La artroplastia total de la rodilla (ATR) es un proceder encaminado a lograr la disminución del dolor, mejorar la función articular, incrementar la movilidad e interacción social, así como contribuir al bienestar psicológico de los pacientes afectados con una rodilla artrítica dolorosa e incapacitante.
La ATR, a pesar de ser un procedimiento costoso, es una intervención o proceder quirúrgico con un costo-efectivo que se asocia con un mejoramiento en la «calidad de vida» de los pacientes.
Requiere de disponer de un instrumental específico y preciso, de un arsenal de diferentes modelos y diseños de endoprótesis (conocidos como modulares), que respondan a las variaciones y necesidades que se requieran para su colocación e implante, así como de la disponibilidad del cemento óseo para su fijación al hueso, de una capacitación y entrenamiento práctico del cirujano ortopédico que va a realizar este proceder.
Las primeras artroplastias de resección de rodilla se remontan al año 1781. Las realizó Park (Liverpool) y las repitió Moreau Bar le Duc en 1792 (Francia). Debido a los malos resultados obtenidos, la técnica no se empleó durante varios años hasta que la realizaron nuevamente los cirujanos alemanes Textor, Heuser y Fricke. Nuevamente, se dejó de emplear hasta que fue retomada en Inglaterra por Fergunson (Jersey). Glunk, en 1890, fue el primer cirujano alemán en fabricar y utilizar una prótesis de interposición de rodilla con marfil.
La era moderna de la prótesis de rodilla comenzó en 1970, con Gunston, quien fue el primero que propuso una prótesis que sustituía, por separado, el cóndilo femoral y el platillo tibial por un componente metálico y otro de polietileno, respectivamente. Los resultados a corto plazo fueron buenos, pero la frecuencia de despegamiento resultó cada vez mayor. En 1973, Walker e Insall crearon la prótesis Total Condylar que constituyó un gran avance. Estos autores fueron los primeros en introducir el concepto de sustitución protésica de la rótula por un componente femoral, el cual llevaba una tróclea para servir de guía a la prótesis rotuliana.
La primera artroplastia total de la rodilla que se implantó en Cuba y una de las primeras en Centroamérica y el Caribe, fue realizada por un equipo de cirujanos ortopédicos encabezados por el Profesor Rodrigo Álvarez Cambras en el año 1972, en el Hospital Ortopédico «Frank País» de La Habana, a un paciente que fue necesario extirparle la articulación de la rodilla por un tumor de células gigantes (TCG), al que se le implantó un modelo Stanmore (OEC, England).
En la práctica clínica se postula que un programa de rehabilitación preoperatoria podría mejorar los resultados, pero, en la actualidad, existe poca documentación que respalde suficientemente los ya conocidos beneficios en los pacientes y que valore su efectividad.
La rehabilitación y la ortopedia son dos especialidades que vinculan estratégicamente sus servicios en función del bienestar del paciente.
Así pues, iniciamos esta sección Tema del mes en el sitio de Ortopedia y Traumatología, para debatir, compartir y crecer en lo que a la rehabilitación del paciente intervenido con artroplastia total de la rodilla podamos aportar desde nuestra experiencia.
Debajo de las imágenes rotativas promocionales del sitio hay un bloque RSS que nos mantendrá actualizados por este mes de febrero de las publicaciones que registre PubMed sobre el tema. También compartiremos lo que sobre la ATR se haya publicado en nuestra Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología; libros, guías y artículos de valor; y por supuesto, publicaremos sus comentarios y opiniones.
Los invitamos, pues, a participar en esta sección.
Fuentes: