Enfoques

Evalúan trascendencia de la iniciativa UNA SALUD

La aplicación en Cuba de la iniciativa denominada UNA SALUD pasa por una estrategia de vigilancia a partir del riesgo ante el peligro de emergencia de la influenza aviar, opinó en esta capital una experta en la materia. Constituye un elemento clave para la prevención y detección oportuna de esa amenaza para la salud animal, con potencial impacto en los humanos, argumentó la Doctora en Ciencias Agrícolas Nivian Montes de Oca Martínez en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias.

Es imprescindible también la armonización de los algoritmos diagnósticos sobre la enfermedad, por su riesgo de zoonosis, con el Instituto de Investigaciones “Pedro Kourí”, refrendado en las indicaciones conjuntas de los ministerios de Salud Pública y de la Agricultura, añadió la también directora general del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, en la provincia de Mayabeque.

Consideró que el enfoque UNA SALUD es fundamental para la consecución de la Agenda 2030 de la ONU, pero dijo que en el caso de Cuba es una estrategia nacional para el desarrollo sostenible, aprobada en 2021 por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.

Llamó la atención de que su introducción práctica debe abarcar a todas las infraestructuras de dirección, en especial a los municipios, que son prioritarios en la promoción de políticas públicas relacionadas con el desarrollo local y territorial.

Sin embargo, aclaró que la orientación tiene que ser construida, para lo cual habrá que educar, investigar, innovar y comunicar para traer a la realidad cubana las mejores prácticas y herramientas.

Apuntó que de esa manera podrá ubicarse la salud del suelo, las plantas, los animales, el hombre y el ambiente entre los objetivos clave del trabajo transdisciplinario e intersectorial en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Para ello es imprescindible, estimó, incrementar la conciencia entre científicos, académicos, productores, consumidores y gobierno, entre los cuales existe un manejo general de UNA SALUD, pero aun no se domina en todos sus aspectos, por lo que no se aplica en todo su alcance.

El propósito de esta política sobre “Una salud” es fomentar la coordinación y la colaboración entre los diferentes marcos de gobernanza de los programas de salud humana, animal, vegetal y medioambiental con el propósito de mejorar la prevención y la preparación para los retos actuales y futuros a la salud en la interfaz entre los seres humanos, los animales y el medioambiente. Una de las preocupaciones prioritarias en el enfoque de “Una salud” son los riesgos que afectan a los sistemas de los que depende la sociedad: salud, agricultura y ganadería, y medioambiente. La política comprende seis líneas de acción estratégica que pueden aportar orientación valiosa para las actividades de las autoridades nacionales de salud y las de prestación de cooperación técnica por la Oficina Sanitaria Panamericana.

Vea más sobre UNA SALUD.

Más allá de estadísticas: ¿Qué nos dice la Encuesta Nacional de Salud sobre la hipertensión arterial?

Por: Lisandra Fariñas Acosta

Contrario a lo que muchas personas pudieran pensar, la causa más importante de discapacidad en el mundo no son los accidentes. Esa enorme carga de morbilidad recae en las llamadas Enfermedades No Transmisibles (ENT).

Es un asunto de suma importancia, sobre todo teniendo en cuenta su devastador impacto social, al estar ubicadas entre las principales causas de enfermedad y muerte en Cuba.

Así apuntaba recientemente ante el Parlamento cubano el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, al presentar la estrategia nacional para la prevención y control de las ENT y sus factores de riesgo; una de las acciones previamente definidas para prevenir y tratar enfermedades que son igualmente graves amenazas para la vida de la población, y que retoma el sistema nacional de salud luego de superados los peores momentos de la pandemia de covid-19.

“El propósito esencial de la estrategia es el de reducir la morbilidad en el territorio nacional y, con ello, fortalecer las acciones para lograr una esperanza de vida saludable”, sostuvo el ministro.

Las cifras son claras: Nueve de las diez primeras causas de muerte en el país (excepto las provocadas por influenza y neumonía) están enmarcadas en el grupo de las ENT y otros daños, y se relacionan con más del 80% de las defunciones anuales.

Con la mirada puesta en esta realidad, resultan particularmente reveladores los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud (2018-2020), desarrollada por el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología (Inhem), en cuanto a cómo se comportan en la población cubana determinados factores de riesgo decisivos en la incidencia y prevalencia de estas ENT.

Dicha encuesta, que abarcó una muestra representativa de más de 15 800 cubanos en 41 municipios del país e incluyó por primera vez el estudio de la población a partir de los seis años de edad, corroboró resultados de anteriores investigaciones en cuanto a la urgencia de modificar comportamientos y estilos de vida en la población cubana, si se quiere impactar en el actual cuadro de morbimortalidad del país.

Detengámonos en, por ejemplo, la hipertensión arterial (HTA), que sobresale entre las ENT. Este padecimiento constituye el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura.

“Solo la hipertensión arterial es responsable de un 40% o más de la carga global de enfermedad en Cuba”, precisó Portal Miranda.

Según la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2010 por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), el 30.9 % de los cubanos mayores de 15 años padecían HTA, lo cual significa que alrededor de 2.6 millones de personas en el país son hipertensos.

Una cifra superior de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2020, cuya prevalencia global de hipertensión arterial encontrada es de 37% de manera general, aunque se reportó en el 40.2% de las mujeres.

El número de prehipertensos creció al 23%, de un 15% en 2010. Calificó como controlado el 51% de los hipertensos, indicador que mejoró discretamente con relación a la encuesta anterior.

Pero, ¿por qué preocupa particularmente esta enfermedad?

La literatura especializada sobre el tema insiste en que el perjuicio que ocasiona la presión arterial elevada es general, no hay nada en el organismo que quede fuera o escape a estos daños.

La hipertensión (o tensión arterial alta) es un trastorno grave que incrementa de manera significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal y otras enfermedades, y es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo, apunta en su sitio web la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Basta tener en cuenta que durante el transcurso de la pandemia de la covid-19 en Cuba, la hipertensión arterial (HTA) constituyó la comorbilidad más frecuente vinculada a la mortalidad por el virus.

Comorbilidades como la HTA se han asociado en el mundo a un mayor riesgo de tener una evolución desfavorable y superior probabilidad de muerte, hecho constatado además por los estudios realizados en el país.

El 30 por ciento de la prevalencia de hipertensión es atribuible a la ingesta de sal

De acuerdo con expertos en la temática, la ciencia ha podido determinar en buena medida por qué las personas desarrollan la HTA y una gran parte de los factores que inciden en ello están relacionados con la dieta que seguimos.

Estadísticas de la OMS dan cuenta de que alrededor de 1/3 de la HTA está vinculada con el consumo excesivo de sal en los alimentos y cerca de 1/5 de los casos de hipertensión están relacionados con muy bajo contenido de potasio en la dieta, lo cual se asocia con el consumo de muy pocos vegetales y frutas.

Sobre este último aspecto, la Encuesta Nacional de Salud 2020 halló que, en lo referido al consumo de frutas y vegetales, los resultados no difieren mucho de los reportados en el 2010: cuatro veces por semana para vegetales y tres veces por semana para frutas en la población encuestada.

No obstante, una cifra preocupante es que el 20% de las personas estudiadas adiciona sal a las comidas (además de la ya usada en la cocción), frente al 13.5% que lo hacía en el 2010, y el 68% bebe menos de ocho vasos de agua en el día.

En el caso de los niños y adolescentes, se constató que un 7.2% añade sal a los alimentos, en tanto un 10%, por ejemplo, no consume vegetales y una cifra superior al 60% incluye con frecuencia en su dieta alimentos azucarados, ahumados y fritos.

La reducción de la ingesta de sal/sodio de la población, es la medida de salud pública más costo efectiva disponible para reducir la presión arterial y la mortalidad.

La OMS estima que reducirla al menos en una pequeña cantidad (15 %) prevendría 8.5 millones de defunciones prematuras en diez años.

El consumo de sal se relaciona con daños directos a la salud, en particular su vínculo con el aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares; el 30 % de la prevalencia de hipertensión es atribuible a la ingesta de sal según la OMS.

¿Qué es la hipertensión?

La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Se considera que la persona presenta hipertensión cuando su tensión arterial es demasiado elevada.

De la tensión arterial se dan dos valores: el primero es la tensión sistólica y corresponde al momento en que el corazón se contrae o late, mientras que el segundo, la tensión diastólica, representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.

Para establecer el diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos días distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg.

Fuente: OMS.

Las estadísticas evidencian que la mayoría de las personas en Cuba consume sal muy por encima del límite internacional recomendado por la OMS, de cinco gramos al día por persona (equivalente a una cucharada de postre).

Sin embargo, especialistas del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología apuntan que el uso del salero no es la causa principal del exceso de sodio en la dieta.

Estudios señalan que al menos un 75 % del sodio dietético proviene del consumo de alimentos envasados y solo una pequeña parte (11 %) proviene de la sal añadida mientras cocinamos o comemos.

Tanto las bebidas como los alimentos envasados pueden contener altas cantidades de sodio, tengan o no un gusto salado. De hecho, la industria alimentaria añade también a sus productos otras sustancias que contienen sodio, como los aditivos, ya sea con fines conservadores, estabilizantes, emulgentes, espesantes y gelificantes; o como potenciadores del sabor o edulcorantes. De ahí la importancia de comprobar el contenido de sodio en la etiqueta de información nutricional.

Grandes riesgos en otros factores desencadenantes

Otros de los grandes factores desencadenantes de la HTA son el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física, que puede ocasionar una quinta parte de los casos, y el sobrepeso. Los hallazgos de la Encuesta Nacional de Salud en cada uno de estos aspectos corroboran la necesidad de incidir sobre estos factores de riesgo si se quiere incrementar la esperanza de vida saludable de nuestra población.

La Encuesta detectó en el 10% de las personas estudiadas altos valores de colesterol total y un incremento de los triglicéridos en el 18%, contra un 15 % en el 2010.

Los hallazgos evidenciados con respecto a la ingestión de alcohol son preocupantes:

  •  En los 30 días previos a ser encuestados, el 73% de las personas había consumido bebidas de este tipo, contra un 67% que lo hacía en el 2010.
  • El 68% comenzó a consumir alcohol entre los 10 y 19 años.

Asimismo, en relación al año 2010 (cuando se realizó la tercera encuesta de factores de riesgo) aumentó el número de personas que se definió como no activo al indagar sobre la práctica sistemática de actividad física: el 56.3 %, contra el 46 % reportado en el 2010; y las mujeres se consideraron más inactivas que los hombres. En tanto, el 91 % de los encuestados aseguró estar no activo en su tiempo libre.

El sobrepeso global es otro indicador que ascendió respecto al anterior estudio: de un 44% en el 2010, en el 2020 alcanzó el 56.4%.

La obesidad ascendió al 21% contra el 15.1% en el 2010, y la diabetes demostró un 10% de prevalencia.

Llama la atención que la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2010 evidenciaba que en el caso de los niños aproximadamente del uno al tres por ciento de los mayores de seis años padecen hipertensión, generalmente ocasionada por la obesidad debido a malos hábitos nutricionales y poca actividad física.

La reciente Encuesta Nacional de Salud no solo corrobora esta tendencia, sino que da cuenta de que el sobrepeso/obesidad en niños y adolescentes se ha incrementado alcanzando alrededor de un 20% en este grupo etario.

De ello daba cuenta también el ministro al presentar los principales resultados del estudio, cuando planteó que “un aspecto de gran interés, no estudiado aún en profundidad, con evidencias subjetivas recientes de gran preocupación y repercusión social, que emergió durante la vacunación contra la covid-19, es el incremento en la incidencia y prevalencia de niños y adolescentes hipertensos, como consecuencia de la ola epidémica de obesidad en ese segmento de la población”.

La exposición al tabaco y su relación con la aparición temprana de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y muchos otros padecimientos, es un asunto muy serio que agrava a su vez el problema de la HTA.

Si bien los resultados de la encuesta hablan de una disminución en la prevalencia global del tabaquismo en Cuba, con un 21.6%, contra un 24% que existía en el 2010, cuando se desglosa este indicador los riesgos son evidentes.

  • En el grupo de 10 a 15 años aumentó la prevalencia a 12.7 %, de 10.5 % que se constató en el 2010.
  • El 78% comenzó el consumo de tabaco antes de los 20 años, contra un 75% en el 2010: téngase en cuenta que la media global de inicio en el consumo es a los 17 años
  • Los fumadores pesados ascendieron a 11.4 %, de 10 % que se manifestaba en el 2010.

Aunque, de acuerdo con la encuesta, seis de cada diez personas que fuman en Cuba desean dejar de fumar y el 92% de los fumadores apoyaría leyes para prohibir el consumo de tabaco, lo que habla de resortes que pueden ser explotados para disminuir la prevalencia de esta adicción en el país.

“En el tabaquismo encontramos hoy una de las grandes encrucijadas de las ENT en Cuba, pues es uno de los principales factores de riesgo para estas enfermedades. Actualmente, tenemos la segunda tasa más elevada de tabaquismo de la región de las Américas, solo precedidos por Chile”, advirtió Portal Miranda al intervenir en el Parlamento.

De manera que el control de HTA es un tema prioritario para la salud pública, que engloba no solo el trabajo del Ministerio de Salud, sino que vincula el resto de los sectores del país. “La urgencia con que demanda ser atendido este problema no es motivo para la improvisación ni la superficialidad. El enfrentamiento a las enfermedades no transmisibles es un asunto que va más allá del sector de la salud, resolverlo demanda del hacer de todos en la sociedad”, apuntó el ministro.

Las cifras que pone sobre la mesa de análisis la más reciente Encuesta Nacional de Salud son no solo preocupantes, si tenemos en cuenta la incidencia que tienen todos estos factores en la salud de la población, sino claras en la ruta que debe seguirse para reducir la carga de morbimortalidad de la población cubana.

¿Cuáles son los síntomas frecuentes de la hipertensión?

La mayoría de personas hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta, por lo que es muy importante medir la tensión arterial periódicamente.

Pueden presentarse síntomas como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y acúfenos. La hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.

La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional sanitario para que mida nuestra tensión arterial. Se trata de un proceso rápido e indoloro que también podemos hacer nosotros mismos con un aparato automático, si bien es importante que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos asociados.

Fuente: OMS.

La HTA es la enfermedad más frecuente en Cuba, pero nos da la oportunidad de intervenir para evitarla, controlarla, o disminuir las complicaciones que provoca.

Si bien el control farmacológico y la adherencia al tratamiento es vital— un aspecto que hoy se dificulta ante la inestabilidad en la producción y disponibilidad de fármacos — no será solo el uso de medicamentos el camino para reducir la incidencia de las ENT, y entre estas la hipertensión.

La prevención sigue siendo un eslabón fundamental para minimizar los daños a la salud, guiada por de políticas preventivas coherentes y cohesionadas, que incluyan todos los ámbitos de la vida, y en las cuales todos participen, en primer lugar, las personas, la familia, la comunidad y luego los diferentes sectores de la sociedad.

El ministro de Salud Pública explicaba recientemente que, desde su fundación, en 2015, Cuba está integrada a la iniciativa HEARTS, de la OMS/OPS, que tiene el propósito de abordar e incidir sobre el riesgo cardiovascular y especialmente en la hipertensión arterial.

Sobre esta iniciativa y haciendo las adecuaciones pertinentes, de acuerdo con nuestro contexto, así como la capacidad demostrada por el país para tratar esta enfermedad— con un programa implementado desde 1975—, Cuba tiene posibilidades objetivas de desplegar un programa de alcance nacional que conduzca a un mayor control de la HTA.

El pasado 17 de mayo, Día Mundial de la HTA, Salvador Tamayo Muñiz, coordinador del Programa de Prevención y Control de Enfermedades no Transmisibles del Minsap, apuntaba que el asunto de la hipertensión arterial no debe quedar atrapado en espacios académicos e institucionales, sino que debe trascender a la cultura de la población en pro de su salud.

Aunque metafóricamente hay quien la ha denominado como “asesina silenciosa”, porque suele generar pocos síntomas, lo cierto es que sus consecuencias están bien lejos de pasar inadvertidas y van desde la discapacidad hasta la muerte, muchas veces prematura.

Su control significaría un mejoramiento de la calidad de la atención médica y el tratamiento oportuno a otras enfermedades no transmisibles, igual de amenazantes.

Por qué la depresión afecta a mujeres y hombres de manera diferente

Un equipo de científicos de la Université Laval puede haber descubierto por qué la depresión severa afecta a mujeres y hombres de manera diferente, según un estudio publicado en Nature Communications.

Los investigadores examinaron el cerebro de personas con depresión en el momento de la muerte y descubrieron alteraciones ubicadas en diferentes partes del cerebro para cada sexo. También identificaron un posible biomarcador de depresión en las mujeres.

«La depresión es muy diferente entre hombres y mujeres», dijo la autora principal Caroline Ménard, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval e investigadora del Centro de Investigación del Cerebro CERVO. “En las mujeres, la enfermedad es dos veces más común, los síntomas son diferentes y la respuesta a los antidepresivos no es la misma que en los hombres. Nuestro objetivo era averiguar por qué».

En un estudio anterior, el equipo de Caroline Ménard mostró que el estrés social prolongado en ratones machos debilitó la barrera hematoencefálica que separa el cerebro de la circulación sanguínea periférica. Estos cambios se debieron a la pérdida de una proteína llamada claudina-5 y fueron evidentes en el núcleo accumbens, una parte del cerebro asociada con la recompensa y el control de las emociones. Los investigadores encontraron lo mismo en el cerebro de los hombres que sufrían depresión en el momento de su muerte.

Cuando la profesora Ménard y su equipo repitieron el experimento en ratones hembra, encontraron que las alteraciones de la barrera cerebral causadas por la pérdida de claudina-5 estaban ubicadas en la corteza prefrontal. Sus hallazgos fueron los mismos cuando examinaron los cerebros de mujeres que sufrían depresión en el momento de su muerte. En los hombres, sin embargo, la barrera hematoencefálica de la corteza prefrontal no se vio afectada.

“La corteza prefrontal está involucrada en la regulación del estado de ánimo, pero también en la ansiedad y la autopercepción”, explicó el profesor Ménard. “En ratones machos con estrés crónico y en hombres con depresión, esta parte del cerebro no se alteró. Estos hallazgos sugieren que el estrés crónico altera la barrera cerebral de manera diferente según el género”.

Vea el análisis completo en: Por qué la depresión afecta a mujeres y hombres de manera diferente. Intramed Noticias – 14 enero 2022 (debe registrarse en el sitio web)

Artículo original:

Dion-Albert, L., Cadoret, A., Doney, E. et al. Vascular and blood-brain barrier-related changes underlie stress responses and resilience in female mice and depression in human tissue. Nat Commun 13, 164 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-021-27604-x

Tendencia clínica: Miocarditis

La miocarditis ha sido una preocupación constante durante la pandemia porque se ha asociado a la infección por SARS-CoV-2 y, en mucho menor grado, a la vacunación.

La red médica Medscape identifica semanalmente un término de búsqueda frecuente, analiza qué causó su popularidad y profundiza en el tema mediante comentarios de expertos e infografías.

Nuevos estudios que ayudan a aclarar los vínculos entre miocarditis y COVID-19 han dado lugar a la Tendencia clínica de esta semana.

Según Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, la miocarditis tras la vacunación con vacunas de ARN mensajero se presenta después de 70 de cada millón de dosis administradas en adolescentes de 16 a 17 años, que son los que tienen más riesgo. Una nueva revisión de los datos de 26 centros médicos pediátricos de Estados Unidos y Canadá proporcionó información tranquilizadora sobre los afectados.

El estudio fue publicado en Circulation y mostró que los síntomas comenzaron en una media de 2 días (intervalo: 0 a 22 días) después de la administración de la vacuna. El dolor torácico fue el síntoma más común (99,3%). En 30,9% de los pacientes se presentó fiebre y en 27,3% disnea.

«Estos datos indican que la mayoría de los casos de sospecha de miocarditis relacionada con la vacuna contra COVID-19 en personas menores de 21 años son leves y se resuelven con rapidez», dijo el autor para correspondencia, Dr. Dongngan Truong, en un comunicado.

Por otra parte, los CDC han observado que los pacientes con COVID-19 tienen un riesgo casi 16 veces mayor de padecer miocarditis, y varias investigaciones apuntan a que las manifestaciones cardiacas de la COVID-19 van mucho más allá de la miocarditis.

Vea el análisis completo en: Miocarditis. Medscape – 17 de dic de 2021 (debe registrarse en el sitio web).

Fibromialgia como un componente de COVID-19 persistente

La enfermedad causada por SARS-CoV-2 ha tenido un impacto profundo en la salud global, resultando en un aumento de la mortalidad y la morbilidad de manera generalizada. Aunque los síntomas respiratorios agudos de la COVID-19 han sido ampliamente descritos, un gran porcentaje de los pacientes que la padecieron reporta síntomas persistentes y prolongados después de la enfermedad aguda.

Este síndrome pos-COVID-19 agudo puede manifestarse con secuelas en casi todos los órganos y sistemas. Resultan particularmente interesantes las secuelas a nivel musculoesquelético, en donde recientemente se ha descrito la presencia de un síndrome de dolor generalizado similar a la fibromialgia.

La red médica Medscape profundiza en el tema a través de una publicación de un grupo de investigadores italianos que estudiaron pacientes que habían presentado COVID-19 y que persistían con sintomatología musculoesquelética. Paralelamente, los investigadores recabaron información demográfica, comorbilidades y otros datos clínicos relevantes. Ninguno de estos pacientes tenía antecedentes de dolor musculoesquelético crónico ni contaba con el diagnóstico de fibromialgia.

La mayoría de los pacientes era de sexo femenino (77,4%) con una edad media de 45 ± 12 años, Las comorbilidades más prevalentes fueron ansiedad (17,5%), obesidad (16,6%), hipertensión arterial (15,7%) y enfermedades pulmonares crónicas (8,4%), entre otras.

Del total de casos, 189 pacientes (30,7%) cumplieron con criterios de clasificación para fibromialgia. Este grupo de pacientes era en su mayoría de sexo femenino (56,6%) y en comparación con aquellos que no cumplían con los criterios de fibromialgia, tenían un mayor porcentaje de antecedentes de hospitalizaciones (19% frente a 7%; p < 0,0001), una mayor proporción de ellos requirió oxígeno suplementario (18,0% frente a 7,5%; p < 0,0001) y tenían una mayor prevalencia de obesidad (49,2% frente a 2,1%; p < 0,0001) e hipertensión arterial (27,0% frente a 10,8%; p < 0,0001).

Al realizar un análisis multivariado, los autores encontraron que el sexo masculino (OR: 9,951; IC 95%: 6,025 a 16,435) y la obesidad (OR: 82,823; IC 95%: 32,192 a 213,084) eran factores de riesgo para presentar fibromialgia. Cabe destacar que estos factores de riesgo también se asociaron con mayor gravedad de la COVID-19 en su fase aguda, por lo que los autores señalan que es posible que la enfermedad aguda sea el verdadero factor de riesgo para el desarrollo del dolor crónico generalizado.

Aunque no se ha esclarecido el mecanismo por el cual la COVID-19 podría conducir a la aparición de fibromialgia, existe evidencia que sugiere que el daño vascular o neuromuscular inducido por la infección viral podría ser un mecanismo desencadenante.

La fibromialgia tiene diferentes componentes que interaccionan para desencadenar las alteraciones de la nocicepción. De manera importante, la esfera psicológica también podría ser un componente que contribuye para desarrollar fibromialgia como parte del síndrome pos-COVID-19 agudo.

La estancia prolongada en cama, el desacondicionamiento físico y el estrés postraumático podrían jugar un papel importante en el desarrollo de alteraciones del estado de ánimo y en la aparición de la fibromialgia.

Según en este estudio, hasta un tercio de los pacientes desarrolló síntomas clínicos de fibromialgia. Esto señala la importancia de considerar siempre esta asociación al momento de brindar atención a los pacientes con el antecedente de COVID-19.

Vea el artículo en:

Ursini F, Ciaffi J, Mancarella L, et al.     Fibromyalgia: a new facet of the post-COVID-19 syndrome spectrum? Results from a web-based survey. RMD Open 2021;7:e001735. doi: 10.1136/rmdopen-2021-001735

Fuente: Fibromialgia como un componente de COVID-19 persistente. Medscape – 13 de diciembre de 2021.

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