La vasculitis, precisó, que se origina con esos padecimientos puede provocar microtrombos, principal complicación a partir de la inflamación de las venas y arterias y los pulmones se llenan de esos coágulos que pueden conducir a la muerte.
Apuntó la doctora que entre las 26 y 32 semanas es donde más han detectado estas complicaciones, lo que se relaciona con los cambios metabólicos que se producen en el embarazo.
Infancia y COVID-19: ¿cómo se comportó la enfermedad?
Que una gestante enferme con el SARS-CoV-2 no quiere decir que el bebé va a nacer con la enfermedad, pues no se ha comprobado la transmisión vertical del virus, pero este sí influye en la evolución del feto y en el posterior desarrollo del infante.
Al respecto, la doctora Elizabeth López González, funcionaria del Departamento Nacional Materno Infantil y Especialista de Primer Grado en Neonatología, explicó que la infección por la COVID-19 puede provocar que el niño nazca pretérmino, ya sea porque la gestante comienza con trabajo de parto antes de tiempo o porque interrumpir el embarazo sea una necesidad en favor del beneficio materno.
La prematuridad, independientemente de los efectos de la pandemia tiene una carga de morbilidad elevada, debido a la inmadurez del infante que no tuvo tiempo de completar su desarrollo morfológico y de funcionamiento. Esta condición afecta su sistema nervioso central, puede provocar hemorragias, trastornos auditivos, oculares y de conducta, así como afecciones renales.
Agregó que el proceso infeccioso también puede provocar la muerte del feto y las alteraciones en la madre inciden en el crecimiento del bebé (crecimiento intrauterino retardado), pues el virus disminuye el aporte nutricional y de oxígeno a la placenta, lo que ocasiona trastornos en diferentes órganos y que patologías propias de la adultez se presenten en edades tempranas.
Desde la Pediatría, la doctora Lissette del Rosario López González, Jefa del Grupo Nacional de la especialidad del MINSAP, refiere que la pandemia significó un reto para el Sistema Nacional de Salud y para los pediatras fue un desafío enorme.
Cuando en el mundo se reportaban casos y se hablaba de que los menores de edad no iban a enfermar o padecer afecciones graves, desde el Ministerio se mantuvo la preparación de los especialistas para proteger la infancia y la adolescencia, “porque no hay nada más importante que la vida de un niño”, insistió.
En el país se reportaron tres olas de pacientes positivos en edades pediátricas. Las dos primeras fueron con casos leves y en mayor medida esta población fue asintomática, pero desde noviembre de 2020 se registró un incremento paulatino, reportándose los mayores picos de infección en julio, agosto y septiembre.
Subrayó la especialista que durante esa tercera ola, agravada por la presencia de la variante Delta, se enfermaron niños con patologías importantes: afecciones oncológicas, renales, trasplantados, cardiópatas y obesos, lo que constituyó un reto para los pediatras y los especialistas en Medicina Intensiva Pediátrica.
En este tiempo la criticidad fue alta, aumentaron los ingresos en cuidados intensivos y principalmente de los infantes más pequeños. Más de 100 menores de edad estuvieron en estado crítico y más de una centena, graves y con riesgos.
A pesar del incremento exponencial de los casos, llegando incluso a situaciones límites con seis mil pacientes activos, la supervivencia que mostró la nación fue muy alta, de 99,9 %.
La labor ha sido inmensa, comentó López González, porque nos entregamos a fondo para adelantarnos a los tiempos, y desde la Atención Primaria de Salud se detectaron menores de edad positivos, en la atención secundaria se salvaron muchas vidas y luego se regresó a la Atención Primaria para identificar las secuelas causadas por el virus, muchas de ellas presentes en pacientes asintomáticos.
Vacunación anti-COVID-19: estrategia efectiva para proteger a estos grupos poblacionales
La vacunación anti-COVID-19 se convirtió en una de las acciones fundamentales para proteger a estos grupos de riesgo. El pasado 29 de julio comenzó en embarazadas y puérperas el proceso de inmunización con Abdala y que incluyó también a Soberana 02 y Plus evidenciando una significativa reducción de las pacientes graves y críticas.
Actualmente, se han inmunizado unas 96 mil 812 embarazadas y puérperas y no se reportan fallecidas por esta causa desde el mes de octubre. La vacunación además de proteger a la madre también beneficia al niño, pues ella le transfiere anticuerpos mediante la barrera placentaria y la lactancia.
En cuanto a la vacunación, Cuba fue el primer país en desarrollar una campaña de inmunización en edades pediátricas, comprendidas entre los dos y 18 años de edad, y un millón820 mil 237 niñas, niños y adolescentes, incluidos los convalecientes, recibieron el esquema completo con Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, lo que representa el 95.1% de esa población.
Ante el aumento del número de contagios y para proteger el programa materno infantil se acometió un conjunto de acciones, se actualizaron los protocolos, se ampliaron las capacidades de hospitalización y se realizaron más de 30 investigaciones sobre COVID-19 en edades pediátricas y 20 vinculadas a la enfermedad y el embarazo.
Sin embargo, al concluir 2021 los indicadores de mortalidad infantil y materna que por años han distinguido el trabajo del PAMI, con cifras solo comparables con países desarrollados, no son los esperados. Aunque “sí recogen el esfuerzo de médicos, enfermeras y el resto de los trabajadores de la salud en un escenario epidemiológico sumamente complejo que obligó a reorganizar servicios y optimizar recursos”, manifestó en días recientes José Angel Portal Miranda, Ministro de Salud Pública.
“Hemos mantenido una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos en los últimos años, y era el propósito propuesto para estos últimos dos años. No cumplir con ello nos duele por la sensibilidad que implican nuestros niños”, dijo.
Al cierre de 2021, la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas del MINSAP refiere, como datos preliminares, que en la Isla nacieron 99 mil 093 nacidos vivos, cinco mil 945 menos que el año anterior y la nación registró una tasa de mortalidad infantil de 7,6 por mil nacidos vivos.
La provincia de Artemisa cumplió el indicador con una tasa de 3,9, mientras que el resto de los territorios del país registran resultados superiores: Ciego de Ávila con 13,6; Pinar del Río con 9,6; Santiago de Cuba con 9,3; Las Tunas con 8,7; La Habana con 8,0; Mayabeque con 7,7; Villa Clara con 7,4; Granma con 7,4; Guantánamo con 7,4; Matanzas con 7,1; Holguín con 6,3; Camagüey con 6,1; Cienfuegos con 6,0; Sancti Spíritus con 4,5 y el municipio especial Isla de la Juventud con 7,6.
No se reportaron fallecidos menores de un año en 23 municipios del país y por provincias tuvo el siguiente comportamiento:
Pinar del Río: Guane
Artemisa: Bahía Honda y Guanajay
Matanzas: Martí, Ciénaga de Zapata, Calimete, Los Arabos
Villa Clara: Quemado de Güines, Cifuentes
Cienfuegos: Aguada de Pasajeros
Sancti Spíritus: Taguasco, Fomento
Camagüey: Nuevitas, Vertientes, Jimaguayú, Najasa
Las Tunas: Jesús Menéndez
Holguín: Calixto García, Cueto, Sagua de Tánamo
Granma: Media Luna, Buey Arriba
Guantánamo: Niceto Pérez
La tasa de mortalidad infantil por defectos congénitos fue de 0.9, observándose que el porcentaje de defunciones por esta causa, en relación al total de fallecidos menores de un año, ha ido disminuyendo en los últimos cuatro años: 12.5% en 2021, 14% en 2020, 16% en 2019, 18.2% en 2018 y 20.3% en 2017.
De forma similar, las coberturas en términos asistenciales del Programa Nacional de Diagnóstico, Manejo y Prevención de Enfermedades Genéticas y Defectos Congénitos muestran indicadores por encima del 90% en la mayoría de los subprogramas:
El pesquisaje de Alfafetoproteína en suero materno alcanza una cobertura de 98.6%,
El ultrasonido del primer trimestre a todas las embarazadas mantiene una cobertura hasta la fecha de un 93.8%
Los ultrasonidos de segundo y tercer trimestre, a todas las gestantes del país, alcanzan ambos un indicador del 99.2%.
La pesquisa neonatal de tres Enfermedades Metabólicas alcanza una cobertura del 99.7%, similar a la lograda en igual período de 2020 que cerró con un 99.9%,
El programa de diagnóstico de gestantes portadoras de Sicklemia logra una cobertura de esposos estudiados de 94.7% y la no repetición del estudio de Electroforesis de Hemoglobina en gestantes con genotipo conocido alcanzó un 35.5%, superior al mismo período del 2020 (28.7%), 2019 (26.4%), 2018 (23.3%), 2017 (24.6%) y 2016 (22.6%) significando un ahorro sustancial al país por concepto de compra de mayor número de test diagnósticos.
Las principales causas de muertes en los menores de un año estuvieron asociadas, fundamentalmente, con el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer y el retardo en el crecimiento uterino.
En cuanto a la mortalidad materna, se reportaron 175 defunciones, para una tasa total de 176,6 por 100 mil nacidos vivos.
No se reportaron muertes maternas en 81 municipios del país y por provincias tuvo el siguiente comportamiento:
Municipio Especial Isla de la Juventud
Pinar del Río: Guane, Sandino, San Luis, Minas de Matahambre, Viñales y Los Palacios
Artemisa: Candelaria y Guanajay
La Habana: Guanabacoa
Matanzas: Colón, Pedro Betancourt, Unión de Reyes, Ciénaga de Zapata y Calimete
Mayabeque: Bejucal, Melena del Sur, Madruga, Nueva Paz, Santa Cruz del Norte y Jaruco
Villa Clara: Corralillo, Placetas, Santo Domingo, Manicaragua, Ranchuelo, Caibarién, Remedios y Cifuentes
Cienfuegos: Aguada de Pasajeros, Cruces, Lajas y Rodas
Sancti Spíritus: Yaguajay, Fomento, Trinidad, Sancti Spíritus y La Sierpe
Ciego de Ávila: Morón, Majagua, Florencia y Venezuela
Camagüey: Carlos Manuel de Céspedes, Sierra de Cubitas, Sibanicú, Najasa, Minas y Santa Cruz del Sur
Las Tunas: Jesús Menéndez, Majibacoa, Puerto Padre, Jobabo, Colombia y Amancio Rodríguez
Holguín: Banes, Gibara, Antilla, Sagua de Tánamo, Mayarí, Cueto, Urbano Noris, Báguanos, Calixto García, Frank País y Cacocúm
Santiago de Cuba: Mella, Palma Soriano, Guamá y Tercer Frente
Guantánamo: Baracoa, Imías, Niceto Pérez y Yateras
Entre las principales causas estuvieron la neumonía asociada a la COVID-19, los fenómenos embólicos, las hemorragias obstétricas y la enfermedad cerebrovascular hemorrágica por hipertensión arterial.
Durante estos 12 meses no se detuvo el programa de inmunización, administrándose cuatro millones 800 mil dosis de 11 vacunas para la prevención de 13 enfermedades, lo que representa una cobertura de vacunación del 95 %.
Asimismo, se mantuvo la atención al programa de niños con cáncer y las intervenciones quirúrgicas que no podían postergarse en el tiempo, realizando en el país 15 mil 717 procederes quirúrgicos en edades pediátricas.
En los Centros Especializados para la Cirugía Neonatal se operaron 183 niños con malformaciones congénitas, logrando un 92,3 % de supervivencia, siendo más significativa esta en la región oriental con 97,7 %, seguida por occidente con 94,7 % y en el centro con 88 %. Además, se realizaron 512 cirugías cardiovasculares, alcanzándose una supervivencia superior al 90 %.
En 2021 continuaron trabajando los 143 Hogares Maternos sin que hubiese eventos de transmisión de la COVID-19; en las consultas de planificación familiar se implantaron 37 mil 665 dispositivos intrauterinos y se realizaron 27 mil 367 regulaciones menstruales.
En la Atención Primaria de Salud se llevaron a cabo 978 mil 438 consultas de riesgo reproductivo preconcepcional, 12 millones 232 mil 095 de pediatría y dos millones 425 mil 361 de puericultura. Se reducen en nueve mil 848 las consultas por enfermedades diarreicas agudas.
Recibieron asistencia en primera consulta estomatológica el 98,8% del total de captaciones de embarazo y se brindó cobertura total al 93,3% de las gestantes.
En la red de atención a la Pareja Infértil, se continuó garantizando la cobertura de atención integral y escalonada de las parejas infértiles. En las 168 consultas municipales, 15 servicios provinciales y cuatro centros territoriales de reproducción asistida de alta tecnología se atendieron por primera vez el 99,1% de las parejas infértiles y se obtuvieron seis mil embarazos en el año.
La Dra. Noemí Causa Palma, Jefa Nacional del Programa, señaló que entre las prioridades de trabajo para mejorar los indicadores en el 2022, se brindará especial atención a todo lo relacionado con el control del Riesgo Reproductivo Preconcepcional, promoviendo que la gestación ocurra en el momento más adecuado para la pareja. En tal sentido se reforzará la labor de promoción y educación para la salud, dirigida de manera particular a las adolescentes, teniendo en cuenta que el embarazo en estas edades es un riesgo no solo para la madre, sino también para el bebé.
Igualmente se continuará prestando especial seguimiento a la calidad de la atención prenatal, desde los Consultorios Médicos de la Familia, Grupos Básicos de Trabajo, Policlínicos, Hospitales y otras instituciones de la red asistencial; lo cual posibilita atender diferenciadamente las gestantes con enfermedades asociadas al embarazo y controlar oportunamente los riesgos.
Los Hogares Maternos juegan un papel fundamental en la atención a las gestantes de riesgo, de ahí que proyectamos una óptima utilización de sus camas, porque allí no solo reciben atención médica y vigilancia continua, sino también la educación necesaria sobre temas como lactancia materna, cuidados y alimentación de su futuro hijo.
Constituye una prioridad lograr que se reduzcan los niños que nacen con bajo peso y brindar seguimiento individualizado a los que tienen esta condición, en las consultas de puericultura a nivel de la Atención Primaria de Salud, explicó.
La Jefa Nacional del PAMI mencionó que darán máxima prioridad a las acciones encaminadas al control de las embarazadas con enfermedades crónicas previas a la gestación, así como a las que aparezcan durante el embarazo, parto o el puerperio.
Relación entre características sociodemográficas y estadios de la enfermedad de Alzheimer desde una perspectiva enfermera
Los cambios demográficos de las últimas décadas favorecen el incremento de personas mayores, este panorama muestra aumento de enfermedades no transmisibles, entre las más frecuentes está la enfermedad de Alzheimer. Los pacientes que la padecen requieren cuidados de enfermería en la atención primaria de salud.
El objetivo del presente trabajo fue establecer la relación entre características sociodemográficas y estadios de la enfermedad de Alzheimer desde una perspectiva enfermera.
Se realizó un estudio descriptivo correlacional en 81 pacientes con enfermedad de Alzheimer, del Policlínico Docente “Julio Antonio Mella” del municipio Guanabacoa, La Habana, Cuba, durante abril-mayo del 2018. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, estadio de la enfermedad, estado civil y nivel educacional. La información se obtuvo del cuestionario sociodemográfico y clínico. Se utilizó frecuencia absoluta, porcentaje, media y desviación estándar para la edad; se comprobó la relación del estadio de la enfermedad con variables sociodemográficas con la prueba coeficiente de correlación de Pearson.
Pacientes con edad media de 79,22 años; 63,00 %, mujeres; 45,70 %, viudos(as); 64,20 % con escolaridad de secundaria terminada; 63,00 % en estadio moderado de la enfermedad. Se evidenció correlación negativa y positiva entre el estadio de la enfermedad y las características sociodemográficas; con niveles de significancia del 0,01 y 0,05.
En conclusión, predominaron los pacientes con enfermedad de Alzheimer en el estadio moderado de la enfermedad, femeninas, viudas, con nivel educacional de secundaria terminada y una edad media de 79,22 años. Se identificó correlación entre el estadio de la enfermedad y las características sociodemográficas de los pacientes.
La diabetes mellitus constituye la segunda causa de enfermedad renal crónica en Cuba. La estimación de albuminuria facilitaría la identificación precoz de esta.
El presente trabajo tuvo como objetivo determinar el valor predictor de enfermedad renal crónica oculta de la albuminuria en pacientes con diabetes mellitus de la Atención Primaria de Salud en Las Tunas.
Se realizó un estudio analítico de caso-control en 360 pacientes con diabetes mellitus pertenecientes al Policlínico “Manuel Fajardo Rivero”, en el período de enero de 2019 a febrero de 2020. La población en estudio fue dividida en dos grupos, atendiendo a la presencia (casos) o no (controles) de daño renal. El poder discriminatorio de la albuminuria como predictor de enfermedad renal crónica oculta se determinó mediante el área bajo la curva ROC, además se identificó el punto de corte óptimo de la misma. Se utilizó el análisis multivariado para identificar los factores predictores independientes de enfermedad renal.
La albuminuria mayor de 160 mg/24h fue identificada como predictor de enfermedad renal crónica oculta (OR: 2,278; IC de 95 %: 1,637 -2,908) junto a la edad ˃ 65 años, los años de evolución de DM ˃ 8 años y la hipoalbuminemia. El poder discriminatorio fue bueno, índice C: 0,843 (IC de 95 %: 0,762-0,929). El punto de corte identificado de 160 mg/24h alcanzó una sensibilidad y especificidad de 90,00 % y 97,60 %, respectivamente.
En conclusión, la albuminuria pudiese ser un importante predictor independiente de enfermedad renal crónica oculta en pacientes con diabetes mellitus de la Atención Primaria de Salud.
Que Cuba sea el primer país de América Latina y el Caribe en disponer de vacunas contra la COVID-19 no es casual. Cuba tiene gran experiencia en el desarrollo y producción de Vacunas. Hoy la Industria Biofarmacéutica nacional fabrica 8 de las que se utilizan en el programa ampliado de inmunización, lo que permite una cobertura de vacunación cercana al 100 %, con impacto significativo en la eliminación de varias enfermedades infecciosas y la reducción de la tasa de incidencia de otras.
La vacuna anti meningocócica BC, desarrollada por el Instituto Finlay a finales de los años 80, fue la primera de su tipo a nivel mundial para el control de la meningitis tipo B. Patentada por los científicos cubanos, recibió la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Su empleo en el contexto nacional desde los años 90, permitió disminuir significativamente la incidencia de esta enfermedad y mantenerla bajo control.
Otro significativo aporte lo es la vacuna recombinante contra la Hepatitis B. Además de la drástica disminución de esa enfermedad en la población cubana, a partir del año 2000 no se reportan casos de niños menores de 5 años infectados con este virus.
En la actualidad, la población cubana hasta los 40 años está inmunizada contra este patógeno, que causa aproximadamente un millón de muertes al año en el mundo. Fue la primera de América Latina y el Caribe en lograr la certificación por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuba podría ser uno de los primeros países en el mundo en erradicar esta enfermedad.
La vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo b, resultado original de la Universidad de la Habana, junto a investigadores de varias entidades del sector biotecnológico constituye otro resultado relevante en el desarrollo de vacunas en nuestro país. Su novedad radica en ser la primera de uso en humanos, cuyo antígeno se obtiene por síntesis química. También logró la certificación de la OMS, un requisito necesario para poder suministrarla a las Agencias de las Naciones Unidas.
No menos trascendental es la obtención de la vacuna pentavalente contra la Difteria, el Tétanos, la Tosferina, la Hepatitis B y el Haemophilus influenzae tipo b, segunda en lograrse a nivel mundial y la primera desarrollada y producida por un país de América Latina y el Caribe.
Nuestras vacunas tienen prestigio internacional, como lo demuestra que cientos de millones de dosis fabricadas en la Mayor de las Antillas han sido suministradas a más de cuarenta naciones.
Toda la experiencia acumulada en más de 30 años, ha servido de base para poder actuar con rapidez y llegar a tener vacunas seguras y efectivas contra el nuevo coronavirus.
Además de la experiencia, fue importante diseñar una estrategia propia de desarrollo de vacunas contra la Covid-19, una estrategia de país.
El diseño de la estrategia cubana ha tenido tres importantes inspiraciones, la convicción aprendida del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que ¨si se puede¨; el reto lanzado por el Presidente Díaz-Canel de trabajar fuerte para tener soberanía con nuestras propias vacunas y la capacidad de lucha y victoria de nuestro pueblo.
La estrategia se basó en tres pilares fundamentales: el desarrollo alcanzado por la Industria Biofarmacéutica cubana, con gran experiencia en la investigación, desarrollo y producción de vacunas; contar con científicos y tecnólogos experimentados, comprometidos con la patria y la revolución y la unidad e integración entre las entidades de BioCubaFarma y de éstas con el Sistema Nacional de Salud.
La estrategia fue concebida en equipo, conciliada con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y acompañada por la máxima dirección de nuestro país.
Se pensó en una vacuna preventiva desde que surgió la epidemia en China, y comenzamos a estructurar nuestra propia estrategia. En una primera etapa se convocaron a las empresas con gran experiencia en el desarrollo de vacunas, el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Rápidamente se incorporaron otras empresas de BioCubaFarma como, el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen), los Laboratorios AICA, el Centro de Inmunoensayo (CIE), el Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (CENPALAB) y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC). También se unieron a este esfuerzo otras instituciones del país como, la Universidad de la Habana, el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri” y el Centro de Investigaciones Científicas de la Defensa Civil.
Se creó un sistema de trabajo donde periódicamente todos los involucrados compartían las ideas, se socializaban los conocimientos que se iban adquiriendo de las informaciones que se publicaban y las experiencias propias. Este sistema de trabajo, en el marco del Consejo Científico de BioCubaFarma, desde el inicio estuvo articulado con el Comité de innovación del MINSAP-BioCubaFarma y el Grupo Técnico Nacional para la lucha contra la COVID-19.
El especial acompañamiento del Ministerio de Salud Pública, incluido el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) y el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), fue muy importante en los resultados alcanzados.
Inicialmente llegamos a tener en ideas y diseños, más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales, a partir de que se concibieron diferentes antígenos, fuentes de obtención de esos antígenos, formulaciones y vías de administración. En todos los casos, basados en las plataformas tecnológicas con las que contamos en nuestras instituciones. Como parte de la estrategia se estimuló a los investigadores a proponer ideas, no se desestimó ninguna propuesta para ser evaluada.
Abdala. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Se creó un sistema de trabajo donde periódicamente todos los involucrados compartían las ideas, se socializaban los conocimientos que se iban adquiriendo de las informaciones que se publicaban y las experiencias propias
A partir de análisis teóricos y resultados prácticos se fueron descartando variantes y nos fuimos concentrando. Definimos que el antígeno a utilizar en nuestras vacunas sería el Dominio de Unión al Receptor (RBD) de la proteína de la superficie del virus (proteína S). Se decidió obtener ese antígeno en dos fuentes diferentes, células de mamíferos y células de levaduras. Se definieron varias formulaciones del antígeno y concentraciones. Además, se decidió evaluar varios esquemas de inmunización y dos rutas de administración, intramuscular y nasal. De aquí surgieron nuestros primeros 4 candidatos vacunales que pasaron a ser evaluados en los estudios clínicos en humano, más un quinto candidato que se definió posteriormente.
La decisión de avanzar en las cinco variantes formó parte del concepto estratégico de disminuir el riesgo. Existía total claridad que la solución de la pandemia pasaba por tener vacunas efectivas. La apuesta fue ir al seguro. Por otra parte, si funcionaba más de una vacuna, como las plataformas productivas eran diferentes, podíamos disponer en poco tiempo de las dosis para inmunizar a nuestra población y eso fue lo que sucedió.
Para evitar interferencias en la ejecución de los estudios clínicos y que se presentaran cuellos de botella, se decidió realizarlos en diferentes provincias del país. En general, nueve provincias estuvieron involucradas directamente en las diferentes fases del desarrollo clínico de los candidatos vacunales. La experiencia alcanzada en nuestro país en la realización de pruebas clínicas y el trabajo intenso de los equipos formados por médicos, enfermeras y diferentes especialistas del MINSAP y BioCubaFarma, permitieron ejecutar los estudios con un alto rigor y cumplimiento de las buenas prácticas clínicas. Como se conoce, los resultados fueron muy positivos, las vacunas ABDALA y SOBERANA demostraron ser muy seguras y lograron eficacias superiores al 90 %. Especial reconocimiento merecen los miles de voluntarios, que, con su participación como sujetos de ensayo, permitieron demostrar la seguridad y eficacia de las vacunas cubanas.
Un elemento que formó parte de la estrategia fue concebir el esquema primario de inmunización con tres dosis. En la etapa de diseño de nuestras vacunas, los inmunógenos más avanzados en el mundo utilizaban un esquema de dos dosis. Sin embargo, teniendo en cuenta las características de las plataformas que estábamos usando y previendo la aparición de nuevas variantes que podrían afectar la capacidad de neutralización de los anticuerpos generados por las vacunas, la incorporación de una tercera dosis contribuiría a incrementar la efectividad en término de la magnitud y calidad de la respuesta inmunológica. Esta también fue una decisión certera concebida en la estrategia cubana.
A medida que fuimos desarrollando las diferentes variantes de vacunas, se fueron estructurando los sistemas productivos. Una vez demostrada la seguridad y eficacia estaríamos en condiciones de producir, en un corto tiempo, las dosis de vacunas que necesitábamos. En el mes de septiembre contábamos con todas las vacunas que se requerían para inmunizar a nuestra población.
La disponibilidad de las vacunas y la estrategia de vacunación establecida por el MINSAP han sido clave en los resultados que se han alcanzado en el control de la pandemia.
Centro de vacunación en la Ciénaga de Zapata. Foto: ACN.
Un componente de la estrategia fue desde el inicio la comunicación. Por orientación de nuestro Presidente Miguel Diaz-Canel, se diseñó una estrategia de comunicación que, con la incorporación de importantes expertos, se fue enriqueciendo a medida que íbamos avanzando.
La campaña de comunicación desplegada permitió ir informando a nuestra población de los avances que se iban teniendo. Poco a poco los resultados obtenidos comenzaron a convertirse en orgullo nacional.
La estrategia de comunicación también nos permitió hacer conocer al mundo los resultados. Por mucho que se intentó silenciar la hazaña que se estaba logrando en un país pequeño, sin grandes recursos y con un recrudecimiento del bloqueo norteamericano sin precedente, la comunidad internacional pudo conocer estos resultados.
Las publicaciones en revistas científicas y en eventos internacionales virtuales han formado parte de la estrategia de comunicación. Varios de los resultados han sido publicados en revistas científicas de alto impacto y se trabaja en la preparación de nuevas publicaciones.
Mesa Redonda sobre novedades de los candidatos vacunales cubanos., 13 de noviembre de 2020 Foto: Archivo
Otro componente de la estrategia fue la cooperación internacional con países amigos. En China comenzamos a trabajar en el proyecto Pancorona, el cual tiene el objetivo de desarrollar una vacuna universal contra los coronavirus. También hemos firmado importantes convenios con Venezuela, Irán, Vietnam, entre otros.
Hemos mantenido un intercambio permanente con la representación de la OPS/OMS en Cuba, le hemos hecho conocer los resultados que se han estado alcanzando y manifestamos el interés de lograr la precalificación de las vacunas por la OMS.
A partir de los resultados que se han obtenido podemos afirmar que la estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la Covid-19 funcionó. Hoy contamos con tres vacunas con autorizo de uso de emergencia que nos ha permitido llevar a cabo un programa de inmunización masiva contra esta enfermedad. Se pudo inmunizar a toda la población pediátrica de dos años en adelante. Se está aplicando una dosis de vacuna a los convalecientes para incrementar la inmunidad y evitar la reinfección.
Las vacunas han demostrado ser muy seguras y efectivas, no requieren de condiciones especiales de almacenamiento, por el contrario, pueden estar hasta una semana a temperatura ambiente sin perder sus atributos de calidad.
Los resultados obtenidos permitieron cumplir el compromiso de inmunizar a nuestra población antes de finalizar el 2021 con vacunas propias. Además, pudimos comenzar a aplicar una dosis de refuerzo, lo cual se ha demostrado es importante para combatir de nueva variante Ómicron.
Continuamos trabajando en una nueva generación de vacunas contra la Covid-19 que incremente, tanto la efectividad en evitar la infección viral como su trasmisión. La estrategia trazada sigue avanzando y tendremos nuevos resultados.
En el camino recorrido, no hemos podido contar con grandes recursos, el bloqueo nos ha afectado significativamente, pero el reto lanzado por el Presidente Miguel Díaz-Canel de lograr soberanía con vacunas propias y hacerlo rápido, movilizó todas nuestras fuerzas. Se ha trabajado intensamente, en unidad, con inteligencia, sabíamos que íbamos a cumplir con él, que era cumplir con Fidel y Raúl, era cumplir con nuestro pueblo.